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“Liu Jiakun imagina y construye nuevos mundos, libres de cualquier restricción estética o estilística”, destacó el jurado.

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El arquitecto chino Liu Jiakun ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2025, el reconocimiento más prestigioso del mundo en su campo. Su obra, alejada de las tendencias pasajeras, se distingue por una sensibilidad única: celebra la vida cotidiana y el espíritu de las comunidades.

 

Liu es el tercer arquitecto chino en recibir este honor, y ha dedicado cuatro décadas a diseñar espacios que dialogan con su entorno y con las personas que los habitan. Su enfoque va más allá de la estética: en un mundo que enfrenta desafíos urbanos y ambientales, su trabajo ofrece respuestas que combinan funcionalidad, identidad y poesía.

 

Destacó el jurado, presidido por el arquitecto chileno Alejandro Aravena, la coherencia y calidad de su trayectoria. "En lugar de un estilo, Liu ha desarrollado una estrategia: Cada obra responde de manera única a su contexto", afirmaron.

Nacido en Chengdu en 1956, Liu se formó en la Universidad de Chongqing y fundó su estudio Jiakun Architects en 1999. Su legado incluye hitos como el Museo de Arte de Escultura de Piedra de Luyeyuan y el complejo West Village. Además, su trabajo ha trascendido fronteras con el primer Pabellón Serpentine de Beijing en 2018.

 

Museo de Arte de Escultura de Piedra de Luyeyuan.

La mayoría de las obras de Liu están ubicadas en áreas públicas de ciudades pobladas, lo que refleja su interés en diseñar para la gente.

 

Para Liu, la arquitectura es como el agua: fluye, se adapta y, con el tiempo, se solidifica en algo perdurable. Su visión humanista y su búsqueda de la poesía en el diseño lo convierten en una figura esencial en la arquitectura contemporánea.

 

En la citación del jurado se lee: “En la obra de Liu Jiakun, la identidad tiene que ver tanto con el individuo como con el sentimiento colectivo de pertenencia a un lugar. El artista retoma la tradición china como trampolín para la innovación sin nostalgia ni ambigüedad. Para él, la identidad se refiere a la historia de un país, a las huellas de sus ciudades y a las reliquias de sus comunidades.

“Liu Jiakun también busca un nivel de tecnología que no sea ni alto ni bajo, sino más bien el “adecuado” basado en la sabiduría local, así como en los materiales y la artesanía disponibles. Desde sus primeros proyectos, ha roto el lenguaje arquitectónico actual para introducir las cualidades de la simplicidad, derivadas de los recursos a disposición”, concluyeron.