Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- El presidente nacional del IMEF, Pedro Núñez Rodríguez, calificó como urgente y prioritario que la Legislatura de la Cámara de Diputados que inicia en septiembre plantee una reforma fiscal de carácter estructural, pues el país no requiere "una reforma posible", sino un verdadero cambio de fondo. En conferencia de prensa lamentó que durante las actuales campañas políticas ningún candidato haya presentado propuestas para superar la aguda crisis económica. Consideró que ningún partido quiere tomar una bandera que le pueda perjudicar, pero el país necesita una reforma para tener mayores ingresos, toda vez que el "boquete fiscal" puede ser mayor a lo esperado este año. El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) dijo que los diputados quienes resulten electos el próximo 5 de julio deberán reconocer la fragilidad de las finanzas públicas y con responsabilidad abordar y aprobar una reforma fiscal estructural. La recaudación tributaria de México es menor a 9.0% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el promedio en América Latina es de 19%, por lo que se deben tomar acciones y no esperar a presentar una reforma hasta 2010, añadió Pedro Núñez. Por su parte, el presidente del Comité de Estudios Fiscales del IMEF, Francisco Macías Valadés Treviño comentó que el gobierno federal tiene la intención de presentar una propuesta de reforma fiscal junto con el paquete económico para 2010. Comentó que el IMEF ha sostenido encuentros con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, donde se ha externado la urgencia de fortalecer las finanzas del país. Señaló que de acuerdo con el funcionario, el gobierno estaría estudiando la propuesta que podría presentarse en septiembre, toda vez que en el escenario económico para 2010, que se presentó en abril a la Cámara de Diputados, se habla de la necesidad de mayores ingresos. Opinó que sin una reforma el país tendría entonces que reducir su gasto corriente, fortalecer los ingresos tributarios y financiar un déficit público. Macías Valadés Treviño expuso finalmente que el déficit no es malo si es temporal, es decir, de uno o dos años, pero de convertirse en permanente al país le costaría trabajo salir de él, toda vez que México ha tenido una historia crítica en materia de endeudamiento.