La 15 edición de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo anunció a 20 ganadores, en donde el jurado valoró un "retorno a lo material, a la pequeña escala, a lo verdadero, a lo próximo" y una nueva manera de entender la sostenibilidad arquitectónica.
Eugeni Bach, integrante de jurado, mencionó que en contraposición, los proyectos arquitectónicos vanguardistas de hace diez o 15 años en España eran más "espectaculares, de fuegos artificiales", con obras como infraestructuras, grandes urbanismos como paseos marítimos o palacios de congresos.
Ahora, por ejemplo, se ven varios proyectos con estructura de madera, que respetan las tradiciones constructivas y los materiales próximos a la construcción, o que siguen criterios sostenibles no a través de la tecnología sino como una "actitud" arquitectónica.
Según información de EUROPA PRESS, en la bienal se presentaron 581 obras, entre las que premiaron la transformación del recinto Fabra i Coats, en Barcelona, una escuela infantil en Sevilla y un edificio de viviendas de protección oficial en Cornellà de Llobregat, Barcelona.
También el plan urbanístico de Amara Berri, en San Sebastián, un bloque de pisos en Girona, una escenografía en un solar en Olot, Girona, el campo de fútbol de A Gandareira, Pontevedra, la recuperación de la Torre de Merola, en Puig-Reig, Barcelona, de Carles Enrich Studio, entre otras 11 más.
Fabra i Coats, de JSM Barcelona.