Fue precisamente ésta última que desarrolló junto con su hijo, el ahora director general de Legorreta Arquitectos, Víctor Legorreta, quien lleva la estafeta de la nueva arquitectura mexicana en edificios Real Estate de estándar internacional, quien platica en exclusiva con Real Estate Market & Lifestyle sobre los nuevos retos de este arte.

El reto principal es que nuestras ciudades fomenten una mejor calidad de vida, e incluso, una mejor sociedad. Se trata de regresar a lo que tenían las sociedades tradicionales, como lo es la vida de barrio, donde se tenían plazas y parques; donde convivían los mejores sectores de la sociedad, y podías ir caminando de tu casa al trabajo. Me siento optimista que podamos recuperar el centro de la ciudad, los espacios públicos, y los usos mixtos para que puedas vivir y tener abajo tu casa, comercios y tu oficina, afirma.

Hábitat que construya felicidad

“Lo principal, lo que nosotros debemos entender es que el arquitecto es un servidor de la sociedad. Su objetivo principal es que la gente viva mejor en los edificios, que funcionen mejor, y que las personas sean más felices en ellos. Suena fácil decirlo, pero yo creo que sí olvidamos eso, porque vivimos en una época de mucha publicidad, donde gusta que un edificio salga en la portada de una revista; creo que es una droga que no debemos tomar. No debo decir ni diseñar para volverme famoso, sino para que la gente sea más feliz en mi edificación”, aseveró.

Al preguntársele por sus más grandes influencias, mencionó a su padre: “Sin duda, mi principal influencia fue mi papá, Ricardo Legorreta, porque fue mi maestro y mentor. Trabajamos 20 años juntos, y tengo una gran admiración por él y se lo debo todo. México ha sido cuna de grandes arquitectos como Teodoro González de León, que desafortunadamente acaba de morir; Francisco Serrano y Pedro Ramírez Vázquez, entre otros. Pero también hay una gran generación de nuevos arquitectos. Estoy optimista sobre la labor de esos jóvenes de entre los 30 y 40 años que están haciendo buena arquitectura nacional”.

Sobre sus obras más recientes y destacadas, mencionó estar muy contento con la realización de la Torre Bancomer en la Avenida Reforma, que terminaron hace pocos años. “

También recientemente estuvimos terminando con el Conjunto Miyana, que también tiene oficinas, departamentos y comercios. Es de lo que estamos hablando. Hemos terminando la primera etapa y iniciando la segunda”.

Un tema que apasiona

Sobre la aportación de la arquitectura de México al mundo, dijo que nuestra nación es una cuna natural: “Creo que está muy bien reconocida nuestra arquitectura. México es país de arquitectos. A la sociedad le interesa el tema; mientras que hay otras personas que lo ven como una necesidad. En nuestro país la arquitectura es un arte que apasiona, ya que México tiene un lenguaje propio”.

Debemos estar muy orgullosos de la arquitectura nacional, pero el reto actual es que se vuelva también ésta a la parte urbana; a la parte de hacer grandes ciudades.

“Al replantear una ciudad, tenemos que voltear a ver hacia nosotros mismos. Ver qué es el mexicano y obviamente, estar abiertos a las ideas. Estamos en un mundo globalizado y no es posible que no adoptemos países o tecnologías del extranjero. Pero también creo que las tenemos que ver con un ojo crítico, no nada más adoptarlas porque esto se hizo en Japón, Estados Unidos, Medio Oriente o Dubái. Sí hay que abrirnos al mundo, ver lo que está haciendo, pero con sentido crítico hay que ver si eso funciona acá y si eso nos hace mejores mexicanos. Debemos encontrar soluciones muy mexicanas de las que estemos orgullosos”.

Cuestionado sobre la arquitectura moderna Real Estate que actualmente se desarrolla en el país, dijo que se están haciendo grandes proyectos de primera, que están

entre lo mejor a nivel mundial. “Creo que nos hace falta ver cómo nos sale mejor el trabajo en conjunto, no nada más en proyectos aislados”, finalizó.