Los espacios de trabajo han atravesado por una evolución importante. Tanto su planeación como su construcción han ido renovando sus técnicas conforme al progreso de las disciplinas involucradas. Una de ellas, el interiorismo, desarrolló una rama específica enfocada a las necesidades modernas de espacios de trabajo, y el cómo llegó a la actualidad es un proceso que merece echar un vistazo.
El interiorismo corporativo ha pasado por un proceso evolutivo intenso en la última década. De generar espacios de trabajo amplios para incrementar la productividad mediante sistemas modulares, la construcción de interiores se ha convertido en un sofisticado nicho de negocio que busca ajustarse a las necesidades de empresas globales.
En ese redimensionamiento han entrado procesos de construcción (construction management) y administradores de proyecto (project manager), que ahora se ciñen a los estándares globales de automatización, sustentabilidad e incluso han logrado participar con mayor frecuencia en beneficios financieros.
"Antes había 80 % de oficinas cerradas y 20 % abiertas. Hoy de 90 a 95 % son abiertas y sólo algunos privados, diseñados para vicepresidentes están", recuerda Arturo Bañuelos, vicepresidente ejecutivo de Project and Development Services en Jones Lang LaSalle.
Actualmente existen más de tres millones de metros cuadrados de oficinas AAA, A+ o inteligentes que demandaron de procesos constructivos eficientes e interiores dimensionados para estructuras funcionales de operación. Por tanto, firmas como BBVA Bancomer, Seguros Monterrey, New York Life y Mapfre, que levantan oficinas en el cotizado Reforma, instrumentan los ejes de las oficinas contemporáneas.
La materialización del seguimiento de los parámetros globales se da por la participación de firmas especializadas.
Bañuelos lo resume: "El futuro del Project manager es ampliamente reconocido. Antes contrataban un arquitecto que diseñaba y construía. Ahora el servicio les resuelve a las empresas porque entregan en tiempo para que el presupuesto sea original".
Branding enviroment, lo in en oficinas.
El diseño interior de un corporativo va mucho más allá de tratar de eficientar espacios de trabajo. Se trata, más bien, de crear impactos perdurables reconociendo la importancia del espacio físico en el éxito de la cultura de una organización y de su negocio.
En este contexto, una práctica cada vez más común en el interiorismo corporativo es el diseño de branded environments, o ambientes corporativos que buscan transmitir la experiencia o marca de una organización tanto en el interior como en el exterior de sus instalaciones, no sólo a través de símbolos y colores, sino también del mobiliario y disposición física de los espacios.
Bajo este enfoque, el diseño de los espacios debe promover la obtención de los objetivos de negocios, fortalecer la cultura de la organización y “arropar” a aquellos que trabajan ahí y que de una u otra manera tienen contacto con la empresa, de modo que todos interactúen y vivan la experiencia de su marca.
Para ello, se conforman equipos multidisciplinarios liderados por un arquitecto o diseñador de interiores, e integrados generalmente por especialistas en consultoría estratégica, mercadotecnia, comunicación, desarrollo de marcas, investigación, arquitectura de interiores y diseño gráfico, entre otros, quienes buscan aprovechar el efecto de la estructura física y de la organización de los espacios para ayudar a comunicar los atributos, identidad y personalidad de la marca del cliente, junto con los mensajes clave de su organización y las ventajas competitivas de sus productos y/o servicios.
Seguridad, telecomunicaciones y otros
No sólo en cuestiones de edificación, los inmuebles corporativos han logrado avances que permiten ver oficinas iguales o tecnológicamente más avanzadas que en las principales metrópolis del mundo como Nueva York, Chicago y otras.
"En México la situación es totalmente diferente a otras metrópolis. Por ejemplo, en Nueva York participamos en la construcción de las oficinas del Bank of America, basado en estándares globales pero con un solo lugar de estacionamiento, y eso aquí no podemos lograr", dijo Bañuelos.
Los beneficios de tipo ambiental se traducen en redes de uso de agua, energía, control de accesos y otros parámetros.
Para Jones Lang LaSalle que cada año tiene proyectos por unos 100 000 m2 de construcción al año y que actualmente lidera la edificación del nuevo corporativo de BBVA Bancomer en Reforma, la situación está muy ligada a la lógica empresarial y lo que el mercado demanda.
Fernando Gutiérrez, de la firma GA&A define esta nueva ola de beneficios en el proceso como una forma de ser más transparente y participar con inversionistas institucionales a otro nivel.
Para el directivo de la empresa, que recientemente concluyó la construcción del hotel Artesana Rosewood en San Miguel de Allende, la integración operativa de su firma le ha permitido estar cada día más cerca de fondos de inversión, para quienes resulta útil contar con esquemas transparentes y eficientes, que no sólo generan proyectos eficientes, sino rentables y con ahorro en costos.
Algunos de los beneficios específicos de un branded environment:
Hacia el exterior
- Mejor posicionamiento y comunicación de la marca
- Mayor reconocimiento por parte del cliente
- Diferenciación con respecto a la competencia
- Mayor valor percibido por parte de los inversionistas
Hacia el interior - Mayor satisfacción, lealtad y retención de los empleados
- Mejor entendimiento de la misión, visión y valores de la compañía
Un caso en el país que refleja los beneficios de esta tendencia es el Corporativo Cinépolis en Morelia, donde se construyó un edificio audaz, con cara al futuro, que promueve la creatividad y el trabajo en equipo. Se crearon espacios abiertos que fomentan la interacción entre departamentos, buscando reflejar una sensación de apertura y transparencia que distribuyera la luz natural hacia el interior de las oficinas.
En los muros, de tonos claros, se incorporaron gráficos con los principios de Cinépolis y frases relacionadas con el 7º arte, además de que la gama de colores para el mobiliario también es clara y limpia.
En la construcción desarrollada por GA&A, con base en el diseño del arquitecto Juan Manuel Lemus, de KMD, se crearon estaciones de trabajo con una orientación a 120º, lo que genera circulaciones que estimulan la interacción entre distintas áreas. Cada oficina tiene un toque diferente y los techos se dejaron aparentes para aprovechar al máximo las alturas y reflejar de manera ordenada las trayectorias de las instalaciones.
Texto:Viridiana Villagrán
Foto: Jorge Almanza, Foster And Partners