Afirmó que entre 2001 y 2017 el país creció a un ritmo promedio anual de 2.1% y si eliminamos el impacto de la crisis de 2009 el crecimiento promedio fue de 2.4 por ciento.
Dijo que no son cifras malas respecto a otras naciones emergentes. Sin embargo, puntualizó que México seguirá creciendo en torno al 2% debido a diversos factores como la corrupción e inseguridad que le cuestan al menos el 1% al Producto Interno Bruto (PIB). Asimismo, porque no estanos centrados en la educación, tecnología y estado de derecho.
Agregó que en estos momentos el debate en el país debe profundizarse para lograr políticas públicas que incentiven el crecimiento de la economía y la inversión de forma sostenida.
Dijo que las discusiones más profundas deben estar ahora centradas en cómo dar palancas para el desarrollo, sobre todo: que la población y empresas acumulen capital físico y capital humano, así como mantener incentivos fundamentales para que haya competencias.