El complejo, diseñado con estrategias sustentables pasivas y cubiertas oblicuas, permite la instalación de paneles solares. La estructura toma su forma a partir de los planos proyectados en un ángulo de 45 grados desde la huella de los edificios residenciales vecinos. Este movimiento proporciona una grandiosa iluminación natural que alcanza incluso los espacios de la planta baja.
En tanto, la fachada del inmueble es revestida en colores neutros para permitir que su materialidad se destaque: cerámica esmaltada, piedra, madera y hormigón.