El edificio Javier Alzamora Valdez, concebido como la sede del Ministerio de Educación de Perú, fue declarado "Monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación".
La estructura diseñada por el arquitecto peruano, Enrique Seoane Ros, entre los años 1951 y 1956, se le otorgó ese titulo por constituir un testimonio claro de la arquitectura civil pública construida durante el Movimiento Moderno en Perú, presentándose como un manifiesto tangible y representativo de las tendencias constructivas de mediados del siglo XX.
El Ministerio de Cultura emitió un comunicado, para reconocer el valor histórico del edificio y destacó la importancia de la obra, considerando que la misma es una evidencia de la transición que tuvo la arquitectura del país desde un estilo "neoperuano" hacia un nuevo lenguaje moderno.
“El valor arquitectónico reside en su monumentalidad -que lo convierte en un hito urbano de fácil reconocimiento-, en la pureza de las formas que componen su volumetría y en la aplicación de los fundamentos propios de la arquitectura moderna -como la funcionalidad, la planta libre y el lenguaje modulado en la fachada-.
También resultan valiosas las distintas obras de arte contenidas al interior de la edificación, como por ejemplo los murales de artistas como Teodoro Núñez Ureta, Carlos Quizpez Asín, Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Enrique Camino Brent y Sabino Springett; estas obras, sumadas a otros elementos ornamentales presentes en el edificio contravienen los preceptos de la arquitectura moderna”, se lee en un fragmento de la Resolución Viceministerial.