El Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México, durante muchos años, estuvo, literalmente, entre un mar de documentos deshilachados, con expedientes en malas condiciones y que sin embargo, contenía documentos históricos de gran importancia, por ello, desde 2014, y con la visión de generar un registro público transparente y eficaz, se ha logrado escalar de la posición 32 a la 27 en el índice Doing Business del Banco Mundial.