La Asociación galardonó a cuatro ingenieros de prestigio con los que cuenta el país, otorgándoles reconocimientos por sus trayectorias laboral, humana y técnica.
La Asociación Nacional de Ingenieros y Arquitectos de México (AIAM) entregó reconocimientos a la trayectoria de Enrique Dau Flores, Rubén Filemón Flores García, Eugenio Laris Alanís y Sergio Reyes Osorio, por enaltecer el desempeño de la profesión en el desarrollo nacional.
La historia de esta premiación está estrechamente ligada con el nacimiento de la AIAM, que fue fundada el 24 de enero de 1868, en una asamblea solemne realizada en la Real Academia de San Carlos, con este hecho se convirtió en la primera organización gremial en América Latina y precursora de todo el movimiento de asociaciones de egresados de nivel superior
La importancia de la AIAM en la historia de los gremios profesionales de México radicó en marcar la función que correspondía a todos los profesionales latinoamericanos, así como al estilo de representación gremial que se debía asumir.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz (1876-1911) se realizaron obras importantes, como la construcción de vías de ferrocarriles y el desagüe del Valle de México, además de las obras arquitectónicas del Palacio Postal, el de Bellas Artes y el Paseo de la Reforma.
En el sexenio de Miguel Alemán Valdés, que abarcó de 1946 a 1952, se llevaron a cabo diversas obras como el Nuevo Hospital General de la Ciudad de México, el Centro Materno Infantil, en San Juan Ixtayopan, en el Distrito Federal; hospitales civiles de Córdoba y San Andrés Tuxtla, de Fresnillo, Zacatecas, y de Huajuapan de León, Oaxaca, respectivamente; Hospital General de Campeche, Centro de Salud de Monterrey y hospitales de Mazatlán, Sinaloa, y Pichucalco, Chiapas, así como los hospitales de Morelia y del puerto de Veracruz.
Entre 1969 y 1976 se puso en servicio la terminal de Nuevo Laredo y el nuevo tren aerodinámico de dicha ciudad. Se construyó la carretera central de Piedras Negras, Coahuila, a la ciudad de México. Se iniciaron los trabajos de la carretera del Golfo y del Caribe desde Matamoros, Tamaulipas, hasta Puerto Juárez, Quintana Roo. También se amplió el plan de la colonia de Lomas de Becerra, se iniciaron y terminaron tres grupos de edificios multifamiliares en la colonia Narvarte del Distrito Federal.
Algunos profesionales que han sido parte de esta organización son el ingeniero José Antonio Cuevas, precursor de los estudios de mecánica de suelos, cuya obra ejemplar es es el edificio de la Lotería Nacional; el ingeniero y arquitecto Francisco J. Serrano, maestro y coautor de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y del Edificio Basurto; el arquitecto José Villagrán García, teórico iniciador y propulsor del Movimiento moderno en la arquitectura mexicana; el ingeniero Manuel González Flores, inventor del Sistema de Pilotes de Control y de un sistema antisísmico con los que se han visto beneficiados un sinnúmero de obras coloniales y contemporáneas; el ingeniero Bernardo Quintana, promotor de un amplio grupo de ingenieros cuyas obras se localizan tanto en la República como en el extranjero; el ingeniero Antonio Dovalí Jaime, ex director de la Facultad de Ingeniería con una reconocida labor en el Instituto del Petróleo y como director general de Pemex (1970-76); y el ingeniero Nabor Carrillo, creador del proyecto del Lago de Texcoco.
Con esta amplia y única trayectoria, la AIAM cuenta con una tradición sólida y una estructura que se ha conformado y nutrido de la historia de México, llevando consigo los nombres de sus 35 fundadores y sus integrantes mediante obras, proyectos y premios que esta asociación ha llevado a cabo desde su fundación.
Galardones
A los ingenieros galardonados se les entregó un diploma en ceremonia realizada en la sede de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El homenaje de premiación fue presidido por David Korenfeld, director general de Conagua, y Jorge Javier Jiménez Alcaraz, en representación de la AIAM, quien destacó la importancia de analizar y frenar la invasión ilícita de los cauces de los ríos y otros delitos que han traído consecuencias para los habitantes y ecosistemas de las zonas afectadas.
David Korenfeld resaltó la importancia del trabajo realizado por los galardonados, así como la calidad con la que han desempeñado su labor, la cual deben realizar en favor de nuestro país. Con lo que expuso la importancia del país durante su participación.
“México es un gran escenario de cuencas hidrológicas con poca disponibilidad algunas, y otras con problemas de sequía que representan retos para nuestra ingeniería, que debe hacer un traje a la medida tanto para cada parte del territorio como del abastecimiento y el desafío del agua potable, el abastecimiento del uso agrícola, así como los problemas de drenaje y tratamientos para prevenir y mitigar riesgos de inundaciones y sequias.”
Al recibir su distinción, cada uno de los hoy eméritos ingenieros destacaron el interés por continuar con el desarrollo de la infraestructura nacional, así como con su aporte de conocimiento a la nación en materia de inversión y
mayor desarrollo.
Ingeniero civil
Enrique Dau Flores
• Egresado de la Universidad de Guadalajara en la carrera de ingeniería civil.
• Ingresó en 1993 a la Academia Mexicana de Ingeniería.
• Entre 1989 y 1992 fue secretario de Desarrollo Urbano y Rural de Jalisco; desde 1992 forma parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Jalisco
• En 1995 fue presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental
No quedar mal
El primer emérito llamado a recibir su presea por 59 años de servicios fue el ingeniero Enrique Dau Flores, quien comentó: “Resulta difícil aceptar que mi trayectoria profesional sea merecedora de tan alta consideración; es muy modesta al lado de mis tres compañeros, cuyo ejercicio profesional destaca con brillantez y plenitud de resultados. La recibo porque tengo la firme convicción de que lo realizado en 59 años ininterrumpidos de servicio profesional es producto del trabajo de muchos profesionales de la ingeniería y otras disciplinas, que me han acompañado en mi largo recorrido por la vida y la geografía de México, integrando múltiples opciones de trabajo”.
Hizo un llamado a continuar con la inversión para satisfacer los retos que tiene México, resaltando que por ello los ingenieros, arquitectos, autoridades y especialistas “no pueden ni deben quedarle mal a México”.
Ingeniero mecánico
Rubén Flores García
• Ingeniero mecánico electricista egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Maestría en administración de empresas por la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
• Fungió, entre otros cargos, como subsecretario de Electricidad en la Secretaría de Energía (2006-2007) tras haber desempeñado el cargo de director general de Distribución y Abastecimiento de Energía Eléctrica y Recursos Nucleares.
Seguir con reto
El ingeniero en mecánica eléctrica Rubén Flores García dijo, al ser galardonado, que el sector energético tiene un gran papel por cumplir, ya que el mundo globalizado ha establecido una nueva forma de competencia e inversión para ofrecer mano de obra, oferta de transporte y fuentes energéticas alternas.
También subrayó los grandes retos que deben afrontarse, como la importancia del agua, la producción de alimentos y la energía sustentable, con los que el hombre debe estar preparado para afrontar y cumplir.
Ingeniero civil
Eugenio Laris Alanís
• Ingeniero civil por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestría en mecánica de suelos, igualmente por la UNAM, en 1959
• Actualmente es director de proyectos de inversión financiada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Dejar huella
El tercer recipiendario fue Eugenio Laris Alanís, cuyos estudios de mecánica de suelo realizados en la UNAM y diseño de presas, en Suiza y Francia, han impulsado el mejoramiento de la infraestructura nacional, expresó la importancia de la fundación de la asociación de ingenieros, en la que muchos de sus colegas han dejado huella, tanto en los proyectos más importantes del país como en el sistema de drenaje del Valle del México o la publicación, en 1959, del decreto que crea los premios a ingenieros y arquitectos para reconocer a quienes dejan huella de su capacidad técnica y administrativa.
A la fecha, la asociación ha otorgado 121 premios a ingenieros civiles y 11 a los arquitectos distinguidos, por lo cual Laris Alanís resaltó el orgullo de ser parte de esta asociación, agradeciendo al comité ejecutivo de la misma.
Ingeniero agrónomo
Sergio Reyes Osorio
• Ingeniero agrónomo de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. Estudios en economía agrícola en la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos.
• Entro otros puestos fue coordinador general de delegaciones en la SARH de 1986 a 1988; subsecretario de Agricultura de la SARH, de 1989 a 1990, y vocal ejecutivo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), de 1991 a 1992
Agronomía
Sergio Reyes Osorio destacó que en sus más de 50 años de trayectoria se enorgullece, como ingeniero agrónomo, de que la agricultura en México sea reconocida por la Academia de Ciencias de Estado Unidos, gracias a las presas y al desarrollo de infraestructura hídrica del país.
También resaltó la debacle de la agricultura, que es dependiente de la naturaleza y de los fenómenos climáticos, y reprochó a las instituciones que han dejado sin apoyo este sector que es de gran importancia para la subsistencia alimentaria de México.
“Pobre de aquel país, que no sea capaz de producir sus propios alimentos, porque va a sufrir en forma muy drástica su política económica y social. Por eso hago un llamado para sumarnos a la lucha y volver a darle el apoyo a la agricultura, para retomar el vuelo que merecemos los mexicanos”, concluyó Reyes Osorio.
Korenfeld, en el cierre de la ceremonia, exaltó la importancia de los cuatro ingenieros, a quienes consideró como de mayor prestigio en el país, invitándolos a fomentar la preparación de las nuevas generaciones para entregar su vida y profesión a México, y que de esta manera pugnen por hacer de éste un mejor país”.
Texto:Yuriko Barrera, Jesús García