Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que México cuenta en la actualidad con mayores fuentes domésticas de crecimiento que en el pasado, los fuertes vínculos que mantiene con Estados Unidos en manufacturas pueden provocar una desaceleración económica significativa, afirmó Merrill Lynch. La firma estadounidense aclara que una posición macroeconómica más fuerte, un manejo prudente de las políticas durante el ciclo a la baja y mejores precios del petróleo, podrían ayudar al crecimiento de la economía mexicana. Expone en un análisis que la producción industrial del país se ha contraído durante cinco meses consecutivos, debido a la creciente debilidad de la demanda estadounidense. "La exacerbación de la crisis del crédito en las últimas semanas sugiere un panorama más inhóspito para el crecimiento en Estados Unidos y, por tanto, para la demanda de manufacturas mexicanas". Asimismo, la firma destacó "la terrible situación de las tres grandes de Detroit", ya que 80 por ciento de las exportaciones de la industria automotriz mexicana, que representan 12 por ciento de las totales del país, van a Estados Unidos. "Esto se sumaría a la caída de ventas automotrices que ya esta sucediendo en México, la cual ha tenido como resultado el cierre de algunas plantas". En ese sentido, Merrill Lynch señala que el debilitamiento de la industria ya afecta el empleo, pues la creación de nuevas plazas ha caído de manera constante, al igual que las horas trabajadas en el sector manufacturero, lo que apunta a un mayor desempleo en el futuro. Al mismo tiempo, la caída continua en las remesas de trabajadores mexicanos en Estados Unidos continuará impactando a los consumidores de menores ingresos en el país. "De hecho, una preocupación aquí es si la recesión en Estados Unidos podría provocar una migración inversa de trabajadores mexicanos", advierte.