De acuerdo con el banco estadounidense, el mayor efecto del recorte al gasto se sentirá en la segunda mitad de este año, después del periodo de elecciones.
Los recortes presupuestarios en Pemex y los riesgos de retrasos en los proyectos de energía, probablemente mantendrán débil la producción de petróleo, a lo que se suma la suspensión indefinida de algunos proyectos de infraestructura y una acortada inversión para 2016, aseguraron los analistas de JP Morgan.
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