Javier Barrios, Fundador y Presidente del Consejo de Administración de Mira
Antes de 1994 fueron años distintos, que cambiaron después de que se formó la ADI, porque el país tenía crisis recurrentes cada seis años.
En esa época, la estabilidad alcanzada, contribuyeron al crecimiento explosivo y la institucionalización del sector inmobiliario.
Antes de eso, los desarrollos eran fondeados con inversionistas individuales, y con todo el proceso de estabilización, alcanzamos una etapa en donde la mayoría de las grandes inversiones inmobiliarias son fondos de pensiones, fondos soberanos e instituciones. Ese es el gran cambio, en mi opinión.
En esa época, la estabilidad alcanzada en tasas de interés, inflación y ahorro contribuyeron al crecimiento explosivo y la institucionalización del sector inmobiliario.
Antes de eso, los desarrollos eran fondeados con inversionistas individuales, y con todo el proceso de estabilización, alcanzamos una etapa en donde la mayoría de las grandes inversiones inmobiliarias son fondos de pensiones, fondos soberanos e instituciones. Ese es el gran cambio, en mi opinión.
Entonces, visto desde varios ángulos, el ahorro fue el que realmente promovió el crecimiento del sector. Por ejemplo, en la primera mitad de los 90 viene el cambio a la ley de los Fondos de Pensiones, que empezó a generar un ahorro que no existía en el país, que posteriormente acabó redundando en Infonavit, hipotecas para los empleados y ahorro para invertir, eso fue fundamental.
La estabilidad económica y financiera del país también generó una mejora significativa en la calidad del riesgo crediticio, y en el momento en que México se vuelve grado de inversión, entonces los capitales internacionales empiezan a fluir de manera importante.
Para entonces, ya podías planear a 20 años en vez de cada seis, fue un cambio significativo y eso impactó di rectamente en el poder adquisitivo de las personas, en el sector comercial y habitacional.
Recuerdo que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), en los primeros años de los 90, dio la entrada a inversiones fuertísimas en infraestructura y en el sector industrial, pero fueron muchas cosas que se conjugaron ese momento: apertura comercial y económica, mejor calidad de crédito, incremento del ahorro, etc.
Derivado de ello, los proyectos inmobiliarios también cambiaron de pequeños desarrollos o casas, a desarrollos de gran escala de clase mundial. También nos damos cuenta que las ciudades empiezan a tener un regreso a las calles que no habíamos tenido, porque las personas se habían ido a los suburbios, pero nuevamente empiezan a regresar y nos damos cuenta que para hacer ciudad, teníamos que hacer proyectos de escala.
Masarik, Polanco, Ciudad de México.
ADI Y LA PROFESIONALIZACIÓN
Fundamos la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) con el espíritu de profesionalizar la industria inmobiliaria en todos los sentidos.
Entonces, arranca simultáneamente la profesionalización del sector con la entrada de capital institucional, así como la entrada de capital extranjero, Fibras, etc.
El impacto que ha tenido la ADI principalmente es que hemos sido la asociación y sus miembros, los que hemos marcado las tendencias en el desarrollo del país. Nos hemos mantenido unidos con una visión de congruencia, mejora de la calidad de vida de los mexicanos, combatir la corrupción, dar certeza al inversionista y tener una voz para poder trabajar en conjunto con las autoridades en polí ticas urbana y económica en beneficio del país.
RETOS A FUTURO
Desde mi perspectiva, por el contexto que vivimos en los últimos dos años, lo fundamental es que el desarrollo in mobiliario continúe insertándose en el mundo. La contracción económica y la incertidumbre nos han generado una dislocación de las tendencias globales. Tenemos empresas de calidad mundial en México que siguen operando y creciendo, pero la inversión está en sus niveles más bajos de la historia moderna, y sin crecimiento en la inversión no habrá innovación en el sector inmobiliario, que es intensivo en capital.
Así que la confianza del consumidor y el inversionista, basado en la transparencia y una política económica en pro de la inversión y empleos, son fundamentales para que regresen con visión de largo plazo y empiecen a innovar o retomen el proceso de innovación.
La vida en comunidades, como las desarrolladas por MIRA, más el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas, mediante la flexibilidad en las horas de trabajo y las ubicaciones de trabajo, todo eso le dará un cambio radical a la forma en que ahora se vive en las ciudades.
Debemos ir identificando todas las áreas que continúan creciendo o que tienen los fundamentales para crecer, y leer las variables día a día para ver cuándo es el momento de retomar crecimiento en aquellos que se contrajeron.
Marina Town Center.
Considero que las grandes urbes necesitan espacios públicos seguros, porque la vida peatonal va a empezar a crecer significativamente. Asimismo, el uso de la bicicleta se ha incrementado en todo el mundo, por lo tanto, considero que sus proyectos deben atender a esas tendencias.
En mi visión, el progreso es el mayor reto que vivimos, un progreso como se ve en todo el mundo donde los hijos y nietos tengan mejor calidad de vida, y esta última sea tener un techo, comida, educación, esparcimiento y seguridad.
Ese progreso también es tecnológico, donde las Fintech van a entrar en todos los sectores como las Proptech, que van relacionadas con las Smart Cities. Precisamente, en las ciudades inteligentes no hay marcha atrás, donde la manera de hacerlas es desde el punto de vista de eficiencia operativa energética, en consumo de agua, en contaminación y en utilizar el internet de las cosas.
Sin embargo, en la medida que no haya capital para hacer nuevas inversiones, esa innovación se verá un poco detenida.
Texto Javier Barrios, Fundador y Presidente del Consejo de Administración de Mira
Foto: Real Estate Market & Lifestyle / Mira
