Si estas calles hablaran? me dijo con una leve sonrisa doña Flora Rivera, una apacible anciana que todas las tardes observa el ir y venir de la gente en la plaza de Melchor Ocampo de Morelia. A ella la encontré sentada en una banca que es sombreada por las imponentes torres de la majestuosa catedral, en donde desde hace 76 años llega puntualmente a las 3 de la tarde y se sienta para mirar el transcurrir del tiempo. Mientras tanto, los años se le vienen encima uno tras otro, como si la única intención de todo fuera tener más y más cosas que contar a quien se acerque a escuchar sus historias.
Yo me topé con ella, diría mi abuela, por obra de los ángeles. Entonces comenzó a narrarme como nadie, la historia e importancia de esta gran ciudad.
-Aquí han cambiado tanto las cosas, joven, me dijo con un dejo de añoranza. -Imagínese, ésta fue una de las primeras ciudades que construyeron los españoles en las tierras de la entonces Nueva España, allá por el año de 1541. Fue por orden del primer Virrey Antonio de Mendoza; aunque antes de eso, este gran Valle de Guayangareo -como le llamaban nuestros antepasados y que ahora es Morelia-, fue poblado por tribus relacionadas con los Teotihuacanos además de los Purépechas, que fue la gente natural de este lugar, me explicó doña Flora.
-Estas culturas dejaron muchas muestras de su estancia por estas tierras. Si se va a apenas unos kilómetros de aquí -comentó-, por el lago de Pátzcuaro podrá ver sus pirámides, en donde seguro adoraban a sus dioses.
"Por sus calles, plazas y edificios, se han hilvanado -con el paso de los años-, historias de esplendor que aguardan impacientes, la llegada de los visitantes para ser redescubierta"
VIRREINATO
Luego, ya sabe, llegaron los conquistadores y las cosas cambiaron, -prosiguió la señora Rivera. Aunque mire nada más qué bella ciudad nos dejaron tanto los indígenas como los europeos. Morelia es bien conocida por su arquitectura de tipo plateresco y barroco en sus maravillosos edifi cios públicos, torneada con precisión en esta noble cantera rosada que cubre las paredes de estas construcciones. -Deje que le cuente más-, insistió.
-Entonces, se comenzaron a construir muchos conventos y otros edifi cios debido a la llegada masiva de órdenes religiosas que tuvieron la encomienda de evangelizar a los naturales. La ciudad fue reconocida como tal gracias a la expedición de una Cédula Real el 6 de febrero de 1545. A nuestros días y después de su denominación por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad se han conservado y registrado mil 113 edificaciones, en un total de 219 manzanas, me dijo con precisión matemática.
INDEPENDENCIA
En los últimos años, Morelia luce mejor que nunca, -aseguró la abuelita. Desde que se hizo el reordenamiento del comercio, se tendió el cableado de manera subterránea y se dotó a la ciudad de una iluminación especial, "la verdad es que se mira increíble tanto de noche como de día".
-Algo de lo que más orgullo tenemos los morelianos, es que sobre estas mismas calles se gestó el movimiento independentista que liberó a los mexicanos del yugo español. Esta ciudad es la cuna de héroes como el generalísimo José María Morelos y Pavón, a quien en su honor esta ciudad fue nombrada Morelia, desde su anterior nombre de Valladolid. La corregidora Doña Josefa Ortiz de Domínguez también vio su primera luz aquí; mientras que en uno de los colegios de la zona, inició sus primeros estudios el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Don Miguel Hidalgo y Costilla estudió en el Colegio de San Nicolás Obispo, del cual llegó a ser catedrático de teología, filosofía, moral y finalmente rector. El Colegio de San Nicolás es fundado en el año de 1540, en la ciudad de Pátzcuaro, por humanista Vasco de Quiroga, quien le dio el nombre de Real Colegio de San Nicolás de Obispo, en honor de San Nicolás, Patrimonio de Villa Madrigal de las Altas Torres, España, lugar donde el había nacido. En 1850 se traslada a Valladolid hoy Morelia, en 1767 ingresa al Colegio de San Nicolás, don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo Costilla y Gallaga; y en 1790 es nombrado rector del mismo.
Así que se dará cuenta, por cualquiera de las calles o avenidas que camine en Morelia, los ecos de la historia y de la conformación de nuestro país sonarán. Por eso esta ciudad así como todo Michoacán, son el Alma de México, dijo sonriente la señora Rivera.
"Los edificios más emblemáticos de Morelia son desde luego la Catedral, o sea, este majestuoso edifi cio que nos queda aquí junto. Su estilo se apega a los cánones barrocos de la época, y dicen los que conocen, que es una de las más bonitas del país, además de que ellos mismos reconocen a su centro histórico, como uno de los mejor conservados del mundo", prosiguió.
Representativos de esta ciudad también son el acueducto, que fue la obra encargada de alimentar de agua a la población durante siglos y ahora es parte fundamental del paisaje; así como la Fuente de las Tarascas, una hermosa escultura de tres mujeres de rasgos y vestimentas originales de Michoacán. -Figúrese que aquí se fundó la primera Universidad del Continente-, me dijo doña Flora. Yo creo que por eso sigue habiendo tanto chamaco y tanta escuela. Como que eso de la educación se quedó impregnado en el aire y hoy Morelia sigue siendo una ciudad de estudiantes.
RUTA DE DON VASCO
Un personaje notable es Don Vasco de Quiroga, español que llegó a hacer labores de evangelización en Michoacán y a quien se le recuerda con mucho cariño, debido a todo el trabajo que hizo con los pueblos indígenas y su afán por promover una convivencia armónica entre ellos y los europeos. De hecho, las cosas que dejó como herencia son tan importantes, que recientemente se ha creado una ruta turística llamada la "Ruta de Don Vasco".
-Tal recorrido comienza en Morelia y su centro histórico para luego avanzar a la zona lacustre, la meseta purépecha y la Cañada de los Once Pueblos. En la zona lacustre se ubican Pátzcuaro, Urandén, Janitzio y La Pacanda; ahí los escenarios naturales son soberbios. La cultura popular está por doquier y al entrar en contacto con algunos de los artesanos y lauderos más hábiles del mundo, aprenderá mucho más que un ofi cio. Hallará también maravillosos danzantes y una gastronomía tradicional increíble.
Si visita la zona lacustre en fi estas de muertos (1 y 2 de noviembre) el espectáculo que verán sus ojos, lo dejará atónito. En los pueblos que circundan la zona se venera a los santos difuntos como en ningún otro lugar del planeta; con las bellas ofrendas acompañadas de pulque -la que le dicen la bebida de los dioses-, y los platillos típicos y fruta para los muertitos que vienen a visitarnos, guiados por las fl ores de cempasúchil y su fuerte color amarillo.
En cada uno de esos sitios, -me dijo-, visitará exconventos en donde si pone tantita atención, podrá percibir en la piel, el calor y el color de esa época. La gente es maravillosa, bien alegre y muy atenta. Ellos suelen aún vestir sus trajes típicos, así que eso lo hará sentirse en otro tiempo. ¡Y la comida, joven! ¡Está para chuparse los dedos! Imagínese que muchos de los que vienen, sólo lo hacen para comer. Aquí los platillos son variados en sabores, texturas y olores. Es un verdadero deleite, ahí pida unas Corundas o una Sopa Tarasca, verá que nunca habrá probado nada igual.
El recorrido incluye Tiripetío, lugar en donde se fundó la primera biblioteca de América y encontrará un hermoso exconvento agustino del siglo XVI. Luego pasará por Santa Clara del Cobre, en donde los artesanos fabrican hermosas piezas de metal que da nombre al pueblo, tal y como se hacía desde la época prehispánica.
Atravesar por Tzintzuntzán es toda una maravilla -continuó con entusiasmo doña Flora-, y es que ese lugar fue la capital del antiguo señorío Purépecha. Ahí el "Tata Vasco" fue ungido como el primer obispo de Michoacán en 1538. La arquitectura del lugar es hermosa. En Santa Fe de la Laguna, Quiroga estableció el primer hospital de estas tierras en el año de 1533; o sea que imagínese las historias que cuentan esos pueblos.
"Finalmente podrá visitar el circuito Paricutín (muy cerca de Uruapan), un sitio obligado. Ahí será posible entrar en contacto con las ruinas de San Juan Parangaricutiro, lugar en donde el volcán Paricutín hizo erupción y arrasó con el pueblo que se hallaba a sus pies. Del lugar sólo quedaron restos de las torres de la iglesia y parte de la fachada, pues el pueblo quedó sepultado bajo un mar de lava, donde nomás de imaginar lo que pasó, se le pone a uno la carne de gallina; aunque justamente por eso es un sitio enigmático y místico, pero hermoso", dijo Doña Flora.
SITIOS DE INTERÉS EN MORELIA
Doña Flora Rivera es incansable. Han transcurrido al menos un par de horas desde que iniciamos la charla y los temas no se le acaban. Dice que gracias al impulso de las autoridades, ya desde hace varios años Morelia se ha convertido en el epicentro cultural de México; luego me dio una agenda detallada de todas las festividades culturales a lo largo del año y me platicó acerca de los sitios de mayor interés para visitar. Sin duda, ésta es una ciudad con una oferta cultural inigualable, pero mejor acompáñeme a continuar con este recorrido.
Una de las sorpresas más grandes, es el espectáculo de luz y sonido de la Catedral, el cual da inicio cada sábado a las 20:30 hrs. De esta manera, la joya que inició su construcción en 1660 ilumina todos sus contornos con más de 660 luminarias, lo que genera un agasajo para el visitante.
El Callejón del Romance es un pequeño espacio lleno de buenas vibras ubicado en el centro de la ciudad. Ahí la cantera y los años son mudos testigos de los miles o quizá millones de parejas que le han visitado. Se le llamó así por la estrechez con que se miran puertas y ventanas de una y otras construcciones y que dan la impresión de querer besarse.
La ciudad también cuenta con un zoológico, el cual resguarda más de seis mil 600 ejemplares de 535 especies distintas de seres vivos. Cuenta con un serpentario y un acuario que alberga también anfi bios y reptiles. Especialistas dicen que es uno de los mejores y más completos del país.
Entre los edificios históricos a visitar se encuentran el templo de la Merced, la Plaza de Armas o de los Mártires, el Palacio de Justicia, la casa natal de Morelos, la antigua Alhóndiga, el templo de los Agustinos, la Biblioteca Pública, el Palacio Clavijero, el Conservatorio de las Rosas (primer conservatorio en América), Palacio de Gobierno (antiguo Seminario Tridentino), entre otros muchos.
Cuando llegó la hora de partir, Doña Flora aún tenía decenas de años de historias por contarme. Y es que viendo y viviendo cada instante de esta prodigiosa ciudad, lo seguro es que no haya nunca tiempo para satisfacer plenamente la curiosidad. Así pues, dejé a la señora Rivera para que siguiera alimentándose de la bella Morelia, de su historia, su arte y su calor.
MORELIA Joya de la arquitectura virreinal
MORELIA Joya de la arquitectura virreinal
Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991, la Ciudad Virreinal antiguamente conocida como Valladolid, es un crisol colmado de belleza donde en cada rincón se pueden descubrir interesantes pasajes históricos que son fundamentales para el nacimiento de la nación que la acoge.
- Por Ixca Cienfuegos
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- Categoría: Turismo
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