Octubre no fue el mejor mes para el sureste de México. Primero fue Stan, en Chiapas, y luego Wilma llegó sin invitación a Quintana Roo, y cual visitante deslumbrado con la belleza de la región se paseó por sus costas, se adentró en sus pueblos y recorrió sus calles, siempre acompañado de lluvias devastadoras y rachas de viento de hasta 320 kilómetros por hora. El huracán Wilma, de categoría 4, se quedó durante casi 60 horas y arrasó con las zonas turísticas y urbanas de Cozumel, Isla Mujeres, Riviera Maya y Cancún, entre otras ciudades de esta entidad que, juntas, albergan 772 hoteles que suman 60 mil 459 habitaciones.
La fuerza de los vientos y las tormentas producidas por el meteoro dejaron al descubierto el endeble revestimiento de parte de la infraestructura hotelera construida en este centro turístico, cuyos restos se podían ver diseminados a lo largo de 25 kilómetros sobre la Avenida Kukulcán un día después de la partida de Wilma. Láminas de tablarroca, plafones y muros falsos, aluminio y diversos materiales plásticos, e incluso algunos muebles que daban forma a una escenografía atractiva para los visitantes, fueron levantados por miles de trabajadores y elementos del Ejército y de la Armada de México, en un esfuerzo por limpiar cientos de miles de toneladas de estos costosos acabados que fueron arrancados por la fuerza del indeseable visitante.
El meteoro dañó 90 por ciento de la infraestructura hotelera, así como también la mayor parte de los comercios, restaurantes, antros, plazas comerciales, campos de golf, muelles y marinas, sin contar que las playas quedaron visiblemente erosionadas. De acuerdo con cálculos de la Secretaría de Turismo (Sectur), la infraestructura turística de Cancún sufrió daños por unos 2 mil 100 millones de dólares. En cuanto a los conjuntos residenciales de la zona la afectación fue menor, excepto casas y edificios muy cercanos al mar, que sufrieron rotura de vidrios, inundaciones, piscinas llenas de ramas, basura y diversos materiales y la caída de algunos techos de palapas. En realidad, los daños estructurales fueron pocos y el mayor perjuicio fue cosmético; sin embargo, la reconstrucción de habitaciones hoteleras se calcula en mil millones de pesos, a decir de los empresarios de la región.
Por otro lado, las inundaciones, así como los árboles, anuncios y postes caídos cancelaron la circulación de vehículos en el Boulevard Kukulcán y en las principales avenidas, por más de dos días. Por ello, se destinó una partida especial de 10 millones de dólares para la renovación y además se cuenta con un presupuesto especial de 220 millones de pesos para diversas obras (renovación de luminarias y postes, trabajos de jardinería, sustitución de palmeras, etcétera).
Por su parte, Nacional Financiera anunció una partida de 500 millones de pesos para la concesión de créditos blandos, sobre todo a empresas micro, pequeñas y medianas, a fin de apoyarlas en sus esfuerzos de reconstrucción; asimismo, se anunciaron una serie de incentivos y exenciones fiscales que estarían vigentes por algunos meses. Los créditos, que ya están operando a través de Banorte, se otorgan mientras se efectúa el reclamo de las pólizas por daños y pérdidas hasta por un plazo de seis meses y tienen un monto de hasta 120 millones de pesos.
Wilma
el desastre más costoso
El nivel de daños causados por el paso del huracán Wilma por la Península de Yucatán podría convertirlo en el desastre natural más costoso para el sector asegurador de México. Rolando Vega, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), subrayó que el costo de los perjuicios por Wilma superarían los derivados por el paso del huracán Gilberto en 1988 (que fueron de unos mil 200 millones de dólares). Y esto es así a pesar de que de las mil 81 empresas afectadas en la región sólo 12 por ciento estaban aseguradas (80 por ciento no contaba con ningún seguro), según datos de la Secretaría de Economía. Así, las destrucciones materiales que provocó Wilma en el sur y sureste de México a empresas que contaban con una póliza de seguro ascienden a mil 407 millones de dólares aproximadamente, de acuerdo con cifras preliminares de la AMIS.
Avances en la recuperación
Con base en información de las secretarías federal y estatal de turismo, hasta el 19 de noviembre había alrededor de 5 mil cuartos de hotel operando en Cancún y para diciembre se esperaba que fueran 11 mil 153; el resto de las 27 mil 750 habitaciones de este destino seguirán en reconstrucción hasta febrero, marzo o abril del 2006, dependiendo de la magnitud de los daños. En la Riviera Maya los cuartos que ya en noviembre se encontraban en operación eran 19 mil 331, y se esperaba que para diciembre sumaran 22 mil 616, de un total de 24 mil 10. En Isla Mujeres la relación era de 546 habitaciones operando en noviembre y 842 para diciembre, en tanto que en Cozumel eran 383 cuartos en el penúltimo mes del año y 730 en el último, de un total de mil 70 y 3 mil 800, respectivamente.
Julio Martínez, miembro de la Asociación Mexicana de Marinas Turísticas, y Jesús Vega Arriaga, director general de Navega, explicaron que de las cinco marinas (Puerto Aventura, Haciendas del Mar, El Cid y las dos de Nichupté) se afectó 40 por ciento y se requiere una inversión aproximada de 2 millones de pesos en cada una para que estén operando en 90 por ciento a mediados de diciembre.
Por lo que se refiere a las embarcaciones de cabotaje, que es el transporte marítimo interpaís, Jesús Vega, concesionario de la terminal de Playa del Carmen, puntualizó que la transportación de turistas de la Isla de Cozumel al continente se ha normalizado a través del ferri de pasaje con capacidad para 400 personas. "El muelle de Playa del Carmen está operable, aunque la zona de recepción de pasajeros y comercio quedó destruida, pero se estima quede lista en su totalidad en unos dos meses, aunque ya para diciembre podría comenzar a dar servicio”, expresó Vega.
Cabe destacar que los cruceros de pasaje los realizan las empresas Navega y Aqua World, pero existen problemas con las que operan los ferris de carga que llevan combustible y alimentos a los hoteles de Cozumel, pues las embarcaciones están descompuestas. En Isla Mujeres se interrumpió el tráfico regular de cruceros, pero para diciembre se tiene previsto el reinicio de operaciones de los ferris. Vega informó que a esta región llegan mil 600 cruceros al año, y de los que llegan a Cozumel, 300 mil pasajeros se trasladan a tierra firme para recorrer la Riviera Maya y sus atractivos.
En Cozumel hay cinco muelles: uno que es propiedad de Carnival (desapareció; su reconstrucción podría llevar tres años, con una inversión aproximada de 50 millones de dólares), otro es el muelle internacional de Estibadores de América (está roto y tardará un año en reconstruirse, con una inversión aproximada de 20 millones de dólares), otro es Puente Langosta (que sufrió una fractura en la parte que hace contacto con la tierra y desapareció totalmente el área de comercios, se requieren 30 millones de dólares y su reconstrucción tomará tres o cuatro meses), otro es el de San Miguel, para cruceros, que se comenzó a utilizar casi de inmediato, al igual que el muelle de Playa del Carmen, que está en operación para fondear embarcaciones de alto calado.
Con el eslogan “Cozumel está de pie y de fiesta” el destino recibió el 14 de noviembre a los turistas que llegaron a bordo de MV Galaxy y Carnival Triumph, los dos primeros cruceros que arribaron a Quintana Roo después del paso de Wilma. No obstante, el empresario dijo que la temporada alta podría sufrir una disminución de 40 por ciento en el flujo de turistas de cruceros.
Recuento de daños
Los hoteleros de la región admitieron que luego del paso de Wilma se dejaron de percibir 15 millones de dólares diarios por concepto de divisas turísticas, cantidad que fue disminuyendo conforme la infraestructura se iba recuperando y los turistas comenzaron a llegar a estos destinos. Pero con todo y esa capacidad de recuperación que tiene el sector turismo, la Secretaría del ramo redujo su estimación en cuanto al ingreso de divisas para este año, para ubicarlas en 11 mil 500 millones de dólares, es decir 4.5 por ciento menos de lo proyectado, debido al impacto de Wilma.
“La estimación que teníamos antes de Wilma era captar 12 mil 111 millones de dólares”, aseguró Oralia Rice, subsecretaria de Planeación Turística de la Sectur, quien añadió que ahora se prevé un ingreso de 21.7 millones de turistas extranjeros, y no los 22.2 millones que se esperaban, es decir, 2.3 por ciento menos de lo programado.
Por su parte, Jorge Hernández Delgado, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viaje, aseguró que alrededor de 210 mil reservaciones que se tenían para Cancún se cancelaron, pero 180 mil se cambiaron a otros destinos de playa en México. Además, otras 90 mil reservaciones están en espera de conocer los avances de reconstrucción del destino, pero si antes del 15 de diciembre no hay una respuesta satisfactoria podrían cancelarse.
"Para la temporada de fin de año se tenían 30 mil reservaciones, de las cuales 60 por ciento se movieron a otros destinos de playa o coloniales, mientras que 10 por ciento fueron canceladas de manera definitiva y 30 por ciento está en espera", expresó el representante de las agencias. Añadió que además hay alrededor de 80 agencias de viaje de la región que sufrieron daños considerables y que para su reparación necesita un financiamiento de por lo menos 150 mil pesos para cada una. Así, debido al embate de Wilma, Hernández Delgado expresó que la balanza turística registrará una disminución de 800 millones de dólares. El funcionario destacó la necesidad de reorientar el turismo a otros destinos, ya que Cancún representa 50 por ciento de la oferta nacional.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) dio a conocer que los huracanes Stan y Wilma afectaron duramente su planta productiva en el sureste de México, al dañar a unos 7 mil establecimientos. Respecto de Quintana Roo, los daños se concentraron principalmente en la zona turística, en mil 820 locales; en Cancún y en Playa del Carmen hay 80 por ciento de restaurantes perjudicados en la zona hotelera, mientras que en Isla Mujeres y Cozumel 90 por ciento presentan afectaciones que les impiden operar. Según datos de la Canirac, la industria de restaurantes en Quintana Roo emplea a unas 27 mil 460 personas y registra ventas anuales de 2 mil millones de pesos.
Por otro lado, Luciano Cedillo, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que se destinarán unos 45 millones de pesos para reparar los daños ocasionados en los sitios y zonas arqueológicas de Quintana Roo.
Rafael León Negrete, secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural e Indígena, destacó que las pérdidas registradas en el sector agropecuario y forestal en los municipios de Benito Juárez, Cozumel, Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas y Solidaridad ascienden a 500 millones de pesos.
Reprogramando congresos y convenciones
Para Cancún, que además de ser el principal destino turístico de nuestro país es uno de los sitios más importantes del mundo como receptor de congresos y convenciones, el desafío de su reconstrucción después de Wilma es muy grande. Entre los eventos más relevantes y trascendentes que estaban programados para 2005 en ese destino figuran el Congreso Interamericano de Cardiología, Kapta Expo Proveedor y el Congreso Internacional de Comercio Exterior. El primero ya tiene nueva fecha en enero de 2006 y los demás están en ese proceso.
Al mismo tiempo, y a sólo una semana de concluido el paso del huracán Wilma por las costas del Caribe mexicano, Cancún Center reanudó el hospedaje de eventos en sus instalaciones. El edificio de Cancún Center sufrió cuantiosos daños “cosméticos” pero ninguna afectación estructural, tuvo roturas leves en instalaciones eléctricas y de aire acondicionado y encharcamiento en la mayor parte de la planta baja y en las oficinas. Las instalaciones y equipos de las cocinas no recibieron daño alguno. Tres de los 18 salones y espacios de Cancún Center salieron intactos, algunos sufrieron rotura de vidrios, otros presentaron leves problemas de plafones y los menos tuvieron daños más aparatosos; en 15 de ellos hubo filtraciones de agua y en la planta baja el encharcamiento de cinco centímetros no afectó el piso de mármol que recubre a este nivel y que cuenta con cinco salones y espacios.
Desarrollos y proyectos en pie
La mayor parte de los desarrollos que están en construcción hoy en día en Cancún y la Riviera Maya, aunque sufrieron algunos retrasos en las obras por el huracán Wilma, nuevamente se han puesto a trabajar para concluirlos en los tiempos y formas previstos.
Proyectos como Playa Mujeres (de la familia Hank), Puerto Cancún (de Michael E. Kelly), Riviera Cancún (de diversos inversionistas, entre ellos Adolfo Fastlicht) y el Mandarín Oriental Riviera Maya, entre otros, continúan adelante con sus planes, de acuerdo con información de los propios directivos de los desarrollos y de los avisos que aparecen en sus portales de Internet. Respecto de Puerto Cancún, un proyecto que prevé una inversión de alrededor de mil millones de dólares en 10 años, y que está en marcha desde 2003, al encontrarse todavía en su etapa de urbanización no sufrió daños mayores por Wilma, aunque algunos de los canales ya excavados se llenaron de arena, ocasionando un breve atraso en el calendario de trabajo de hasta dos meses. Sin embargo, están confiados en recuperar cualquier atraso para cumplir con sus objetivos y calendarios. Incluso, todos los recursos provienen de aportaciones de capital, preventas anteriores y ventas futuras, y reiteran que no se prevén atrasos significativos en la urbanización del predio.
Rafel Lang Uriarte, director general de Puerto cancún, dijo que “algunos de los inversionistas que habían expresado su interés por comprar en Puerto Cancún antes del huracán, ya reiteraron su compromiso de compra, lo cual demuestra una gran confianza en el destino y específicamente en este proyecto. Aún cuando prevén que algunos de nuestros clientes de lotes unifamiliares con residencia en Cancún sufran algunos inconvenientes menores, no prevén que estos afecten los resultados del proyecto”.
Cuestionado sobre si han recibido apoyo gubernamental, respondió que no en lo particular, pero ciertamente algunos de los incentivos anunciados por las distintas instancias de gobierno los incentivan y ayudan a continuar avanzando con paso firme. Tal es el caso de las deducciones en inversiones en activo fijo, y los incentivos para el pago del impuesto predial.
Lang Uriarte fue muy claro y concreto: “Cancún está de pie, y Puerto Cancún también”.
En cuanto a Playa Mujeres, desarrollo que dirige Ramón Abascal, se dio a conocer que la afectación fue únicamente de 1 por ciento, pues hubo algunas inundaciones y el terreno se llenó de sargazo; se levantó un techo de palma y un poco de la flora del lugar se quemó, “pero al final resultamos beneficiados porque ganamos 20 metros de playa”. Este proyecto, que se levantará en una superficie de 376 hectáreas, se encuentra en su primera fase, que incluye diversas obras de infraestructura, vialidades internas y externas y la urbanización de lotes para hoteles, condominios, casas y una zona comercial, así como la construcción de una marina y dos campos de golf, el primero de los cuales se tiene previsto que abra en marzo del 2006 (la obra reportó un retraso de entre 30 y 45 días). Además, en materia de ventas ya están vendidos 50 por ciento de los lotes, gracias a la intervención de CB Richard Ellis, que ha sabido promover la marina, que estaría operando en dos años, los dos campos de golf y los lotes residenciales y comerciales. Las expectativas de ventas de Playa Mujeres alcanzan los mil 350 millones de dólares.
Álvaro Cámara, director asociado de CB Richard Ellis en Cancún, dijo que al principio hubo nerviosismo en algunos clientes, pero que con el paso de los días se dieron cuenta de que el destino va a quedar mejor. Y una muestra de la confianza que tienen los inversionistas en Cancún y la Riviera Maya fue la venta de un terreno donde se construirán 371 condominios de lujo y el cierre del contrato para que CBRE los comercialice a un grupo italiano Bi & Di Real Estate. Pero lo más importante, destacó Álvaro Cámara, es que la venta se cerró después del paso del huracán, el lunes 14 de noviembre, mediante una licitación pública de Fonatur. “El huracán fue un parteaguas, después de todos los daños que todos sabemos que hubo en el destino, con el apoyo del gobierno, la comunidad y los empresarios los inversionistas no retiraron su confianza”, expresó el director.
Por su parte, Jorge Casab Franco, director corporativo de Costa Realty, mencionó que aunque sería muy arriesgado hablar de una cifra, la afectación inmobiliaria en Cancún y la Riviera Maya podría llegar a 400 millones de dólares, sin contar la infraestructura. “En el caso particular de nuestros desarrollos, los daños fueron mínimos, sobre todo en cristales y puertas, pero podemos hablar de que la mayoría están habitables al día de hoy. Las pérdidas no han sido evaluadas en su totalidad, pero son mínimas en comparación con otros proyectos. Se espera que los seguros paguen y donde no haya existido seguro (obras no entregadas), el constructor y desarrollador terminarán absorbiendo la pérdida; si se trata de propiedades entregadas, los daños los reparan directamente los propietarios”, comentó el directivo.
Casab afirmó que ellos empezaron a trabajar dos días después del paso del huracán y dijo que estarán "trabajando al cien por cien en diciembre, pero la recuperación de los niveles de ventas que veníamos sosteniendo no será sino hasta 2006”. Explicó que los retrasos serán más por la escasez de materiales y mano de obra, lo que implicará también un incremento en los precios. Los proyectos de Costa Realty en Cancún suman una inversión de 80 millones de dólares.
Fonatur: nuevos planes de construcción
Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo, comentó durante una gira que realizó por el Reino Unido, que el huracán Wilma les ofreció a las regiones afectadas una oportunidad de reconstrucción del sector sobre bases más sólidas y seguras. Así, Fonatur inició la elaboración de nuevos planes de reordenamiento ecológico y territorial en la zona, sobre todo para Isla Mujeres y Cozumel, que son los que más padecen los embates de los huracanes, a fin de aportar los instrumentos que permitan el reposicionamiento de estos sitios.
Se busca definir la imagen objetivo y lineamientos a los que deberán apegarse las construcciones a renovar, así como los nuevos proyectos habitacionales, comerciales y de servicios, de tal forma que su diseño y procedimientos constructivos, además de homogeneizar su imagen, contemplen prever aspectos de vulnerabilidad y riesgo ante la presencia de fenómenos naturales como los huracanes.
Recuperación de playas
Otro proyecto urgente es el rescate de las playas de Cancún. En pleno comienzo de la temporada alta, y luego de que Wilma borrara del mapa 70 por ciento de la arena de este destino turístico, se espera que las máquinas de dragado comiencen la labor de rehabilitación de los 12.5 kilómetros de longitud que hay de Punta Cancún a Punta Nizuc.
De acuerdo con Gabriela Rodríguez, secretaria de Turismo de Quintana Roo, “los especialistas coinciden en que cada semana podrían recuperarse 300 metros de playa por 60 metros de ancho, aproximadamente, lo que tendrá un costo aproximado de entre 170 y 200 millones de pesos”. Indicó que “los estudios que realizan la UNAM, U de G y la Secretaría de Marina están muy avanzados, habría que precisar algunos puntos, pero prácticamente la parte técnica está concluida. Los bancos de préstamo ya fueron localizados en la zona de La Ollita y en Megarrizadura”.
Y es que, aunque la rehabilitación de terrenos en los que la naturaleza devastó hasta 95 por ciento de las playas es una práctica común en el mundo, éste será un momento histórico, porque es la primera vez que México participa en un megaproyecto de esta naturaleza. Por ello el gobierno federal destinó 200 millones de pesos específicamente para la recuperación de las playas de Cancún y la Riviera Maya. El inicio de los trabajos de recuperación de playas será entre el 15 y 30 de diciembre y se prevé que duren entre 3 y 6 meses.
Unión y arduo
trabajo para levantarse
Por estos días Cancún es un hervidero de actividad reconstructora. “Si hace 17 años tardamos cerca de seis meses en recuperar nuestra ciudad y la oferta turística, cuando éramos poco más de 100 mil habitantes y teníamos 8 mil cuartos de hotel, ahora que somos más de 600 mil habitantes y contamos con 27 mil cuartos de hotel somos muchísimas manos de cancunenses trabajadores y además tenemos una mayor tecnología, mayores volúmenes de suministros y mejores medios de comunicación, transporte y construcción”, dijo Rodríguez.
Los miembros de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo y el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe expresaron que, a diferencia de los daños causados por el huracán Gilberto, los daños que produjo el huracán Wilma no son estructurales. La reconstrucción se está dirigiendo a vidrios, aluminio, plafones, mobiliario, decoración y jardinería. “El flujo de recursos a la entidad, que antes provenía del gasto del turista, en los próximos meses tendrá que provenir del gasto de la reconstrucción, como motor para mantener la economía de todo el Estado de Quintana Roo”, dijeron.
Pablo Azcárraga, presidente de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles (ANCH) y Jesús Nader, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), coincidieron en que la campaña para relanzar la imagen de los destinos turísticos de Quintana Roo, instrumentada por el Consejo de Promoción Turística de México y que requerirá de una inversión de aproximadamente 10 millones de dólares, será un punto de apoyo más para resarcir el impacto negativo que ocasionó el devastador paso del huracán Wilma en la zona del Caribe mexicano.
Jesús Nader se refirió a la urgente necesidad de levantar los destinos de Cancún, Cozumel, Riviera Maya e Isla Mujeres, ya que alrededor de 40 por ciento del turismo internacional y 35 por ciento de las divisas que ingresan al país provienen de estos destinos, y por ello la ardua tarea que se lleva a cabo para tener la zona nuevamente de pie y renovada lo más pronto posible.
Azcárraga, quien también es vicepresidente de la cadena hotelera Posadas, dijo que la más alta prioridad corresponde a la campaña de promoción y relaciones públicas para comunicar que Cancún, Cozumel e Isla Mujeres se levantan y ponen a punto su infraestructura para seguir ocupando el lugar que tienen entre los destinos internacionales de playa. “Por eso, la temporada invernal se ha presentado como la meta a conquistar por muchos hoteleros, que buscan poner a punto sus productos para diciembre”, expresó.
Cabe recordar que de acuerdo con información de la Sectur, tan sólo el Estado de Quintana Roo representa 38 por ciento del turismo internacional que recibe el país, y los ingresos por esta actividad a la región significan cerca de una tercera parte del total de divisas por la llegada de extranjeros. Anualmente la entidad genera 3 mil 500 millones de dólares.
Hablan los analistas
Quintana Roo participa con 1.5 por ciento del PIB, cifra ligeramente menor que la de Chiapas. No obstante, la importancia de esta entidad resalta por su alta especialización hacia el turismo. La división de Comercio, Restaurantes y Hoteles representa 53 por ciento dentro de la estructura del PIB, una concentración local muy elevada. Pero más aún, se trata del destino turístico más importante del país.
Para dimensionarlo, los especialistas de Banamex señalan que, según los censos económicos, en 2003 Quintana Roo representaba 2.3 por ciento de los acervos de inmuebles en el país, lo que contrasta al apuntar que concentra 32 por ciento de los inmuebles específicamente en la rama de Restaurantes y Hoteles. Es decir, en Quintana Roo (específicamente Cancún) confluye la afectación sobre los acervos de inmuebles especializados y la necesidad de mantener los flujos de divisas que representan.
En este caso, los tiempos de respuesta se vuelven vitales, dada la estacionalidad de sus visitantes. Si se pretende recuperar la capacidad para generar flujos de divisas es preciso prepararse para recibir, en los primeros meses de 2006, lo que suele representar el mayor volumen de visitantes internacionales en el año, 35 por ciento más que los que se reciben regularmente en el último trimestre.
Conviene añadir que 32 por ciento del total de habitaciones disponibles en ocupación cinco estrellas en el país se ubican en esa entidad. “Comentamos estos datos porque en nuestro juicio el principal impacto estará asociado a flujos de efectivo, más que a disminución de acervo”, dijeron los analistas.
Si nos guiamos por lo ocurrido a raíz de Gilberto en Cancún en 1988, el número de establecimientos hoteleros disminuyó (de 248 a 230 entre 1988 y 1989), pero el total de cuartos registró un aumento (de 16 mil 032 a 19 mil 739 en el mismo periodo). Además, el desarrollo reciente de la zona ha ampliado la capacidad disponible de la industria de la construcción.
El principal obstáculo para una rápida reacción tiene que ver con limitantes en mano de obra disponible. Bajo esta premisa, el efecto más inmediato sería en presiones salariales en estos quehaceres. De ocurrir una restauración relativamente rápida de la oferta hotelera, el verdadero reto será recuperar niveles de ocupación. Consideran que a partir del reestablecimiento del transporte la estrategia de la hotelería en la zona sería una política de precios agresiva.
Inversiones
planeadas para el 2006
La Riviera Maya, que ya ofrece una gran variedad de alojamiento para todo tipo de visitantes, tenía planes de ampliar aún más su abanico de hospedaje, teniendo programados 23 nuevos proyectos de hoteles para los siguientes tres años.
El director del Fideicomiso para la Promoción Turística de la Riviera Maya, Darío Flota, anunció que dentro de los planes para 2006 hay varias ampliaciones de hoteles y la apertura de nuevos centros de hospedaje. Por ejemplo, que el Hotel Bahía Príncipe Cobá, en Akumal, cuenta con 719 habitaciones y el próximo año tendrá 910. Por otra parte, el hotel Mandarín Oriental, que estará en Punta Bete, contará con 128 habitaciones y estará listo en el verano del 2006. Asimismo, el Hotel Valentín abrirá a finales del 2006 en Playa del Secreto con 654 habitaciones.
Darío Flota comentó que la cadena de AMRESORTS está remodelando el Hotel Sunscape de Puerto Aventuras, pero además la cadena tiene planeada la construcción de un nuevo establecimiento en Playa Maroma durante 2007. Por otra parte, dos hoteles cambiaron de operadora: el Caracol Village y el Gala, los cuales ahora pertenecen a Sandos Internacional, cambiando sus nombres a Sandos Caracol Village y Sandos Gala Playacar, los cuales ampliarán su oferta a mil y 700 habitaciones, respectivamente, durante 2006.
Existen diferentes cadenas hoteleras con inversiones futuras, entre las que destacan Gran Gala Esmeralda de Sandos Internacional y Holiday Village de Karisma Hotels, los cuales se encuentran en construcción y estarán operando en 2007.
No cabe duda que todo el destino fue dañado fuertemente, pero está de pie y recuperándose a pasos gigantes, y si bien se necesitan inversiones multimillonarias y un poco de tiempo para recuperar y renovar al 100 por ciento el destino, será más bello que antes. Lo importante es que ni inversionistas ni turistas han perdido el interés en todo este bello destino.