Hay un cuestionamiento que nos hacen regularmente y que hoy, por la situación que se vive, se agudizó: ¿Es buen momento para solicitar un crédito hipotecario para adquirir una propiedad?
En mi opinión, la demanda de un crédito hipotecario obedece más a una necesidad, a un momento de vida, a una circunstancia personal o familiar del ciclo de vida, porque los hijos siguen creciendo y porque la cigüeña no lee el periódico. Además, la formación de familias y el bono demográfico que tiene nuestro país nos lleva a determinar una demanda natural de vivienda que hay que satisfacer y esto no se detiene por la pandemia.
Respecto al momento oportuno para hacerlo, desde mi punto de vista, debe ser cuando la persona o la familia lo necesite.
Actualmente, las tasas de interés han bajado, es un hecho. Hace poco, nosotros también anunciamos un drástico ajuste en éstas, porque el costo del fondo se redujo y decidimos trasladar ese beneficio a nuestros clientes para asegurar que el mercado siguiera teniendo dinamismo.
Sin embargo, más que una compra especulativa de coyuntura económica, la adquisición de una vivienda siempre tiene que obedecer a un plan de vida.
Si somos exigentes, quizá debemos aceptar que los planes de las familias sí se van a ver afectados, pero en la mayoría de los casos, hasta positivamente por estos cambios. Al final, los factores demográficos del país apuntan a una demanda sostenida de vivienda, y es un tema de reacomodarnos porque, definitivamente, la gente no va a regresar a vivir a cuevas, requiere de un lugar donde vivir.
Un efecto sobre la demanda de la crisis sanitaria que estamos viviendo es el Home Office, por lo que ahora la casa o el departamento debe tener las instalaciones adecuadas para poder trabajar por periodos de tiempo prolongados; esta es una de las variables que van a empezar a cambiar tanto la oferta de vivienda, como la necesidad de la familia, y por supuesto, nos toca atender esas necesidades.
Nunca debemos perder de vista que el crédito hipotecario es una herramienta generadora de riqueza. He tenido experiencias en donde una persona que rentó durante 20 años, al final solamente tuvo el egreso y no el patrimonio; en cambio, una persona que tuvo un crédito hipotecario, por supuesto con mucho esfuerzo igual durante 20 años, al final del periodo no solo ya es dueña de esa casa, sino que resulta que ese inmueble vale muchísimo más de lo que le costó en un principio y generó riqueza para él y para su familia por la plusvalía acumulada, al mismo tiempo que la ha podido disfrutar.
Incertidumbre, un reto
Hoy en día, se reúnen una serie de factores positivos, aun en medio de la incertidumbre por la situación económica y de salud que vivimos.
Desde el punto de vista del producto hipotecario, se cuenta con una buena oferta, no van a encontrar un mejor momento para tomar un financiamiento hipotecario. Por lo tanto, si una persona tiene la necesidad de una vivienda y cuenta con certidumbre laboral y de ingresos, es un gran momento para comprar.
Las personas están comprando porque se van a ir a vivir a otro lugar u otra ciudad, porque se van a casar, quizá también porque se divorciaron o se independizan de los padres y requieren su espacio. La pandemia no cambia tu plan de vida.
Por citar un ejemplo, en abril pasado, en el momento más crítico de la pandemia, un cliente me manifestó que ésta no iba a cambiar sus planes, que se iba a casar y necesitaba una casa porque no quería vivir con sus padres o la suegra. Así de simple.
Desde el punto de vista de la oferta hipotecaria, estamos experimentando un periodo en el cual nunca habíamos tenido tasas de interés tan bajas, además, son productos donde el cliente entra totalmente blindado; es decir, no está expuesto al desempeño de ninguna variable económica: Ni de inflación, tipo de cambio, ni de tasas de interés. Desde este punto de vista, el cliente tiene total certidumbre.
En cuanto a la demanda, se trata de conocer cada uno su estabilidad laboral y su perspectiva de ingresos en el mediano y largo plazo, porque una hipoteca es un compromiso de 15 a 20 años. Y si la persona se siente en condiciones de hacerlo, entonces sí es el mejor momento para acceder a un crédito y comprar una casa o departamento.
Si al mismo tiempo encuentra una oferta de vivienda con las características que está buscando y a un precio que puede pagar, ¿por qué esperar?
Responsabilidad
En este momento y como siempre, hay que ser muy responsables con nuestras finanzas personales. El crédito debemos entenderlo como una herramienta, que si utilizas sabiamente te genera beneficios e incluso te ayuda a hacerte de un patrimonio.
Comprar una casa tiene grandes implicaciones: Económicas, fiscales y legales; por supuesto, inversión inmobiliaria y una enorme carga emocional.
Por lo anterior, será muy importante que para tomar esa decisión de vida encuentren un buen producto y un gran respaldo, de la mano de una buena y adecuada asesoría que vaya mucho más allá de vender un producto financiero. Todo esto es lo que ofrecemos en nuestra institución.
Texto Ricardo García Conde
Foto: mira companies / biaytzit /