En menos de 220 años, la humanidad ha registrado cuatro grandes revoluciones industriales, en las que a partir del año 1800, la riqueza, la renta per cápita y los modos de producción industrial se multiplicaron y modernizaron como nunca antes en la historia. La digitalización en la industria es el inicio de la última.
La primera Revolución Industrial que registra la historia fue a la mitad del siglo XVIII, en la que se tenía como base la hidráulica, en la que se dejó la fuerza del hombre para utilizar agua y vapor, y de ahí, a la electrificación; posteriormente, en 1870, llegó la segunda Revolución Industrial, que tuvo como eje la producción en masa con las espectaculares líneas de producción de automóviles, rastros y aserraderos en el umbral de la Primera Guerra Mundial, basadas en energía extraída del gas, petróleo y electricidad.
La tercera, ya en pleno siglo XX, tuvo como eje los controles programables, dando pie a la automatización de los procesos fabriles, y actualmente, en menos de 50 años, en la segunda década del siglo XXI, estamos en el umbral de la cuarta Revolución Industrial, llamada también de la digitalización o Industria 4.0, que conlleva una integración y una flexibilidad en la producción, lo cual contiene tres telementos clave.
“En el primero, hay seres humanos, dispositivos y sistemas que se conectan a toda la cadena de valor y se dan retroalimentación. En el segundo, la información relevante se dispone en cualquier momento. Desde el elemento cliente, manufactura y proveedores, donde la cadena de valor puede ser optimizada constantemente. En el tercero, sabemos que ya no se requiere un ciclo, ni una pausa, ni ningún tipo de bloque, para que exista una optimización constante”, detalló Jair Mexia, líder en digitalización para México y Centroamérica de Siemens México, Centroamérica y el Caribe, durante su participación en el Industrial Summit 2018 en Monterrey.
Oportunidad de México para posicionarse
México, al hallarse en este cuarto umbral industrial, debe posicionarse a mediano plazo como una de las principales economías manufactureras del mundo, junto con Alemania, China y Estados Unidos, pero necesita una migración hacia la digitalización.
“Tenemos que irnos adaptando y hacernos más ágiles. Junto con el gobierno de Nuevo León, por ejemplo, estamos impulsando el tema de la Manufactura 4.0 que es lo que Alemania, Estados Unidos y otros países están implementando. El nombre del juego es eficientar, bajar costos y ser más eficientes”, señaló Mauricio Garza, CEO del Interpuerto de Monterrey.
Por su parte, el estudio Business to Society –en su capítulo México– que año con año realiza la propia firma Siemens, establece que la adopción de tecnología presenta componentes desiguales, ya que mientras una parte de la población tiene amplio conocimiento de tecnologías vanguardistas, otra parte no tiene acceso a la misma.
De acuerdo con el análisis de IDC (International Data Corporation), las empresas en México tienen un nivel de madurez sobre el Internet de las Cosas de 57%, ligeramente por encima de Latinoamérica, que presenta 56%, aunque aún falta mucho por hacer, ya que 41% de las empresas no tiene planes para desplegar sensores, sistemas ni productos para esta data, aseveró Iván Pelayo, vicepresidente ejecutivo de las Divisiones Digital Factory Industries & Drives de Siemens México.
Aunado a ello, en el país el acceso a este tipo de información está restringida por las políticas de austeridad que el país implementó en el presupuesto de 2017, que han tenido un recorte presupuestal de los programas para adopción de tecnologías nuevas, sin embargo, la Secretaría de Economía (SE) trabaja en coordinación con empresas de distintos ramos el programa Alianza México 4.0, a través del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software y la Innovación, que apoya la obtención de recursos para desarrolladores de TI y emprendedores digitales.
“El tema de la tecnificación, digitalización, y la transformación energética de las industrias es algo que no podemos detener porque se detendría la competitividad. Tenemos que bajar los costos de producción y un elemento fundamental en esa dirección es reducir los costos eléctricos que son lo que se han incrementado en los últimos meses y transitar hacia la energía renovable, limpia, que es el camino en donde las empresas encontrarán la solución a este desafío”, dijo en entrevista para Real Estate Market & Lifestyle, Sergio Medina González, director general de la Agencia de Energía de Jalisco.
El Internet de las cosas
Una de las premisas básicas de esta cuarta revolución es el Internet de las cosas, que consiste, a manera de ejemplos, cuando un refrigerador avisa la fecha de caducidad de los alimentos que contiene; cuando los tenis que usa una deportista registran en la nube las estadísticas de los recorridos por semana con un detalle de velocidad o cuando un cepillo de dientes alerta del inicio de una caries y le pide dar seguimiento a una cita en el dentista.
Todas las anteriores son ya potenciales aplicaciones de lo que también se conoce como el “Internet de los objetos” (o IoT, por sus siglas en inglés), concepto que nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que trata de relaciones inteligentes entre objetos y personas, e incluso, entre los propios objetos y con la red, y que ofrecen además datos en tiempo real.
“En Siemens por ejemplo, tenemos planeado nuestro gemelo digital en este tema. Con éste, podemos simular variables, resultados, y cualquier tipo de cambio o necesidad que tengamos que ejercer dentro de la cadena de valor para que pueda generar un resultado. Aquí realizamos los cambios sin tener que hacerlos en la vida real. Tenemos gemelos digitales en el producto, en la producción, y la operación. La nube procesa la información, la recibe, la captura, la procesa, la entiende y empieza a hacer recomendaciones, se hacen los cambios en cada uno de ellos, y de ahí, se trasladan al gemelo”, detalló Mexia.
¿Y cómo se lleva a la vida real? Cuando la firma hace una serie de soluciones para cualquier tipo de industria. Estos trajes están diseñados para todo tipo de industrias, industrias discretas, industrias de proceso, e híbridas.
Ventajas de la digitalización
“Actualmente la digitalización se refleja en los métodos productivos, en el diseño, la manufactura, el producto y los nuevos modelos de negocios. ¿Pero qué hace este concepto de digitalización? Pone presión en las empresas y en la industria, porque permite crear productos o ciclos de innovación más cortos, y crea nuevos métodos disruptivos y esto hace que la industria demande nuevos modelos de negocio”, continúa Pelayo.
Es importante que sepamos que la Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial, está denotada por cambios a través del tiempo. Se le llama revolución, porque denota un cambio drástico en lo que estamos haciendo y es disruptiva al mismo tiempo porque genera una mejora sustancial o valor del estatus quo.
“¿Qué es lo que la industria solicita? Primero, velocidad. ¿Cuánto tiempo nos tardamos en lanzar un nuevo producto al mercado? Actualmente, las empresas tienen ciclos cortos de innovación y tienen que ser muy rápidos, porque de lo contrario, alguien más los va a realizar.
“Dos. Hay que contar con flexibilidad. Es la individualización de la producción en masa. Actualmente la industria y clientes piden productos individualizados, muy complejos, difíciles de hacer y lo requieren a un costo de producción en masa. Por ejemplo, cuando estuve en la planta de Regensburg de la BMW hace meses, vi que se cuenta con una individualización de su producción en masa: Hay una diferencia de cuatro minutos entre cada carro producido y cada uno es de diferente color, modelo, es distinto en todo y no hay un tipo de espera, sino nada más la distancia que hay entre carro y carro”.
El tercer componente es la calidad, es el concepto más entendido en la región norte del país, sobre todo en Monterrey. “Yo pago por algo de calidad”, solemos decir. No subestimemos lo que invertimos para cumplir con normas y leyes, y lo que nos ayuda a cerrar el proceso de calidad, para mantener esa rastreabilidad cuando sea necesario.
El cuarto elemento es la eficiencia. Hay que producir más con menos. Pero ahora, es producir mucho más con mucho menos. Esta eficiencia energética ya pasó de ser solamente un requerimiento de normas de medio ambiente. Esto ya es una ventaja competitiva de mercado. En la Comisión de Energía por ejemplo, están vislumbrando este cambio en la cultura industrial del país; el quinto elemento es la seguridad. Es sobre cómo cuidarnos de los ciberataques, que son un elemento muy común en la actualidad, y esto es lo que los clientes también están solicitando.
Todo lo anterior se engloba en bloques que comprenden diseño, procesos y productos y servicios.
“En la parte del diseño, hay tecnologías que buscan la evolución natural del producto actual. Los modelos inteligentes combinan la electrónica, controles, software y hardware; dentro del proceso, vamos a tener otras tecnologías a través de una automatización inteligente. Son máquinas que se comunican entre ellas. Imagínense un Terminator pero sin balas. Manufactura aditiva es el ejemplo más simple o común, en los que hay una robótica avanzada, porque los robots hacen más cosas que los humanos. Y la tercera opción será cuando los robots trabajen más hombro con hombro con los seres humanos”.
“En cuanto a los productos, hay ecosistemas en la nube. Son sistemas operativos, es este Internet de las cosas en donde se procesan grandes volúmenes de información, de acuerdo a ciertos parámetros, que mandan señales, respuestas o recomendaciones de lo que se debe hacer. Es un análisis de Big Data, volumen grande de información que busca correlaciones, tendencias, y desarrolla nuevos modelos de negocio basados en preferencia de cliente, producto y compras”, destacó.
Por ejemplo si quieres optimizar 10% de tu empresa, tienes que moverte en esta dirección y tienes que hacer estos cambios. Con esta información sé que el consumidor se está moviendo por aquí o el mercado se comporta de esta manera, tienes que desacelerar esto; hay que cambiar este proveedor, hay que cambiar este tornillo, o hay que cambiar este servicio. Hasta ese nivel de detalle tiene el proceso. Es lo que se llama el plug & play. No todos pueden invertir una gran cantidad de dinero para cambiar a una sola marca. No es práctico, ni óptimo, ni lógico.
“Una de las amenazas es quedarse estáticos. Realmente tenemos que cambiar temas políticos, es una apuesta por caminar. Siemens ha estado en México desde hace 130 años. Estamos trabajando muy duro con el Gobierno Federal, con el gobierno de Nuevo León, con el gobierno de Jalisco, para ayudarnos no solamente a través de la industria pero también necesitamos colaborar para que el gobierno, las escuelas y la educación avancen en la misma velocidad”, destacó Mexia en entrevista exclusiva con Real Estate Market & Lifestyle.
Al estar en esta cuarta revolución, ya estamos de lleno en la digitalización. Por cada minuto que tardes en entender el concepto, va costarle el doble en esfuerzo y en dinero al industrial. Así de simple.
Texto Mario Vázquez
Foto: SIEMENS GLOBAL / ANDY STALMAN / AUDI / SIEMENS / ROBOT PT