Luego de dos años con un pobre crecimiento, el año 2015 inicia con una perspectiva más optimista, pero sin estar exento de riesgo.
La economía de México finaliza el ciclo 2014 en medio de intensas presiones derivadas de la fuerte baja en los precios internacionales del petróleo y presiones sobre el tipo de cambio, pero con la expectativa de que se acelerará la recuperación económica.
En opinión del consenso de analistas en el país, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2015 será de 3.45%, de acuerdo con la encuesta que realiza Banamex entre analistas del sector financiero.
Durante 2011 y 2012 la economía mexicana se expandió a un ritmo anual de 4%, respectivamente, pero para 2013 se desaceleró a 1.1%, aunque recientemente el Inegi lo corrigió a 1.4 por ciento. Para 2014, los pronósticos de los analistas lo ubican en un crecimiento de 2.1%, derivado de la debilidad de la demanda interna y una floja recuperación de la inversión, donde el sector externo fue el principal motor del crecimiento.
Visto en términos de tendencia, nos espera un mejor año en 2015 respecto a 2014 y 2013, pero tampoco será nada extraordinario, toda vez que los mismos expertos prevén que sea hasta 2016 cuando se refleje el impacto de las reformas estructurales con un mayor ritmo de crecimiento.
El primer temor es en términos de las expectativas mismas, porque en los dos años previos se fueron ajustando a la baja en forma permanente. Por ejemplo, la encuesta de expectativas entre analistas de sector privado que realiza Banco de México publicó en febrero de 2014 el primer ejercicio de dicho ciclo y pronosticó un crecimiento de 3.4% para dicho periodo, pero esa misma encuesta se ubica en 2.2% al cierre del año.
Sin embargo, a pesar de las correcciones a la baja en los pronósticos para el crecimiento del PIB de 2014, la tendencia de las estadísticas muestra que la recuperación continuará en los próximos trimestres, fundamentado en un crecimiento sólido de la economía de Estados Unidos, que beneficiará a las exportaciones no petroleras, así como un gradual fortalecimiento del gasto interno del sector privado, tanto de consumidores como de inversión de las empresas.
Visión oficial
Recientemente, tanto el Banco de México como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajustaron sus respectivas expectativas de crecimiento de la economía para 2014 y acotaron sus estimados para 2015.
Primero fue el Banco de México, que para 2014 prevé un rango de expansión de 2 a 2.5% y para 2015 de 3 a 4 por ciento. Los estimados previos estaban de 2 a 2.8% para 2014 y de 3.2 a 4.2% para 2015, respectivamente.
Por su parte, la Secretaría de Hacienda modificó sus estimados a rangos de posibilidad como lo hace el Banco de México. Para 2014 establece un rango de 2.1 a 2.6% en lugar del dato puntual de 2.7% previsto anteriormente. Para 2015 establece un intervalo de 3.2 a 4.2%, en sustitución del dato puntual de 3.7 por ciento.
Motores del crecimiento
Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays en México, dijo que Estados Unidos va a seguir siendo un motor importante de crecimiento para México. Prevé un crecimiento de 3.3% en 2015 y para 2016 –una vez que la reforma energética esté más encaminada– espera un crecimiento de 3.7 por ciento.
Explicó, además, que Estados Unidos se está recuperando muy bien, con una buena generación del empleo, aunque ello desarrollará la normalización de las condiciones monetarias de dicho país. También señaló que otro motor de crecimiento interno será la inversión. Al tener claro que no habrá cambios fiscales y que se viene la aplicación de las diversas reformas estructurales, la economía va a generar que esta inversión crezca alrededor de 4 a 4.4% en 2015, una mejora de casi 2% respecto a la observada en 2014.
Finalmente, agregó que el consumo de las familias se va a ver beneficiada por la ausencia de cambios fiscales y por el hecho de que el precio de la gasolina ya no va a tener los incrementos que ha tenido en años previos.
En BBVA Bancomer coinciden con Barclays que en el sentido de que para el año 2015 el crecimiento económico tendrá un mejor desempeño apoyado por un crecimiento más robusto en Estados Unidos y la continua aceleración del gasto público.
“Revisamos el crecimiento del PIB para 2014 de 2.5 a 2.1 por ciento. Para 2015, se espera un crecimiento de 3.5% considerando que el buen desempeño de la demanda externa continua en un escenario en que Estados Unidos crece 2.5% anual, la producción y el precio del petróleo dejan de caer y se acelera el gasto público en obras de infraestructura”, afirmaron los analistas de BBVA Bancomer.
Desempeño sectorial
En Santander consideran que el sector de manufacturas y construcción (vivienda y espacios comerciales e industriales) registran resultados favorables y mantienen una perspectiva positiva para estas actividades, tanto para el cierre de 2014 como para 2015.
Sin embargo, observan que el desempeño del sector de los servicios ha sido más débil de lo esperado, lo que indica una recuperación más lenta de la prevista del gasto interno (consumo e inversión).
Añadieron que los sectores de comercio interior, servicios de transporte y almacenamiento, de telecomunicaciones, servicios financieros y servicios profesionales, entre otros, observan un menor dinamismo de lo que preveían para todo 2014.
Por otra parte, también consideran que el impacto del gasto público en la economía observa un rezago mayor al estimado como lo muestra el renglón de obras de infraestructura del sector construcción.
Desde luego el gasto de los consumidores también ha sido moderado y en 2014 el impacto del alza de impuestos, aumentos en los precios de los energéticos, transporte y sobre todo la inflación en alimentos (procesados y agropecuarios) ha sido significativo.
Por todo ello, los analistas de Santander decidieron ajustar sus previsiones de crecimiento para el PIB, llevándolo a 2.1% en el balance esperado para 2014 en lugar del estimado previo de 2.5%, mientras que para 2015 lo fijaron en 3.5% en lugar del 4% que habían sostenido.
“Mantenemos nuestra perspectiva favorable en cuanto a que el crecimiento económico en Estados Unidos seguirá fortaleciendo las exportaciones no petroleras del país, particularmente las manufacturas y a ello sumamos una mejora en el sector construcción residencial y de espacios comerciales e industriales. Sin embargo, como mencionamos estamos ajustando nuestros estimados por un desempeño menor a lo previsto del sector de servicios”, afirmaron en Santander.
Elementos de estabilidad
Hay diversos elementos que contribuyen a que se mantenga la estabilidad económica y financiera de México.
Primero, que pese a la drástica caída de los precios internacionales del petróleo, México tiene una cobertura de 100% de los ingresos petroleros para 2015, por lo cual está garantizada la salud de las finanzas públicas en dicho periodo y no hay riesgo de un recorte al presupuesto. De extenderse a largo plazo la baja de los precios del petróleo, será hasta 2016 cuando afecte las finanzas públicas del país.
Segundo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le renovó a México por dos años más la línea de crédito flexible por alrededor de 70,000 millones de dólares (mdd).
Dicha línea, se suma a las reservas internacionales del Banco de México, que rondan los 192,966 mdd y que cuentan con un blindaje superior a los 260,000 mdd para hacerle frente a cualquier movimiento especulativo sobre el tipo de cambio. De hecho, por anticiparse a mayores presiones sobre el tipo de cambio, la Comisión de Cambios reactivo la subasta de dólares para restarle presión al peso frente al dólar en la primera quincena de diciembre pasado.
En tercer lugar, casi al cierre de noviembre el presidente Enrique Peña Nieto presentó un Programa de Seguridad a través de diez medidas en justicia, seguridad, impunidad y transparencia. No hay que olvidar que a lo largo del año 2014, los analistas del sector privado ubicaron a la inseguridad como el principal factor de riesgo para el crecimiento económico.
Estos tres elementos se conjugan para brindarle estabilidad económica y financiera al país en 2015, pero no por ello estaremos exentos a la volatilidad internacional, derivada de la política monetaria de Estados Unidos, la debilidad económica de Europa y Asia, así como por la guerra petrolera.
Año | Porcentaje |
---|---|
2010 | 5.1 |
2011 | 4.0 |
2012 | 4.0 |
2013 | 1.1 |
2014 | 1.9 |
Fuente: Banco Mundial / Inegi. |
Riesgos
Los riesgos para que nuevamente en 2015 se observe un crecimiento menor al esperado, como sucedió en los dos años previos, provendrían de un desempeño menor de la economía de Estados Unidos, un agravamiento de las condiciones financieras globales, así como el que prevalezcan rezagos en la aplicación del gasto público y en las licitaciones de obras de infraestructura.
Internamente, los analistas del sector privado consideran que los problemas de inseguridad pública, la debilidad del mercado externo y la economía mundial y la debilidad del mercado interno son los tres principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México.
Al respecto, en BBVA Bancomer opinaron que es importante impulsar la inversión, la seguridad y el estado de derecho para alcanzar una mayor actividad productiva y bienestar de la población. Describieron que el costo económico del delito representa una limitante importante para alcanzar un mayor desarrollo y crecimiento económico de largo plazo.
A nivel global ve riesgos de que Estados Unidos se vea afectado por el retiro de los estímulos monetarios, que la zona Euro siga estancada y que China tenga un ajuste brusco.
Sobre el precio del petróleo, prevén que por cada 10 dólares de menor precio, el PIB caería en torno a 0.2 puntos porcentuales. Sin embargo, advierten que esta reducción se podría ver compensada en cierta medida por un crecimiento más fuerte en Estados Unidos.
Texto:Ricardo Vázquez
Foto: EICE, SACT, MX IND, HYL, ETTA, mexicoxport, COC V