El estudio británico Foster + Partners ha concluido la construcción de 270 Park Avenue, la nueva sede de JPMorgan Chase en Manhattan. Con 423.1 metros de altura, esta torre se posiciona como el sexto edificio más alto de Nueva York, marcando un nuevo hito en la arquitectura corporativa contemporánea.
Destaca el diseño del edificio por su envolvente de bronce y vidrio, que combina precisión geométrica y una imponente presencia visual. Su base abierta y estructurada con columnas en abanico genera un espacio público ampliado —dos veces y media mayor que el de su predecesor— e integra un jardín urbano que contribuye al bienestar del entorno.
“Ofrece el edificio una nueva visión del lugar de trabajo del futuro, diseñado para el presente”, afirmó Norman Foster, fundador del estudio. Entre sus innovaciones se incluyen niveles de ventilación y luz natural superiores a los estándares normativos, además de un sistema completamente eléctrico y de bajas emisiones, adelantado a las recientes regulaciones ambientales de la ciudad.
El vestíbulo, revestido en travertino claro, incorpora una instalación cinética de banderas creada por el propio Foster, mientras que Gensler y SOM participaron en el diseño interior, configurando espacios de trabajo bajo la idea de una “ciudad dentro de la ciudad”. Estos ambientes fomentan la colaboración, la tutoría y la interacción natural entre equipos mediante cafés de doble altura y zonas de reunión flexibles.
