Conjunto centro comercial y de oficinas el Corte Inglés, la Castellana, Madrid, España.
Después de una historia triste, el incendio del edificio Windsor de La Castellana, que en su momento fue un emblema de Madrid situado en la zona de AZCA, centro financiero de la ciudad, obra del estudio Alas y Casariego, y construido en la segunda mitad de los años 70, viene un gran renacimiento histórico del lugar. El Corte Inglés, grupo líder en centros comerciales en España, adquirió esa propiedad al poco del suceso y decidió ejecutar un nuevo proyecto de un centro comercial y un edificio corporativo con grandes innovaciones.
Los arquitectos de El Corte Inglés, Pablo Muñoz y Pedro Vilata, quienes son los autores del proyecto y de su construcción, han especificado en su exterior una imagen atractiva, donde el cambio de texturas, metales perforados y texturizados con los elementos de cristal, hacen que se proyecten distintas imágenes en función de las distintas perspectivas desde las que se contemple el edificio.
El nuevo conjunto se ha proyectado teniendo en cuenta el distinto y variado programa funcional que acoge en su interior:
• Por un lado, un gran basamento donde se desarrolla el centro comercial,
• y por otro, una torre transparente en la que se ubican las plantas de oficinas.
En la visión desde el exterior, el edificio constará de 22 plantas y un remate a modo de volumen cilíndrico retroiluminado, que dará una altura máxima hasta la coronación de 103.70 metros.
El edificio consta de 27 plantas, entre las que se incluyen las 5 bajo rasante, que estarán destinadas a estacionamientos y cuatro plantas técnicas que,z distribuidas en dos bloques, acogen salas de maquinas, unidades de tratamiento de aire, maquinaria de los ascensores, ventiladores, baterías de frío y calor, etc.
Estas instalaciones técnicas ocupan las plantas 7 y 8 (sobre el centro comercial), y las 20 y 21 (sobre la torre de oficinas), así como el cilindro retroiluminado que corona la volumetría.
Las siete primeras plantas, contadas desde la planta baja a la sexta, están destinadas a uso comercial, con una superficie construida de 21,000 m2. La superficie de exhibición y venta queda sensiblemente reducida, ya que en este espacio se incluyen también zonas de circulación, elevadores panorámicos, escaleras mecánicas, baños y otros tipos de instalaciones.
Sobre la cubierta del área comercial, se desarrollan 2 plantas técnicas que dan servicio al centro comercial y a la zona destinada a oficinas.
A partir de la planta número 9 y hasta la 21, se levanta el segundo cuerpo del edificio, la torre de cristal en tonos verdosos, básicamente porque la imagen de El Corte Inglés es de color verde y está destinada a oficinas, salvo las 2 últimas plantas, que también se emplean para usos técnicos. El área destinada a oficinas cuenta con una superficie construida de 14,400 m2.
Con el fin de diferenciar los dos usos que tiene el inmueble y facilitar el acceso y salida de profesionales, clientes o público en general, el edificio cuenta con dos accesos distintos, uno para el centro comercial y el otro al vestíbulo de ingreso a las oficinas.
Paneles de cristal fotovoltaicos integrados
Como característica principal e innovadora, y ejemplo de responsabilidad medioambiental, se han incorporado las últimas técnicas y tecnologías para dotar a las instalaciones del edificio, con materiales y equipos que permitan una mayor eficiencia energética y un mayor respeto al entorno.
En este sentido se ha aprovechado la capacidad del cilindro de cristal, que constituye el cuerpo de oficinas, así como su orientación, para situar en su fachada un gran módulo curvo alrededor de cristales fotovoltaicos, y un sistema modular de control solar, que garantizan la producción de energía eléctrica limpia para sus oficinas y el centro comercial.
Se integraron 378 paneles solares de cristal fotovoltaico a modo de toldo en cada nivel, combinados con paneles de doble cristal, los cuales contribuyen a la alta eficiencia energética del edificio, pues le dan protección solar y le proporcionan un aislamiento térmico, lo cual reduce la demanda de aire acondicionado, dando como resultado menos consumo de electricidad.
Dichos cristales fotovoltaicos (378 módulos), producen 60 Kw, y son un verdadero hito en el tipo de proyecto de centros comerciales.
Eficiencia energética y ahorro energético.
Asimismo se han incorporado sistemas de ahorro de energía, con programas que permiten el encendido y apagado de luces de manera automática, optimizando el consumo en función del horario y de sondas crepusculares.
En zonas comunes, existen sensores de movimiento para el encendido automático. Para la gestión del aire acondicionado se han empleado climatizadores equipados con sistema “free-cooling“, que permiten un ahorro de energía de más del 60 por ciento.
A ello hay que añadir la utilización de lámparas de bajo consumo y alto rendimiento en todo el edificio, así como sistemas que permiten el uso eficiente del agua.
Integración al entorno
Dentro de la política de integración con el entorno, se ha realizado un remetimiento de la edificación, con el ánimo de aumentar el espacio de tránsito peatonal en la acera pública y permitir una mayor comodidad a los peatones.
Además el proyecto ajusta las cotas de acera, liberando de barreras arquitectónicas los accesos del edificio y creando un plano peatonal continuo y sin cambios de nivel alrededor del edificio, propio para todos los peatones y en especial para los minusválidos: otro gran acierto de este conjunto comercial y corporativo de la tradicional “La Castellana” en Madrid, España.
Como en casi todos los edificios icónicos, el trabajo más importante es el que no podemos ver. El proyecto ha reutilizado los niveles estructurales bajo rasante del antiguo edificio Windsor, previo recalzado y reforzado de la cimentación, ya que el nuevo edificio añade cargas estructurales adicionales. Todo el edificio cuenta ahora con la protección activa y pasiva más avanzada contra incendios, dados los antecedentes de la estructura anterior.
El edificio original, que data de los años 70, está en pleno proceso de adaptación de determinados aspectos urbanísticos, como la instalación de aire acondicionado. Cuenta con 4 elevadores panorámicos que conectan el estacionamiento con los niveles comerciales. Las 2 plantas técnicas subterráneas surten al espacio terciario y al estacionamiento, gracias a nuevas cisternas para el sistema de extinción de incendios. También cuentan con nuevas instalaciones eléctricas, de aire acondicionado y plomería. Los arquitectos han conseguido dar un espacio más abierto al centro comercial gracias a que se han eliminado de los sótanos las columnas de mallas estructurales. Pero el mayor desafío que se ha enfrentado es, quizás, el traslado del núcleo del nuevo espacio comercial con respecto al antiguo Windsor, ya que ha permitido integrar los dos espacios (Corte Inglés y oficinas) como un solo sistema.
Texto:Real Estate Market
Foto: URBANITY,STOCKSH