Consideran que cuando el actual aeropuerto deje de operar en esa zona, los terrenos serán otro nicho de negocio en el que se pueden construir centros comerciales, áreas verdes, complejos de vivienda u otros desarrollos inmobiliarios industriales.
Además, señalan que más del 50% de la demanda de habitaciones de sus inmuebles proviene de las industrias que han crecido en las cercanías del AICM, y no del tráfico de pasajeros.
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