Durante varios años, el sector inmobiliario ha sido pilar de la economía mexicana, pero últimamente, ha fungido de soporte para los tiempos que se han vivido.

La inversión inmobiliaria, pese a que cuenta con diversos tiempos y procesos, se clasifica de formas diversas. Esta inversión es el ejercicio donde se adquieren propiedades para generar ingresos y constituye grandes oportunidades financieras, ya que permiten generar riqueza de manera estable.

Se estima que este tipo de inversión durante 2019 aportó entre 9 y 8% del total del Producto Interno Bruto (PIB), teniendo una disminución actual que lo sitúa a la mitad.

Datos: Statista. 

Aunado a éste sector, la construcción ha mostrado una importancia paralela y significativa. Según el portal Statista, el PIB del sector de la construcción en México si situó alrededor de los 1.01 billones de pesos mexicanos en 2020, que tuvo una caída del 17.2% en comparación con el PIB del sector de la construcción reportado en 2019.

En contraparte, hay entidades que han mostrado más dinamismo inmobiliario, posterior a la crisis de la pandemia, ya que según el Banco Inmobiliario Mexicano, cuentan con mayor inversión, destacando Nuevo León, Edo México, Jalisco, Querétaro y algunas entidades en la zona del Bajío. 

“El sector inmobiliario en México crece a diferentes ritmos y tonalidades, tras haber sobrevivido a un año por demás atípico en donde desde finales de 2018 ya se venía a la baja en estos tópicos, hoy vemos un mejor clima que ayuda a la recuperación económica del país”, destacó Víctor Manuel Requejo Hernández, Presidente del Consejo de Administración del Banco Inmobiliario Mexicano.

Con información de Statista.