Por Notimex MONTREAL.- La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estimó una pérdida por cuatro mil 700 millones de dólares estadunidenses para este año debido a la recesión económica global. En diciembre pasado la IATA, que tiene una de sus oficina centrales en Montreal, previó una pérdida por dos mil 500 millones de dólares para 2009. Sin embargo, en una nueva revisión aumentó a casi el doble por el "rápido deterioro de las condiciones económicas globales". En su análisis para 2009, la IATA pronosticó una baja de 13 por ciento en la carga transportada por las aerolíneas y de 5.7 por ciento en el número de pasajeros, lo que disminuirá en 12 por ciento los ingresos de la industria del transporte aéreo. Aunque anticipó que la industria cortará en 6.0 por ciento su capacidad de transporte y que los precios del petróleo se mantendrán relativamente bajos, la pérdida aumentará a 4.7 mil millones de dólares. El director general de la IATA, Giovanni Bisignani, dijo que las perspectivas de las aerolíneas dependen de la recuperación económica y que hay pocos indicios que apunten a un rápido fin de esta recesión. En ese sentido, Bisignani estimó que 2009 se perfila como sombrío, y aunque haya perspectivas de mejoramiento hacia finales del año, es necesario más optimismo que realismo para anticipar una recuperación significativa en 2010. El estimado de la IATA para 2008 anticipa una pérdida de ocho mil 500 millones de dólares para las aerolíneas por la fuerte caída en el tráfico de pasajeros y el transporte de carga en los dos últimos trimestres del año pasado. Las aerolíneas de América Latina registrarán en 2008 una pérdida estimada en 400 millones de dólares, mientras que las de Europa tendrán una ganancia de 1.4 mil millones de dólares. Las de América del Norte tendrán una pérdida de cinco mil millones de dólares, mientras que las de Asia-Pacífico perderán 3.6 mil millones y las del Medio Oriente unos 800 millones de dólares. La IATA confirmó que la baja de precios del petróleo en el segundo semestre de 2008 permitió una reducción de costos, y que el gasto en carburante en 2009 está previsto en alrededor del 25 por ciento de los costos totales de operación, una baja respecto al 32 por ciento de 2008.