En 1991, cuando se ganó el concurso internacional de diseño, Hong Kong contaba con el Aeropuerto Kai Tak que, al estar situado en el área urbanizada de Kowloon, era eficiente, aunque pequeño, por lo que, con el paso de los años, no sería capaz de satisfacer a una ciudad de rápido crecimiento.
Bajo la visión de la Autoridad Portuaria, se encargó un diseño en la isla de Chek Lap Kok, la solicitud fue crear prácticamente toda una nueva isla portuaria; sin embargo, debido a la ubicación remota del lugar, se requirió también el diseño de nuevos enlaces ferroviarios, carreteras continentales y puentes colgantes. Hoy en día, llegar al aeropuerto desde el centro de la ciudad es un viaje de 20 minutos.
En materia de gestión logística y construcción, tuvieron que crear puertos propios de transporte. Fueron aproximadamente 21 mil personas las que trabajaron en el sitio, y 9 mil más fuera para construir el Aeropuerto de Hong Kong
Durante el proceso, Foster + Partners también ganó y entregó la Superterminal HACTL: una de las terminales de carga más grande y tecnológicamente avanzada del mundo.
Este mes, a 25 años de la fecha de finalización, el Aeropuerto Internacional de Hong Kong sigue siendo considerado una proeza arquitectónica y espectacular puerta de entrada a la ciudad.
“La lógica del movimiento está integrada en la arquitectura, con líneas de visión claras a través del espacio voluminoso, cambios mínimos de nivel, un techo abovedado que brinda direccionalidad y un perímetro completamente acristalado que ofrece vistas continuas de la tierra, el agua y los aviones circundantes. Todo el proyecto es una celebración de la emoción de viajar”, finalizó Brooker.