Un arquitecto revolucionario y visionario, seguramente adelantado a nuestros tiempos, es Juan José Díaz Infante Nuñez. Para algunos controvertido, para otros más que un arquitecto es un científico, alejado del estilo y de las formas y muy cercano al espacio.
Su obra evolucionó conforme las estructuras que fue realizando hasta que llego a la Kalikosmia (del náhuatl Calli, casa y Cosmia, del cosmos). La teoría de la Kalikosmia se fundamenta en que a menor materia, mayor velocidad, lo que es igual a más espacio en menos tiempo.
Propositivo, investigador, crítico, innovador, con la visión de que la arquitectura se acabó con el siglo XX y que después de ellos ya no hay nuevas formas o estilos, Juan José Díaz Infante afirma que ha dejado de ser un arquitecto para convertirse en un diseñador de espacios y sistemas.
Y su obra es más que clara, porque de grandes edificaciones pesadas evolucionó a edificaciones con menor peso y mayor resistencia.
Su teoría es que hay que acabar con la bardósfera y pasar a la habitósfera, todo ello fundamentado en el uso de la energía. Por ejemplo, su casa en la colonia Condesa, mejor conocida como Kaliskosmia, está elaborada con base en esferas, donde hay 14 kilos por metro cuadrado de esfera, por lo que es muy ligera, pero sumamente resistente.
Esta edificación no tiene un sólo gramo de cemento o concreto y se puede armar o desarmar como si fuera un mueble, no una edificación, y que tiene un costo de producción infinitamente menor a cualquier edificación tradicional.
Agregó que la Litosfera está abajo, luego viene la biosfera con la flora y la fauna, luego la bardósfera y esto es por lo que pelea la gente, por ello hay que irnos a la habitósfera. Diaz Infante prosigue, luego sigue la Noosfera, la atmósfera y la estratosfera, en donde encuentra de alguna manera algo parecido a su estilo, la Estación Espacial Alfa.
Su compromiso ahora es crear sin destruir, crear sin afectar la tierra, crear sin impactar negativamente a la ecología. Sin duda ha dejado del lado el "bardismo", característica fundamental en toda construcción para concentrarse en el espacio.
Hoy en día su teoría se fundamenta en el uso de las energías de la tierra, llegando al uso de los magnetos para lograr que las estructuras floten con la misma energía de la tierra, sin afectar su entorno.
Todo esto no es obra de la casualidad, detrás de ello hay muchos años de investigación y trabajo con físicos y matemáticos, en una investigación multidisciplinaría que parece tendrá grandes frutos en el corto plazo.
Por eso es que Juan José Díaz Infante está más cerca de la ciencia que de la arquitectura, abriéndonos un panorama maravilloso y aterrador porque nos deja ver que la utilización del conocimiento parece estar ajeno a la vida, al no tomar al ser humano como centro del universo.
Sobre los materiales, reseñó que en el pasado había adobe, piedra y tabiques, pero se evolucionó al acero que desplazó a muchos materiales; posteriormente apreció el concreto armado y recordó que con la segunda guerra mundial aparecieron distintos materiales que pudieron hacer más ligeros a los tanques, refiriéndose a los plásticos.
Como reflejo de esta evolución de los materiales, en su oficina se observa como de las pirámides se evoluciona a la Torre Eiffel, posteriormente a los rascacielos hasta llegar a la estación espacial.
Casa Kalikosmia, colonia Condesa.
Es amplio el repertorio de sus obras, podemos citar edificaciones reconocidas, como la actual sede de la Bolsa Mexicana de Valores, en Paseo de la Reforma, al igual que el edifico de Citibank en la misma zona de Reforma, la delegación Venustiano Carranza, el Centro Comercial Insurgentes Minimax, la Terminal de Autobuses de Oriente (TAPO), el Hotel Emporio, además de edificios de departamentos, sucursales bancarias y casa habitación, entre muchas más. También es ampliamente reconocido en el mundo académico, por ejemplo fue fundador y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac, además de académico en la Universidad Iberoamericana, en la misma Anáhuac, en el Universidad Nacional Autónoma de México y en la Salle.