Para invertir en México desde el extranjero hay diversas bondades que se suelen destacar, pero pocas veces se subraya que las empresas globales encuentran en el país una infraestructura de edificaciones industriales de clase mundial.
En el primer debate de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos se mencionó que en México se están haciendo las grandes inversiones de edificios industriales de primer mundo y es verdad.
Nosotros vamos a Europa, visitamos sus plantas y observamos sus especificaciones, técnicas de construcción, etcétera; para después tropicalizar las plantas que se van a construir aquí. Les damos la especificación equivalente, que sigue siendo alta y que va a largo plazo porque es una inversión que valoran mucho.
Tenemos la capacidad de ofrecer a la industria global el edificio industrial adecuado a sus necesidades, con la calidad mundial que requieren, en los que pueda correr la tecnología de los procesos que van a instalar. Para nosotros es un reto como diseñadores y constructores hacer un edificio industrial, pero lo es más entender qué proceso van a hacer, así como aportar ideas que le den al cliente un valor agregado. Podemos sugerir y solucionar con un diseño su proceso.
Capital humano es clave
Después de la drástica caída de la economía en 2009, la recuperación ha sido sostenida en los años subsecuentes y veo una burbuja de inversiones en los próximos cinco o seis años, pero para aprovecharla tenemos que seguir capacitando a nuestros profesionales.
Necesitamos seguir generando ingenieros y arquitectos con una visión global y la preparación técnica que les permita tener la capacidad de diseñar y construir. Si tuviéramos más profesionales capacitados, podríamos duplicar la Inversión Extranjera Directa (IED).
Esos son los retos que tenemos para continuar siendo un país competitivo, conocedor de la tecnología y capaz de aplicarla como cualquier país de primer mundo.
En términos de oferta y demanda de infraestructura industrial, creo que es tanta la demanda que a veces se desbalancea la ecuación. Los espacios industriales se nos agotan e inician nuevos desarrollos, aunque a lo mejor no con el tiempo de planeación que se necesita para entregar un buen producto sustentable.
Alrededor del 85% de lo que construimos en un año son proyectos para extranjeros. Todos son llave en mano: el cliente nos da las especificaciones y nosotros nos encargamos de todo, desde escoger el terreno hasta entregar la planta funcionando. El 80% son contratos de construcción –de diseño y construcción-, aunque algunos clientes nos han pedido que les rentemos una planta a 10 años y se las hacemos.
Clientes de clase mundial
Todos nuestros clientes son importantes; sin embargo, ha habido coyunturas que nos han permitido pasar de un nivel a otro. Por ejemplo, construimos el centro de distribución de Kellogg’s en Querétaro, un proyecto de 85,000 m2 techados. Fue un reto diseñarlo y construirlo en tiempo récord.
También hemos construido plantas de procesos muy complicados como la de chocolates Ferrero con una extensión de casi 50,000 m2. Actualmente estamos construyendo la planta de BMW de carrocerías en San Luis Potosí. Ganamos el proyecto después de muchas negociaciones, es un inmueble que requiere de una ingeniería muy estilizada, con un software de primer nivel, y que nos exige capacitar a nuestros ingenieros.
Resulta muy satisfactorio que el 70% del trabajo que tenemos son de clientes que repiten proyectos con nosotros, y el otro 30% son recomendaciones de estos clientes o de otros que nos mandan, con una buena calificación, a buscar nuevos clientes.
Fibras como brazo inversor
Actualmente, con una de las fibras más importantes de México, estamos tratando de entrar a una inercia donde podamos ser su brazo constructor de espacios industriales. Las Fibras, por lo que representan y son en el mercado de valores, tiene la necesidad de ser muy dinámicas y colocar negocio frecuentemente.
Con el éxito que tiene México en la atracción de inversión y el dinero que tienen las Fibras se puede seguir colocando negocio en un círculo virtuoso que puede generar más trabajo e inversión.
Constructora Chufani se ha preocupado por estar siempre a la vanguardia, se ha certificado y trabaja con softwares de primera generación. Tenemos 25 años de experiencia pero apenas empieza la historia de esta empresa.
Es un orgullo tener ingenieros y arquitectos mexicanos que saben entender y que responden a las expectativas que tienen estos inversionistas en su proceso de diseño y construcción. Los constructores mexicanos tenemos la tarea de ocupar el lugar que debemos tener en la infraestructura que necesita este país.
Ubicación estratégica
La ubicación y área de operación de Constructora Chufani, enfocada en el diseño y construcción de edificio industrial, es el Bajío. También hemos edificado en el norte y el sur del país pero esta región nos ha significado un mercado con una impresionante atracción y absorción de inversión extranjera, lo que se suma al importante crecimiento económico que ha venido registrando en los últimos años.
El crecimiento se ha articulado en Guanajuato, San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro y Jalisco; estados en los que podemos compartir infraestructura industrial, principalmente, en donde los gobiernos locales le han dado oportunidad a los inversionistas, nacionales y extranjeros, de construir la infraestructura necesaria para albergar las grandes inversiones que aterrizan en la región.
Y es que los gobiernos estatales no tienen presupuesto para hacer esas inversiones, sus recursos están muy comprometidos y les queda muy poco dinero -entre 10-12% de sus recursos- para construir infraestructura.
La Inversión Extranjera Directa (IED) que llega al país es, en promedio, de 30,000 a 35,000 millones de dólares (mdd) al año, y el Bajío tiene la capacidad de quedarse con el 35 o 38% de ese monto.
En particular, el caso de la industria automotriz es relevante porque se incorpora con mayores tecnologías y genera una cadena de inversiones. Yo siempre les he dicho a los estados: “No compitan en regalar o comprometer los impuestos de estas empresas”. Los estados están muy bien articulados por lo que si se va una planta, por ejemplo BMW a San Luis Potosí, gana todo el Bajío; cuando hay una gran inversión, los que están ya instalados harán ampliaciones y nuevas operaciones para dar servicio a las grandes empresas que demandan sus productos.
Texto:Real Estate Market & Lifestyle
Foto: Constructora Chufani / Chufani