La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) ha tenido diversas aportaciones para el gremio y la economía, pero, desde mi punto de vista, la primera es la integración de los inmobiliarios. Esto ha sido fundamental.
Como parte de la evolución de la ADI, hemos logrado que paulatinamente mejore y se profesionalice con el gremio, aunque todavía nos falta camino por andar.
Sin duda, ha habido gente que ha hecho labores maravillosas en la Asociación, pero falta mucha más que hará cosas tan buenas o mejores como sus antecesores. Todo como parte de un proceso de evolución.
Cuando nació la ADI, hace 30 años, había pocos promotores inmobiliarios y profesionales, sin embargo, se logró agruparnos y emprender, un paso muy importante.
Retos a futuro
Como expectativa, sé que vendrán cosas todavía más importantes con el tiempo, así como muchos retos a solventar.
Desde mi óptica, el reto es que la Asociación se vuelva de interés, no solamente de los desarrolladores, sino de la ciudad. En particular, considero que la ADI se debe convertir en una organización mejor posicionada y congruente con la ciudad en todos sus aspectos.
A quien le toque estar al frente de la ADI, debe estar comprometido con el gremio, con el gobierno y con la sociedad.
Éstos son los tres puntos que, en mi visión, se tienen que atender para integrarlos de forma correcta y exacta.
En lo personal, el mayor reto inmobiliario es seguir vigente.
Aportaciones a la ciudad
Los desarrolladores no debemos estar a la expectativa de reconocimiento personal o profesional, ya sea por la magnitud o belleza de nuestros proyectos; más bien, el sueño es convertirse en alguien que la ciudad aprecie por lo que le has dejado.
Lo más importante no es ser célebre ni porque hiciste el proyecto grande, ni porque ganaste más dinero. Lo relevante es que los ciudadanos de México te reconozcan en el tiempo como alguien que construyó su ciudad y por lo que les aportaste.
Acceso a capital
Como parte de la evolución de los desarrolladores durante las últimas tres décadas, es la revisión del acceso al capital, el cual ha ido cambiando de diferentes maneras. Financieramente, se han introducido nuevos modelos para la captación de recursos.
Sin embargo, lo que más ha cambiado es la parte profesional de los distintos fondos, Fibras y desarrolladores. Se han encontrado distintos medios a través de bonos, de fondos de capital privado, del mercado de valores, etc. En fin, de mil cosas para resolver el acceso a capital y al financiamiento.
Lo que considero más importante, es que cada día se optimiza la forma de obtenerlo, de manera más profesional, más clara y contundente.
Aprendizaje de la pandemia
Es fácil de responder, porque todavía no terminamos de aprender todas las muchas lecciones. Estamos sacando las correcciones y las conclusiones. Considero que la parte más trascendental es que no se trata de una lección sobre la pandemia, sino de una lección de vida. Se resume en siempre priorizar los espacios abiertos, el aire, la creación de comunidad y la ecología. Ese es un tema que no nos lo enseñó la pandemia, siempre estuvo ahí, pero ahora se nos exige una mejor respuesta.
Evolución personal
En lo personal y profesional, la gran bendición de mi vida es mi familia. Hoy trabajo muy feliz ya que trabajo con mis hijos, quienes me da un por qué, a estas alturas de la vida. Estoy involucrado en grandes proyectos, en lugar de probablemente estar tranquilo y sin hacer nada.
Tengo un gran aliciente, pensar sobre el futuro de ellos y de cómo van a evolucionar. A veces me pregunto «¿Qué quiero dejar en el mundo?» Y mi respuesta se concentra en dejar a mis cuatro hijos, cuatro grandes seres humanos, transformándolo.
Texto Javier Sordo Madaleno Bringas - Presidente de SOMA
Foto: Soma / Real Estate Market & Lifestyle