A pesar del entorno macroeconómico incierto, considerando incluso el riesgo de una recesión, las perspectivas para 2009 de la industria de la construcción en su conjunto y la infraestructura en particular son positivas.
De acuerdo con un estudio sectorial del departamento de Estrategia y Análisis de Ixe Grupo Financiero "para 2009, resulta indudable que la apuesta del gobierno para el impulso a la economía apuntará nuevamente a continuar destinando un elevado gasto público en infraestructura".
El análisis indicó que este hecho ya se ha visto reflejado con la aprobación de un paquete adicional del gasto a infraestructura para el próximo año por 53 mil millones de pesos (mdp), lanzado por el Gobierno federal ante la agudización de las condiciones financieras externas, con lo cual la inversión impulsada por el gobierno se mantendrá en niveles superiores a los observados en los últimos 20 años.
Por lo tanto, la inversión planeada para 2009 de 556 mil 800 mdp, es mayor que la que se estima se realizó en el año en curso, siendo este aspecto el que da mayores posibilidades al sector de mejorar su desempeño durante el próximo año. "En estos recursos se encuentran contemplados tanto el gasto adicional programado para 2009, a través del Plan para Impulsar el Crecimiento y el Empleo (65 mil 100 mdp), la inversión impulsada por el gobierno federal (456 mil 700 mdp) y el Fondo Nacional de Infraestructura, FONADIN (35 mil mdp)".
Oportunidades
"Tomando en cuenta lo anterior, considerando que algunos proyectos iniciados en 2008 podrían madurar en 2009 y que la licitación de algunas obras más importantes del sexenio podrían llevarse a cabo el próximo año, nuestra perspectiva es un mejor panorama para el sector durante el próximo año", puntualizó el análisis de Luis Flores Sánchez y Lucia Martín Rivero.
A juicio de los analistas, hay tres catalizadores fundamentales para dar impulso a la industria:
1. La agilización en la aprobación de los proyectos de infraestructura.
2. La eliminación de los cuellos de botella que continúan dificultando el correcto ejercicio de los recursos.
3. Lograr que la Iniciativa Privada tenga mayor participación en grandes proyectos de infraestructura con alta rentabilidad social.
Del punto número uno es importante destacar que la celebración durante el próximo año de las licitaciones de proyectos importantes del sexenio como el Puerto de Punta Colonet, el aeropuerto de Riviera Maya o el Tren Suburbano de Chalco y Jardines de Morelos, son indispensables para que el inicio de su edificación impacte la producción del sector.
Sobre el segundo aspecto, "la flexibilización de las reglas de operación del FONADIN es indispensable para la correcta fluidez en el uso de los recursos con los que cuenta el fondo. Para el próximo año se espera una inversión con el dinero del FONADIN diez veces mayor a la que se logró ejecutar en 2008".
Otro aspecto que favorecerá al sector, es la actual tendencia de baja en el precio de los materiales para la construcción, factor que aliviará la presión sobre buena parte de los costos de producción del sector público y las empresas privadas.
Riesgo
Pero en contraste, advirtió el análisis de Ixe, hay diversos riesgos. El primero es que la inminente recesión en Estados Unidos se pueda prolongar más tiempo de lo esperado, porque ello impactaría severamente los ingresos del sector público por menores exportaciones de petróleo. Sin embargo, este riesgo está acotado porque una buena parte de los recursos están presupuestados y esto reduce la probabilidad de que no se ejecuten.
Asimismo, hay que recordar que el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Cartens, afirmó que el Gobierno federal adquirió coberturas sobre el precio del petróleo, lo que garantiza los ingresos pronosticados en el presupuesto aún cuando los precios internacionales se mantengan por abajo del nivel en que se elaboró el presupuesto de 2009.
El otro riesgo que consideraron los analistas de Ixe, afecte al sector privado, es que se dé una fuerte disminución en la disponibilidad de financiamiento interno y externo para las empresas, causando una caída mayor en el monto de inversión privada. "De presentarse estas condiciones, el ciclo de la economía estaría afectando severamente los resultados de una política que busca suavizar las fluctuaciones macroeconómicas".
También debemos considerar que "diversos factores han ocasionado que aún cuando se han anunciado grandes montos de inversión para proyectos de infraestructura, la inversión planeada no haya logrado verse materializada en la producción del sector. De no resolverse estos factores (los cuales incluyen la modernización de la Ley de Obra Pública, adquisición de derechos de vía o estudios de impacto ambiental) será altamente probable que aunque el alto ritmo de inversión continúe, estos recursos no impacten la dinámica del sector".
Finalmente, otro riesgo de acuerdo con los analistas de Ixe, es que la volatilidad observada en el tipo de cambio ocasiona una mayor incertidumbre para las empresas constructoras acerca de la rentabilidad de los proyectos de infraestructura y, por lo tanto, la expectativa de ofertas menos atractivas en las licitaciones.
"En el estimado de Ixe, el tipo de cambio se estabilizará en niveles cercanos a 11.90 pesos por dólar este año y hacia 12.03 para el próximo año. Sin embargo, de presentarse nuevas presiones sobre el comportamiento de esta variable, esto puede ocasionar un mayor retraso en las licitaciones".
Importancia de la infraestructura
Para la secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, un comportamiento anticíclico de la inversión pública en infraestructura puede servir para mitigar el impacto de la crisis financiera mundial, según un reporte del servicio en línea Invertia, de Terra.
"La infraestructura ligada a la obra pública y a las alianzas público-privadas representa la mejor alternativa, porque genera empleo y crecimiento", dijo Bárcena al inaugurar en Santiago de Chile el seminario internacional Infraestructura 2020: Avances, déficits y desafíos.
Bárcena aseguró que la región debería poner especial atención en los sectores que más estimulan a la economía real, mientras se logra un rediseño de la arquitectura financiera internacional.
El problema histórico de América Latina y el Caribe es que se gasta menos de 2 por ciento del PIB en infraestructura, en circunstancias que se requiere invertir en el sector entre 5 y 6 por ciento. "Asia gasta entre 6 y 8 por ciento y eso nos diferencia, porque el aumento de la competitividad de nuestros países está muy atada a la infraestructura y a la conectividad", acotó.
Bárcena admitió que la inversión en infraestructura de los países de la región no tiene el respaldo financiero requerido ni desde los gobiernos ni de los organismos multilaterales ni del sector privado, en los términos y montos necesarios para afrontar los desafíos de una economía globalizada, reportó Invertia.
Financiamiento internacional
Bajo este contexto, es importante allegarse de diversas fuentes de financiamiento. De acuerdo con información periodística, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció el pasado 12 de noviembre que concedió un préstamo de mil 200 millones de dólares (mdd) a México, para financiar la mejora en infraestructuras y servicios públicos en distintos municipios de México.
El banco de desarrollo Banobras será el encargado de gestionar el crédito para financiar proyectos de infraestructura, servicios públicos y de fortalecimiento institucional.
Banobras utilizará los recursos del BID para otorgar préstamos y garantías crediticias a mediano y largo plazo, así como asistencia técnica, a gobiernos de estados y municipios y a proveedores de servicios públicos, dentro del Programa Nacional de Infraestructura del Ejecutivo de México.
Este plan quiere dar un mayor papel a los estados y municipios para que asuman el financiamiento de infraestructuras básicas y servicios públicos como la provisión de agua, saneamiento y riego.
Banobras podrá adelantar fondos a sus prestatarios o efectuar desembolsos a medida que avancen los proyectos. Podrán utilizarse recursos del préstamo del BID para financiar estudios de viabilidad, diseño y evaluación de proyectos.