Los países del Golfo, como Omán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, en particular Dubái, destacan en el Índice de inversión Housearch al asegurar las primeras posiciones para la inversión en propiedades residenciales en 2024.
Esta tendencia subraya el atractivo de la región como refugio de inversión estable y confiable, especialmente en medio de un enfriamiento de los mercados inmobiliarios en Europa y América del Norte debido a las expectativas de tasas de interés "más altas por más tiempo".
Durante mucho tiempo, Emiratos Árabes Unidos, en particular Dubái, han sido un faro para la inversión inmobiliaria en el extranjero, reconocidos por su lujosa oferta inmobiliaria, su entorno empresarial favorable y su régimen fiscal casi nulo.
La reciente afluencia de empresarios y nuevas empresas de alta tecnología y extranjeros de alto patrimonio neto, particularmente después del Brexit a medida que el atractivo de Londres ha ido disminuyendo cada vez más, ha revitalizado más el mercado residencial de Dubái.
Según la clasificación del índice, Omán y Qatar también están ganando terreno, atrayendo a inversores globales que buscan flujos de efectivo confiables y estables. Estos mercados están surgiendo como alternativas atractivas a los destinos de inversión tradicionales y ofrecen oportunidades prometedoras para la diversificación de carteras.
Cabe señalar que el índice está diseñado para ayudar a los inversores inmobiliarios privados a evaluar el atractivo de inversión de los mercados residenciales en 50 países; considera factores como el rendimiento de los alquileres, las calificaciones de paz y estabilidad, los derechos de propiedad y las tasas de crecimiento económico.
Sus conclusiones para 2024 reflejan un panorama cambiante en la inversión inmobiliaria mundial, en el que los países del Golfo se están convirtiendo en actores clave. Este desarrollo presenta una oportunidad notable para los inversores que buscan diversificar sus carteras y acceder a mercados emergentes con un alto potencial de crecimiento.
