Aravena, de 48 años, que sucede al alemán Frei Otto, el ganador póstumo del año pasado, es el cuarto ganador procedente de América Latina, después del mexicano Luis Barragán y los brasileños Oscar Niemeyer y Paulo Mendes da Rocha.
De acuerdo con el jurado del premio: "Alejandro Aravena personifica el renacimiento de un arquitecto comprometido con la sociedad. (...) Tiene un profundo conocimiento de la arquitectura y la sociedad civil, como se refleja en sus escritos, en su activismo y en sus diseños. El papel del arquitecto está siendo desafiado para servir mayoritariamente a necesidades sociales y humanitarias, y Alejandro Aravena ha respondido a este desafío de forma clara, plena y generosa".
Aravena es director ejecutivo de ELEMENTAL, una empresa que realiza proyectos sociales de infraestructura, transporte, espacio público y vivienda, en cooperación con la Universidad Católica de Chile y Copec.
Entre sus proyectos más destacados se encuentran varios edificios para la Universidad Católica de Chile, en Santiago de Chile, incluyendo las facultades de Matemáticas, Medicina, Arquitectura y el UC Innovation Center; la Quinta Monroy en Iquique (Chile); la Residencia en St. Edward's University, Austin (Texas); las Torres Siamesas en Santiago de Chile; y la sede de la compañía farmacéutica Novartis en Shanghái.
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