BANAMEX
El mercado hipotecario mexicano se desarrolla en forma sana, gracias a que afortunadamente la banca mexicana no ha competido con riesgo.
Si compitiéramos con riesgo, y sobre todo, si entráramos en una ceguera colectiva como la que vivieron otros países en el mundo, lo que sucedería es una expansión muy rápida del crédito, pero esa película ya sabemos cómo acaba: termina con efectos colaterales dramáticos más allá de familias que pierden su casa, también destrucción de valor y la caída generalizada en los precios de las viviendas.
Vemos una prudencia de la banca no solo hacia la colocación del crédito, sino también cuidando al consumidor. Por ejemplo, en Banamex, siete de cada 10 hipotecas solicitadas son aprobadas.
Esencialmente, hay tres factores por los cuales se niega un crédito:
- La primera es que no hay una fuente de ingresos estable, permanente y comprobable.
- La segunda, cuando hay un nivel de endeudamiento más allá de lo saludable en una persona.
- Y la tercera, que haya un mal historial creditico.
En ocasiones un mal historial creditico viene asociado a las otras dos, pero no siempre. A lo mejor una persona tiene un buen historial creditico pero si están presentes algunas de las otras dos variables, como un nivel de endeudamiento elevado o falta de comprobantes de ingresos, no accede al crédito.
Apreciamos una demanda real por tomar una crédito hipotecario para adquirir un inmueble, pero también vemos que hay inversionistas que ante el nivel de tasas de interés históricamente bajas que hoy vivimos, de pronto consideran como una alternativa de inversión comprar una propiedad para rentarla, lo cual también es válido; sin embargo, no vemos un inversionista, en ningún banco, que traiga 10 casas con hipoteca para rentarlas o un consumidor que lo esté buscando.
Visto de otra manera, no vemos una demanda impulsada por especulación, sino una demanda real impulsada por la necesidad de contar con un patrimonio para vivirlo.
Lo que ha pasado durante los últimos 16 años en nuestro país, dentro del mercado hipotecario, habla de una historia de éxito pero con mucha prudencia.
El mercado hipotecario se ha visto expuesto a la crisis financiera más importante (2008-2009) que ha vivido el mundo en los últimos 100 años y no pasó gran cosa en México. Tuvimos una recesión económica y probablemente el ajuste del mercado hipotecario de esos años se debió a ese fenómeno y no a una debilidad en el sector.
Hemos visto que nuestro mercado evolucionó con productos más sofisticados, con una competencia donde las tasas de interés bajaron muchísimos, a niveles mínimos históricos, pero nunca rompimos un nivel que fuera insostenible.
También vimos que creció la accesibilidad al crédito en términos de productos; de políticas; de crédito; en pagos mínimos mensuales; niveles de endeudamiento. O sea, se expandió la accesibilidad de crédito, pero nunca a nivel que pasáramos más allá de lo prudente y sostenible.
De la misma manera, la evolución de los productos jamás fue a tal grado de tener productos tóxicos, como sucedió en el mercado de los Estados Unidos. Tampoco se han relajado las políticas de otorgamiento de crédito, aquí ha sido sostenida.
El mercado hipotecario mexicano está influido y respaldado por una demanda real, nunca por una demanda especulativa.
Indicadores Banamex:
Cifras 2015
Créditos otorgados:
10,949
Saldo de la cartera total:
81,331 mdp
Índice de morosidad:
1.15%
Monto promedio de originación:
$483,342
Plazo promedio del crédito:
19 años
Tasa promedio ponderada
por saldo:
10.6%
Cifras a mayo de 2016
Saldo de la cartera total:
79,165 mdp
Índice de morosidad: 1.21%
Fuente: Banco de México y CNBV.
Texto:Ricardo García Conde
Foto: Banamex