Además, recordó avances de la estrategia para meter en cintura a los desarrolladores, ya que desde su primera semana en el cargo, giró la orden del cierre de la recepción de trámites relacionados con nuevas obras, para revisar la legalidad de los inmuebles que estaban en proceso, con lo que se convirtió en la primera alcaldía en hacerlo.
“Fue por la intención de querer ordenar el desarrollo. Nosotros no estamos en contra del desarrollo urbano, estamos en contra del desorden y lo vamos a combatir”, destaca una nota de El Heraldo de México.
Refirió que hasta el momento, se han hecho más de 250 verificaciones, así como la custodia (sic) de 120 inmuebles por medio del registro público.
Explicó finalmente que diversas edificaciones con anomalías no podrían ser comercializadas: “La alcaldía ha solicitado que esos inmuebles no puedan ser comercializados, pues se presume o tiene a la vista alguna irregularidad el inmueble. Estamos combatiendo no sólo con verificaciones, sino donde más le duele a quien hace un desarrollo ilegal: que son la compra y venta, los recursos”.