Todas las comodidades eran para la recámara de los dueños de la casa: un espacio amplio, con buena iluminación, ventanas y en algunos casos hasta con baño integrado. Conforme la familia crecía, las demás alcobas se iban ocupando, y por alguna extraña razón al niño le tocaba el cuarto que sobraba, que también era el más chiquito y escondido, para que no se escuchara o fuera visto, era como evitar así que molestara a los adultos. Después de años de no ser tomados en cuenta, de ocupar el cuarto más olvidado, la habitación del niño se volvió muy importante, al grado de que ahora, cuando se construye una casa, los dormitorios de los niños son primordiales, están muy pensados y cada uno tiene su baño, su clóset, siendo casi igual de grandes que el de los papás. “Se han dado cuenta de lo importante que es que tenga su propio espacio, con

diferentes áreas, las cuales necesita para su desarrollo, por ejemplo su área de tareas, el área más íntima que es donde duerme, y el área donde puede jugar, hablar por teléfono, leer, echar la flojera o escuchar música, dependiendo de su edad”, comentó Cinthia Goebel, directora general de Amèlie. Lo que no ha cambiado en la actualidad es que los niños están como aparte del resto de la familia, es decir, requieren otro tipo de atención, de espacios, de muebles y de decoración.  sin importar que ésta sea modernista, clásica, minimalista, etc., ya que cuanto más eche a volar su imaginación el resultado será un lugar divertido y mágico, y donde no hay que seguir esas tendencias para que luzca increíble. De ahí que éste sea el único lugar donde puede olvidarse de decorar siguiendo un estilo, moda o tendencia que convine con el resto de toda la casa, ya que cuanta más imaginación y creatividad tenga será mejor.

“Creo que la habitación de los niños es un lugar donde aparte de dormir es un sitio súper especial donde crece, crea o trabaja, ya sea en juegos, en pinturas o en su tarea. Es un espacio donde sueña, y su imaginación toma forma, y entre más lo ayude el ambiente de su cuarto mejor. Puesto que es un lugar donde van a estar solos todo se vale, puede dejarse a un lado la moda y enfocarse en lo que quiere su hijo para que se sienta a gusto y que diga ‘ésta es mi recámara, está hecha solamente para mí’. Además, puede pintarla del color que quiera, en vez de que sea todo blanco, de madera o súper sobrio”, destacó la directora de Amèlie.

Edad y necesidades diferentes Dijo que el cuarto del bebé requiere cosas muy básicas y no necesita de muchos muebles para verse bien, expresó que con un buen sillón o mecedora, un roperito, o un lugar en donde guardar sus cosas y libros será más que suficiente para acompañar la cuna y crear el lugar que soñaba.

Reutilice Si la decoración del cuarto del bebé quedó muy bonita, antes de remodelarla hay que considerar si ya no va a haber más recién nacidos en la casa, porque puede ser que la pareja desee tener más hijos y entonces se puede dejar ese cuarto exclusivamente para los bebés. “Si tiene la ventaja de tener varios cuartos puede convertir uno de ellos en el cuarto de los bebés, porque mucha gente planea tener dos o tres hijos, entonces ese cuarto lo van a usar por largo tiempo. Para que se conserve esa habitación en buenas condiciones elija un color y una pintura que le duren varios años, y lo mismo en los muebles, invierta en mobiliario que le sirva cuando el niño ya tenga la edad para ir a la escuela”, señaló.

Preescolar y estudiantes

Cuando pasan a la etapa preescolar el cuarto necesita tener muchos compartimientos a la altura del niño para que pueda agarrar sus juguetes él mismo, además de que necesitará de mucho espacio en el que moverse. “No olvide proporcionarle una mesita donde pueda empezar a pintar o a hacer su tarea, y desde preescolar hasta más grande, es súper importante que cuente con una esquinita rica, muy íntima y acogedora donde se siente a leer, a hablar por teléfono con sus amigos y el que esté un poquito más grande va a escuchar su música”, mencionó Goebel.

Donde cabe uno caben dos

Cuando los niños comparten una misma recámara, explicó la ejecutiva de Amelié, es importante que cada cual tenga por lo menos su sección del cuarto, pero si no  se puede, al menos una sección del clóset para sus cosas, su área de tarea, su cama separada de la otra, sus propios cajones, en fin, que cada uno tenga su independencia dentro del mismo espacio. “Si por ejemplo unas hermanitas comparten cuarto a cada una se le hace una cabecera diferente, se le el da gusto a las dos para que cada una sepa que ése es su espacio”, comentó.

No importa el espacio sino la creatividad

una recámara chica, pero al contrario, porque en un mismo espacio el pequeño tiene su cama que puede utilizarse, además, para guardar cosas o para jugar. “Creo que el tamaño del cuarto no importa mucho, con tal de que quepa una camita y un área donde el niño pueda trabajar, hacer tareas o jugar y puede resolverse lo del espacio para guardar juguetes  o libros con repisas o en el espacio debajo de la cama. Se pueden hacer maravillas en cualquier tamaño de habitación, pero obviamente no puede poner un clóset donde apenas quepa una cama individual”, indicó Cinthia.   

Error más común que cometen los padres

Ya sea grande o pequeño, la mayoría de los papás compran en general lo que el cuarto del chiquitín necesita, o sea, su escritorio, un librero y su cama, pero llegan a caer en el error de no seguir un mismo tema, haciendo una extraña combinación de vaqueros con extraterrestres, por ejemplo. Por eso, antes de iniciar la decoración, hay que pensar cómo va a querer que luzca la recámara, platicarlo con su hijo y después recurrir a un experto que le ayude a convertir en realidad una fantasía.

Hay que tener en cuenta que...

Al valerse todo en el diseño del cuarto de sus pequeños, puede que olvide algunos detalles, por ello la experta comparte con los lectores de Real Estate los siguientes tips:

• Si compra muebles que sean bajitos procure que no tengan las esquinas puntiagudas sino redondeadas, porque su bebé va a empezar a gatear antes de ponerse de pie.

 • Es recomendable que los pisos sean de madera o cerámica, de algún material que se pueda trapear, porque la alfombra de pared a pared guarda bichos, polvo y los niños al jugar pueden tirar pinturas vinílicas, galletas, sopa, agua y demás líquidos.

 • Puede poner un tapete que sea calientito y que se lave en casa.

 • De acuerdo con su estatura, coloque las cosas del niño a su alcance, a un nivel donde pueda tomarlas sin dificultad.

 • Para que el pequeño pueda agarrar sus juguetes fácilmente póngalos en cajones, o en cajitas de plástico o de mimbre, que puede adornar con tela o pintar

. • Una mesa con sus sillitas es recomendable desde que tiene un año, para que pueda trabajar con sus pinturas, jugar y hasta cenar en su cuarto.

 • Compre muebles que le sirvan hasta que tenga por lo menos unos 12 años.

 • Los libreros son muy útiles, ya que si el niño ve la televisión en su recámara se puede acondicionar para que esté oculta la pantalla cuando no se utilice, así como su colección de DVD o videos.

• Que esté bien alumbrada la recámara, que no haya esquinas oscuras y donde vaya a trabajar que tenga una luz directa

. • Es importante que lo ayude a tener su cuarto organizado para que encuentre todo fácilmente.

• Deje que el niño coopere en la decoración de su habitación, ya sea eligiendo el color o el tema.

 Material, seguridad y colores A cualquier edad, la seguridad nunca está demás, por eso considere los materiales del mobiliario que vaya a comprar para salvaguardar la integridad de su hijo. “Puede usar MDF, hierro forjado o plástico, entre otros, depende del gusto que tenga, solamente se recomienda que no tenga pintura tóxica y que las esquinas no sean puntiagudas, sino redondeadas”, recomendó la entrevistada. Agregó que el material tiene que ver con el estilo, porque a las cunas se les pone algún adorno alrededor para que luzcan, o sea, en realidad no importa mucho de qué estén hechos los muebles mientras combinen con el resto de la decoración. En cuanto a la seguridad de los bebés la cuna es primordial, la cual tiene que situarse en un lugar donde no haga demasiado calor o demasiado frío y, obviamente, jamás ponerla donde haya cordones. Cuando los pequeños crecen un poquito más asegúrese de que todos los enchufes estén tapados y para que no se le escape nada de las manos póngase a gatear y vea qué tiene a su alcance y qué le puede hacer daño al bebé. Atornille las repisas a la pared para que si el pequeño se sube a ellas no se venga al suelo.

 Atrás quedaron los tradicionales tonos azul y rosa para identificar el cuarto de niños y niñas, ahora puede traspasar esa frontera y elegir un color que combine con el resto de la decoración mientras sea de su agrado. Al respecto, la ejecutiva dijo que elegir el color del cuarto depende del gusto del niño y de la mamá. “Los colores claros iluminan un cuarto, lo hacen ver más grande, pero si el cuarto es muy grande, los colores oscuros lo hacen más íntimo, porque a veces un cuarto enorme no es personal”, señaló.Por otro lado, si el cuarto es chico y tiene solamente una ventanita y no está bien iluminado le puede pintar un mural con flores o algo que sea vibrante, para que no se vea la recámara tan pequeña o triste.  

 Lo más importante es el gusto infantil y la cama Al diseñar cuartos de niños Cinthia toma en consideración el gusto del infante y por eso le pregunta qué tema le gustaría en su cuarto. Aunque también consulta a la mamá sobre lo que le gusta al niño, como por ejemplo, las naves espaciales, los animalitos, el campo, el bosque, los coches, que son temas ambientales. “Si le gusta el campo le hacemos una casa de campo, porque para mí el espacio más importante es donde va a dormir, entonces ese es el que tienes que hacer súper íntimo, rico, que invite al niño a estar ahí, que se meta a su nichito, lo que más les gusta es como estar encerraditos, que sea un lugarcito donde nada más ellos quepan, que no sea de adultos, que sea nada más de niños, que sea su espacio”, mencionó. La cuestión es darle el gusto al niño pero que la mamá esté de acuerdo, ya que es la que decide al final si se realizan o no las ideas que aporta el pequeño. Y de acuerdo con el gusto del cliente la especialista analiza qué piezas pinta y cuáles no, porque tampoco se trata de hacer una cosa cargadísima, comenta la especialista. “Está padre que tenga estimulación visual, pero tampoco que entre el adulto y se maree. Dependiendo de la recámara, veo qué pintamos, si pintamos los muebles o solamente las paredes, algo que armonice”, acotó.

Un buen sueño merece una mayor inversión En opinión de la entrevistada, “los muebles infantiles que venden en algunas

 tiendas son muy clásicos, serios, tradicionales, sin imaginación y demasiado prácticos, que está bien que sean prácticos pero se les puede añadir un poco de imaginación. Algunos padres de familia prefieren comprar una cama sencilla en vez de un castillo, que por estar pintado a mano su costo es mayor, sin considerarlo como una buena inversión porque va a crear el espacio de su hijo que va a entrar encantado a su cuarto. No obstante, expresó que es posible invertir en una cama increíble, diferente y los demás muebles comprarlos más prácticos y ponerles adornos que se le puedan quitar más adelante, como por ejemplo dibujos. Pero si ya se adquirió un mobiliario tradicional le puede pintar motivos infantiles o cambiar la cabecera.

 Feng Shui para niños

Como la mayoría de las ideas del Feng Shui para niños están dirigidas a la recámara incluimos algunas reglas del mismo dentro del hogar y en su cuarto. Para el Feng Shui el corazón de una casa se sitúa donde se reúne toda la familia para compartir unos momentos. Dicho lugar puede ser la cocina, la sala, el cuarto de televisión o el comedor, entre otros. En ese lugar todos los miembros de la familia deben estar representados y los niños lo hacen por medio de dibujos u objetos que ellos mismos elaboran. Por ello se recomienda reservarles un sitio en el que puedan expresarse sin ser molestados, por ejemplo, un pizarrón de corcho o un espacio del refrigerador cumplen con ese objetivo. Otra idea que maneja el Feng Shui es tener contacto con la naturaleza y por mínimo que sea el espacio disponible en la vivienda tener plantas o pequeñas mascotas, como peces, son generadores de valiosas experiencias para los niños. Es recomendable que en el área donde estudia el niño su asiento no quede frente a una ventana muy grande o de espaldas a la puerta. Lo más aconsejable es que dicho espacio se encuentre separado del lugar de juego y de descanso. Pero si lo anterior no es posible, hay que procurar una separación virtual, la cual se puede lograr pintando de color distinto el área de trabajo. Evite los colores neutros y marrones. Respecto a la ubicación del cuarto de los pequeños la mejor opción es que mire al este, que es la dirección del elemento madera y del crecimiento. El cuarto debe recibir una abundante luz natural, pero si carece de ésta, lo puede remediar colocando un objeto de color amarillo brillante, como un pequeño sol. Además, es conveniente que el cuarto disponga de por lo menos dos fuentes de luz artificial, una general al centro del lugar y una más suave en una pared que cree un ambiente tranquilizador para que los niños se alisten a ir a la cama. De acuerdo con las ideas del Feng Shui hay que tener en cuenta que los infantes necesitan moverse en un espacio que los estimule y los haga sentir seguros.

 Olvídese del miedo Finalmente, la única condición que hay a la hora de decorar o diseñar la recámara de los niños es que se atreva a todo, porque no hay un estilo, una tendencia o una moda a seguir, es básicamente imaginación y el gusto del niño y de la mamá.