En su colección formada por: estructuras, andamios, monolitos, escaleras, poleas, grúas, columnas, dinteles elaborados en piedra y madera, amarrados con cuerdas de henequén, nos introduce a un universo alterno donde la humanidad se reencuentra con sus orígenes, revaluando la plástica regional mediante los materiales que utiliza, con la firme intención de elevar la austeridad vital a norma de acción en la manera de procesarlos.
Piedras con Historia y Manos que hacen Estética nos eleva, nos transporta a un universo alterno y nos invita abiertamente a pensar, a cuestionarnos y romper paradigmas sobre la concepción artística contemporánea; apreciar la esencia artística en su más pura y sencilla expresión para ver más allá de la niebla de nuestra alineación, evitando así que el peso de la materia nos aplaste. Cuestionando y rompiendo con la concepción rígida y clásica del arte, despreciando los requerimientos del comercio del arte y negándose al eurocentrismo, enseñándonos que no necesariamente tiene que ser pesado y complejo, y que su valor no depende del costo que marca la etiqueta.
Lo interesante de esta exposición es que con elementos que pueden parecer tan simples (piedras maderas y fibras vegetales) se crea toda una realidad, posee por sí mismo un gran significado, agregando mayor fuerza a la interpretación de las obras.
Jesús Peraza ha conseguido captar en un espacio sin interpretaciones, avivar la mirada al conseguir que la propia forma sea la que nos narre otra historia, sin principio ni final; conjugando un eclecticismo posmoderno con el sincretismo ancestral. Demostrando que cuanto más personal es el arte, se torna en algo más universal.
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