Uno de los más sensibles e innovadores arquitectos del mundo llega a México con proyectos que sin duda serán referentes urbanos y artísticos. Una constante suya: el uso exclusivo del color blanco. "El blanco es un lienzo que se transforma mediante la luz. Me gusta porque refleja todos los colores que nos rodean.
La arquitectura del Dr. Richard Meier se define a través de la luz. Sus edificios van más allá de la estética. Forman parte activa de la calle en la que se construyen, interactúan con su entorno. Son un ciudadano más. Pero sobre todo, siempre están concebidos para el usuario, dedicados a la persona. Un admirador suyo, el Arq. José Seur, explica: “Lo que más admiro de Richard Meier es la honestidad de su obra, porque es una armonía increíble entre luz, geometría, estructura, forma... y pureza. Sientes algo muy especial porque crea ambientes que te generan sensaciones de serenidad.”
El tradicional Coyoacán y la corporativa Santa Fe, en México, D. F., pronto serán anfitriones de 2 magnas obras del Dr. Meier: "Mitikah Office Tower" y "Liberty Plaza".
“El proyecto de la Torre Mitikah en Coyoacán será parte de un plan maestro de usos múltiples diseñado por Pelli Clarke Pelli Architects y desarrollado por IDEURBAN/IDCity de México. El conjunto arquitectónico combina una esbelta torre de 34 pisos que surge sobre un edificio transparente y translúcido que sirve como base.” (Tomado de la presentación de Richard Meier & Partners.)
Busca transformar el concepto corporativo en México introduciendo emociones humanas positivas. Mitikah es transformación y armonía entre la luz, el espacio y la persona.
Richard Meier escribió el prefacio de un libro acerca de él. Ahí manifestó su interés por desarrollar espacios urbanos que resultaran significativos dentro del contexto de las ciudades: “Nuestros lugares de encuentro deben personificar el sentido de inspiración que yace en el corazón de toda idea urbana”.
Con apego a este ideal concibió Liberty Plaza, su próxima obra en suelo mexicano. Se trata de un desarrollo de usos mixtos que pronto se convertirá en punto de referencia dentro del paisaje urbano y la vida cotidiana de la Ciudad de México. Al estar ubicado en uno de los puntos más exclusivos de Santa Fe, Liberty Plaza exhibirá al máximo su valor artístico, aportado por el despacho Richard Meier & Partners Architects y producto de su larga experiencia de éxito alrededor del mundo. Adicionalmente, su ubicación le entregará el regalo de una excepcional panorámica del Valle de México.
El proyecto incluye la edificación de tres torres en forma de prismas con 15 pisos cada una y un estacionamiento subterráneo de 14 mil metros cuadrados. En ellas se integrarán armónicamente el Hotel W Santa Fe, que tendrá forma de “L”, y dos torres corporativas conectadas entre sí por un centro de conferencias multinivel.
En esta obra se aprovecharán al máximo algunas particularidades de la geografía de México, como la luz, la cual el mismo Richard Meier describe como “Una luz más cálida que la neoyorquina, más brillante y clara, en la que puedes apreciar el color de la naturaleza y el contraste entre lo artificial y orgánico”. Esta percepción se optimiza mediante la implementación de un muro/cortina diseñado para controlar la temperatura y filtrar la luz solar sin incomodar a los ocupantes.
En materia de sustentabilidad, Liberty Plaza también marcará un hito, ya que será una de las primeras edificaciones con certificación LEED en la Ciudad, gracias a que utilizará sistemas eficientes de consumo de energía y agua, administración del sitio y materiales.
TRAYECTORIA
A finales de los años sesenta, el Museo de Arte Moderno de New York (Museum of Modern Art, MOMA) realizó una exposición titulada “Five Architects”. En ella se exhibieron las propuestas de cinco artistas cuyas obras venían ejerciendo una influencia creciente en los Estados Unidos. A principios de la década siguiente el evento quedó plasmado en un libro. Ambos sucesos contribuyeron a impulsar la presencia a escala global de uno de los arquitectos más prestigiados del mundo contemporáneo: Richard Meier.
Nacido en 1934 en el estado de New Jersey (EEUU), Meier recibió su formación profesional en la Universidad de Cornell y se graduó en 1957. A partir de entonces comenzó su carrera profesional trabajando para el despacho Skidmore, Owings & Merrill y con Marcel Brauer también. Meier recuerda que buscó desarrollarse profesionalmente junto a Le Corbusier, arquitecto que él incluye dentro de sus principales influencias: “Toqué esa puerta, traté de trabajar en su despacho pero no me aceptaron… Lo conocí en la ceremonia de apertura de la “Maison du Brésil” (Casa de Brasil), donde finalmente pude acercarme y hablar con él, pero igualmente se negó a aceptarme como practicante”. Años después en una entrevista, Meier relató que Le Corbusier estaba en la creencia de que el gobierno estadounidense había impedido que diseñara el edificio de la Liga de Naciones (Ginebra), el de la UNESCO (París) y los cuarteles generales de la ONU (Nueva York), por lo que tomó la determinación de jamás contratar a un estadounidense.
Tiempo después, en 1963, Richard Meier abrió su propio despacho. A partir de entonces su talento le llevó a encargarse de proyectos residenciales, académicos, corporativos y culturales en distintas partes del mundo.
Richard Meier en el diseño Industrial
En sus obras, Meier no pierde de vista aspectos como la comodidad y satisfacción de los usuarios, por lo que durante su carrera también se involucró en el diseño industrial. Ejemplos de ello son las colecciones de muebles creadas para las empresas Knoll International (1984) y Stow Davis (1994), además de la vajilla para Swid Powell (1984-1986), el piano para IBach (1997), los modelos del “High Museum Watch” (Reloj de Alto Museo) para la “Building Timepieces Collection” (1998), y las perillas para puertas y ventanas de Valli & Valli.
En 1984, a los 49 años de edad, se convirtió en la personalidad más joven en recibir el premio Pritzker de Arquitectura, actualmente considerado el máximo galardón en este campo. Durante el mismo año se le encomendó la que fue considerada la comisión del siglo: “The Getty Center”, impresionante complejo ubicado al sur de la las montañas de Santa Mónica, California, destinado a la conservación del patrimonio artístico, el cual requirió una inversión cercana a un billón de dólares americanos. Este trabajo también representó un hito en la edificación sustentable, debido a que se trata del primer edificio que recibió la certificación LEED luego de que el US Green Building Council (Consejo de la Construcción Verde de los EEUU, USGBC) definiera los parámetros para otorgarla.
Tras cerca de 50 años de mantenerse fiel a sus principios estéticos, Richard Meier sigue construyendo una carrera prodigiosa a lo largo y ancho del mundo. Es la piedra angular del despacho Richard Meier & Partners Architects LLP y encabeza proyectos en todo el mundo, algunos de ellos en México.
La herencia de la arquitectura moderna
En la obra de Richard Meier se puede distinguir una constante estética basada en la preferencia por la luz natural, el espacio, la geometría y -por supuesto- el color blanco, conceptos que ha refinado durante cerca de 50 años y ha mantenido aislados de modas y tendencias pasajeras, alcanzando un estilo inconfundible y un nivel artístico reconocido a nivel mundial.
Su arquitectura desciende de los postulados de las corrientes modernas establecidos por personalidades como Le Corbusier, Mies Van der Rohe y Frank Lloyd Wright, además de escuelas como el Constructivismo (Rusia), Bauhaus (Alemania) y el D’Stijl (Holanda).
Esta influencia se reforzó al comenzar a trabajar en proyectos a gran escala como el “Atheneum” y el “High Museum of Art”, donde se observa un trato especial a los espacios interrelacionados, el uso de segmentos espaciales y los niveles elevados; también utiliza elementos como puentes y rampas, con los cuales logra una continuidad espacial fluida y constante. Un hecho que resalta es que, no importando el tamaño de la obra, Meier logra mantenerse fiel a la propuesta que marcó desde sus primeros trabajos como Smith House: el blanco como color omnipresente, la preferencia por la luz natural (reforzada por el uso de materiales como el cristal) y la geometría.
Richard Meier se desenvolvió profesionalmente durante la parte más activa de la postmodernidad, por lo que en su influencia también se logran percibir algunos postulados del Minimalismo y el Deconstructivismo.
El Blanco
En el discurso que enunció al recibir el Premio de Arquitectura Pritzker, Richard Meier recordó una conversación que sostuvo con sus hijos cuando los pequeños le cuestionaron acerca de cuál era su color preferido y su respuesta fue contundente: “El blanco es mi color favorito”.
En la arquitectura de Meier la presencia de ese color es casi absoluta. Con él logra crear espacios de mucha pulcritud, además de que refuerza el contraste y potencializa las cualidades estéticas de la luz natural debido a que la disponibilidad de ésta no es la misma a lo largo del día, los meses y los años.
Incluso, en el discurso mencionado compartió su percepción acerca de su significado: “Para mí el blanco es el color más maravilloso, porque refleja todos los colores que nos rodean. Para mí, de hecho, es el color que, con la luz natural, refleja e intensifica todas las tonalidades del arcoíris, que cambian constantemente. Porque la blancura del blanco nunca es sólo blanca: casi siempre se transforma con la luz y el ambiente; con el cielo, las nubes, el sol y la luna.
“El blanco ha sido asociado convencionalmente con la perfección, la pureza y la claridad. Si nos preguntamos el porqué de este caso, nos damos cuenta de que donde otros colores tienen valores relativos dependiendo del contexto, el blanco retiene valor absoluto. Al mismo tiempo, puede funcionar como un color en sí mismo”.
La Luz
En los distintos trabajos de Meier se distingue la mayor importancia de la luz natural sobre la artificial. En sus obras aprovecha las cualidades del cristal para explotar al máximo la iluminación durante el día. Con el manejo de este elemento también logra un efecto cromático exquisito, ya que debido a que la intensidad de la luz varía de acuerdo a la estación del año e incluso en las distintas horas del día, ésta se plasma sobre las estructuras blancas convirtiéndolas en lienzos donde la luz del sol puede pintar a placer. Él mismo lo explica: “Es contra una superficie blanca donde mejor se valora el juego de luz y sombra, los llenos y los vacíos.”
El Espacio
En sus obras a gran escala se aprecia una continuidad espacial fluida y constante, producto de la armonía con la que logra distribuir los segmentos espaciales, los niveles altos, los puentes y las rampas. En una entrevista realizada en suelo mexicano abundó acerca del tema, argumentando que una de las responsabilidades del arquitecto es proveer espacios para las necesidades funcionales del cliente: “Mi preocupación tiene que ver con las luces y los espacios, los elementos y volúmenes, cómo se articulan e interaccionan entre sí. También cómo se vinculan con la escala humana y con la cultura arquitectónica, que define cómo se describe el espacio, cómo nos contiene, cómo lo utilizamos.”
En la obra de Richard Meier se puede distinguir una constante estética basada en la preferencia por la luz natural, el espacio, la geometría y -por supuesto- el color blanco.
1976 | Premio Brunner de Arquitectura, The American Academy of Arts & Letters |
1980 | Medalla de Honor, del Capítulo Nueva York, The American Institute of Architects |
1984 | Premio Pritzker de Arquitectura |
1989 | Real Medalla de Oro, The Royal Institute of British Architects |
1992 | Commandeur des Arts et des Lettres, honor concedido por el gobierno francés. |
1993 | Deutscher Architekturepreis (Premio Alemán de Arquitectura) |
1995 | Miembro de The American Academy of Arts and Sciences |
1997 | Medalla de Oro, The American Institute of Architects |
1997 | Praemium Imperiale, de Japón |
1998 | Medalla de Oro, del Capítulo Los Angeles de The American Institute of Architects |
2008 | Medalla de Oro en Arquitectura, American Academy of Arts and Letters |
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2000 AIA 25 Year Award |
-1979 Progressive Architecture Awards |
-1982 AIA New York Chapter Awards -1983 AIA National Honor Awards |
-1986 AIA New York Chapter Awards -1987 AIA National Honor Awards |
-1984 AIA National Honor Awards -1984 AIA New York Chapter Awards |
-1992 AIA New York Chapter Awards -1999 AIA New York Chapter Awards -2000 AIA National Honor Awards Certificación LEED |
-1991 AIA New York Chapter Awards -1991 Progressive Architecture Awards -1996 AIA New York Chapter Awards |
-1989 AIA New York Chapter Awards -1993 AIA National Honor Awards -1993 AIA New York Chapter Awards -1990 Progressive Architecture Awards |
-1997 AIA New York Chapter Awards -2000 AIA New York Chapter Awards -2000 AIA National Honor Awards |
-1997 AIA New York Chapter Awards -2004 AIA New York Chapter Awards -2004 AIA National Honor Awards |
Ciudad: Connecticut |
Los planos rígidos y ángulos agudos se oponen a sus paredes curvas; las rampas y escaleras aportan una movilidad espacial excepcional. |
Ciudad: Hartford Refleja su maestría en el manejo de la geometría, el carácter atemporal y la capacidad de sus obras para adaptarse al entorno. |
Ciudad: Frankfurt am Main Integra dos geometrías alineadas una a la Villa Metzler y la otra al Río Main, ambas conforman una sola retícula ortogonal. |
Ciudad: Atlanta Consiste en cuatro cuadrantes, uno funciona como atrio, centro ceremonial y vestíbulo; la luz simboliza el rol de iluminación del museo. |
Ciudad: Los Angeles La distribución permite que ángulos de intersección y contornos orgánicos dialoguen; el uso de la piedra relaciona a obra y montaña. |
Ciudad: Barcelona La conjunción armónica de espacios se enriquece con la iluminación lograda por el blanco, el vidrio y los materiales reflectantes. |
Ciudad: París Ofrece el aspecto atemporal característico del trabajo de Meier, se compone de un área para oficinas y un estudio de cuatro pisos. |
Ciudad: Naples El techo en forma de “V” armado con dos vigas apoyadas en las columnas principales cumplió el requisito de un techo inclinado. |
Ciudad: Roma Tres semicírculos de radios idénticos simbolizan a la Santísima Trinidad y los tragaluces favorecen la iluminación natural. |
Texto:Real Estate Market & Lifestyle
Foto: IDEAURBAN, RICHARD MEIER & PARTNERS, ALHEL,