Un reto del día a día

El arquitecto mexicano Enrique Norten es uno de los exponentes más importantes de la arquitectura contemporánea a nivel internacional.

Cuando Enrique Norten era pequeño solía pasar las tardes jugando entre los jardines y edificios Art Decó de la colonia Condesa, en el Distrito Federal, lugar donde nació en 1954. Fue precisamente ahí donde su vida quedó marcada por la vida urbana y su entorno familiar.  Pese a ello, jamás pasó por su cabeza convertirse en arquitecto.

Desde uno de los edificios ubicados en la ciudad de Nueva York, donde se encuentra uno de sus dos despachos Ten Arquitectos, nos comentó que al ir creciendo experimentó su gusto por otras áreas como economía, negocios hasta actividades deportivas. Un buen día decidió que quería estudiar arquitectura.

Arquitecto Enrique Norten.

“Me di cuenta de que quería ser arquitecto muy tarde. Primero fui dando varios tumbos como mucha gente. Yo no tenía precedentes familiares alrededor de la arquitectura y probé otras disciplinas hasta que poco a poco me encontré con los rumbos del diseño”, expresó.

Primer rascacielos de Harlem en Manhattan.Fue alrededor de los 20 años de edad cuando descubrió su gusto por el diseño, por realizar obras creativas, e ingresó a estudiar la carrera de arquitectura en la Universidad Iberoamericana, años que recuerda gratamente.

 “Fueron años muy buenos. Siempre he dicho que no hay mejores años que los de estudiante, donde la única responsabilidad que uno tiene es aprender. Es un gran momento de la vida”, mencionó.

Su entusiasmo por la arquitectura lo llevó a estudiar una maestría en 1980 en la Universidad Cornell, en Nueva York, Estados Unidos. Un año después, decidió establecer su despacho en la ciudad de México donde comenzó a trabajar en diversos proyectos que hoy en día lo ubican como uno de los arquitectos mexicanos más destacados. En 2003 se animó a abrir una segunda oficina en el país del norte.

Centro de Atencion Ciudadana del Gobierno de Acapulco.

TEN ARQUITECTOS

Para Norten ser arquitecto no es propiamente ser un artista. Incluso, señala que quienes se dedican a esta actividad antes que artistas son gente profesional.

“Tenemos responsabilidades muy concretas con nuestras comunidades, con nuestra sociedad, aunque coincido en que hay momentos que la arquitectura, casi por sí misma, llega a momentos sublimes para ser considerado arte, pero eso es un poco ajeno a nuestro trabajo”.

Quizá por eso, para él es difícil opinar sobre sus obras realizadas, de hablar sobre cuál de todas es la preferida, la que le genera un gusto al observarla, pese a que varias de ellas son un deleite en el aspecto visual y funcional.

“Prácticamente todas nos han dado satisfacciones por distintos motivos. Algunas son muy alabadas por la crítica, otras son premiadas, otras son por las relaciones con los clientes o con las comunidades, otras son por motivos muy personales”.

Según Norten, se necesita escribir una tesis para entender la arquitectura, pues no hay una respuesta precisa en un tema tan amplio. Sin embargo, admite que la arquitectura es muy compleja, tiene muchos y diversos planos de información que son igualmente importantes, la parte física es una de ellas, el programa de los tiempos, las  condiciones sociales, económicas, culturales, políticas, todos son planos de información que de alguna manera definen y van informando a las obras.

El arquitecto mexicano no titubea en decir que a lo largo de su carrera ha recibido todas las satisfacciones que pudiera obtener. “Afortunadamente he ganado muchos premios, muchos reconocimientos, el aplauso y la aceptación de la gente, de las comunidades que es al final para quién nosotros trabajamos, y todo eso son grandes satisfacciones”.

Admite que recibir reconocimientos es una satisfacción muy grande, pero también una responsabilidad significativa. “Que nos entreguen un premio a mí y al equipo siempre nos llena de orgullo –dice- pero nos impulsa a hacer nuestro trabajo cada día de una mejor manera, pues implica estar expuestos a más ojos y que nos sigan más de cerca”.

Su experiencia en el mundo arquitectónico ha llevado a Norten a impartir conferencias en prácticamente todo el mundo, así como a participar en jurados internacionales y comités de premiación. También conoce el mundo de la docencia en universidades como la de Pensilvania, Michigan, Texas y la Iberoamericana.

Pero para Norten  ¿cuál ha sido su mayor influencia? “Todo lo que vivimos es influencia –dice– estamos en un mundo evidentemente con un exceso de información, con una gran  interacción, una gran red de comunicación, todo lo que vemos, lo que vivimos de alguna manera acaba permeándose en el trabajo de cada uno de nosotros”.

Y respecto al tema de la creatividad, el arquitecto quien también diseña muebles, opina que es el poder hacer, inventar algo que de alguna manera es fresco, nuevo y que probablemente no se hubiera hecho antes. Norten no cree que exista el estilo ni en el diseño, ni en la arquitectura.

Un ojo a México

Para Norten, México tiene una gran tradición de arquitectura desde hace muchos siglos. Explica que siempre hay gente brillante en esta profesión desde la época precolombina se muestran tantos lugares y espacios maravillosos, después el colonialismo, luego una gran etapa post independencia, un gran siglo XIX, un fantástico siglo XX, y evidentemente eso ha hecho que la tradición de la arquitectura en México sea sólida, fuerte y muy buena. Añade que ello alimenta e informa a las nuevas generaciones de arquitectos. “Además los profesionistas en ese ramo tienen una muy buena formación”.

Los retos a los que se enfrenta esta profesión en nuestro país no son complicados, de hecho, considera que son los de “todos los días”, aunque indica que para los países llamados emergentes, como está considerado México, se deberían resolver situaciones de movilidad, urbanidad, sustentabilidad, entre otros aspectos, que permitan a los habitantes tener una arquitectura y ciudades mejores.

El Visual and Performing Arts Library, en Nueva York.TEN ARQUITECTOS

Con visión internacional 

Años después de trabajar en su oficina de la ciudad de México, Norten se dio cuenta que necesitaba dar un brinco a una de las grandes capitales del mundo con el fin de tener un mejor escaparate internacional.

Después de analizar las opciones, se decidió por Nueva York, que ofrecía varias ventajas para su profesión como la cercanía con México, oportunidades de desarrollo, entre otros aspectos. En el año 2003 cuando TEN Arquitectos abrió las puertas de su oficina en esa ciudad estadounidense.

Sin embargo, admite que tener una oficina en la Gran Manzana no ha sido fácil. Es el resultado de muchos años de trabajo que poco a poco, comenta, le han abierto las puertas.  Considera que es importante entender la forma de trabajar en otros países, pues en México se tiene una forma muy particular de cumplir con las tareas diarias. “Hay que estar dispuestos a tener flexibilidad y capacidad de adaptación,  sin perder la excelencia”.

Hoy en día, TEN Arquitectos tiene presencia prácticamente en todas las partes del mundo y trabajan actualmente en la realización de varios museos, edificios para universidades, tanto en México como en Estados Unidos. En lo que repecta al tema inmobiliario, se están realizando proyectos en las colonias Bosques de las Lomas y uno más en Polanco en la Ciudad de México,   también en las urbes de Guanajuato, Monterrey,
entre otros.

Texto:Valeria Reyes