La primera agitación de septiembre llegó el día 6. La alerta sísmica sonó a las 19:02 horas, causando extrañeza. Aunque la versión oficial informó sobre un error en el centro de vigilancia (C-5), el recuerdo de 1985 estaba ahí, latente.
El día 7, el otro sobresalto vino con el sismo de las 23:50 horas. Cientos de miles de personas sintieron el sismo de 8.2 grados. Se reportan caída de bardas y crisis nerviosas en la capital, pero en Chiapas y Oaxaca, 96 personas pierden la vida. Se afirma que el sureste padeció el temblor más fuerte del siglo XXI.
134 minutos
Pero nuevamente el 19 de septiembre de 2017, justo 32 años después de 1985, la alerta sísmica sonó dos veces. Como en años anteriores, en punto de las 11 horas, el simulacro correspondiente al Día Nacional de la Protección Civil se realiza en cientos de inmuebles, y transcurre entre bromas y sonrisas. Bastaron solamente 134 minutos para cambiarlo todo.
A las 13:14:40 horas, se percibe con fuerza el primer movimiento trepidatorio. El sonido característico de la alerta sísmica se expande en medio del pánico generalizado. Miedo. Gritos. Incertidumbre. “Está temblando”. “Salgan todos”. Todo alrededor se mueve. Nervios, empujones por las escaleras y las diversas salidas de emergencia. En las calles, las personas pierden el equilibrio y caen. En las líneas del Metro, miles salen de los vagones y se afianzan de los tubos de los pasillos. Los trenes se balancean y están a punto de voltearse. Muchos graban en las calles, con sus smarphones, los movimientos de edificios, los desprendimientos de yeso y pintura y los vidrios de las ventanas que caen.
Otros gritan mientras a unos metros de ellos se colapsan edificaciones, como las de San Luis Potosí y la colonia Niños Héroes “!Que se salgan, que se salgan!, ¡la pared se rompió!”, exclaman.
Ahí están las imágenes del edificio de maquila en la calle de Bolívar, que se desliza aterradoramente hacia la izquierda, sumida en un gran estrépito de vidrios y escombros que levantan una dantesca polvadera. En los canales de Xochimilco, la expresión “Oh, my God, oh my God” de una turista extranjera toma mayor magnitud al ver cientos de árboles balanceándose y el agua desbordándose del canal.
En Santa Fe, los edificios oscilan de forma irreal. Hay desprendimiento de vidrios en algunos de ellos. El fuerte vaivén de las lámparas advierte que aún no pasa el peligro. La sensación de vértigo se generaliza y no cesa. Pero también, en el momento, el coraje, la valentía milenaria del mexicano emerge. Ahí está los testimonios de médicos que, a segundos de terminado el terremoto, continuaron con las cirugías, como la que se realizaba en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE con un trasplante de riñón. El cirujano Aczel Sánchez tiene el órgano en sus manos y se dispone a implantarlo, pero se detiene durante algunos segundos, pues la sutura de los vasos sanguíneos requiere alta precisión. El tiempo es crucial. Corre peligro el trasplante.
Pasada la sacudida más fuerte del terremoto, el cirujano concluye la intervención con el paciente emitiendo signos vitales. Las escenas se repiten en el Hospital Infantil de México, La Raza del IMSS y muchos otros.
Nuevamente, el reloj se detuvo como 32 años atrás.
En aquella ocasión, a las 07:19:47 horas. Ahora, a las 13:14:40. Epicentro, latitud 18.40 norte, longitud 98.72 oeste; profundidad de 57 kilómetros, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, límite con Puebla. Magnitud, 7.1 grados. Nuevamente, la realidad superó a la imaginación: 1985 y 2017. De nuevo, 19 de septiembre.
Primeros momentos
El celular. La familia. Las llamadas. Los gritos. twitter informa, a escasos minutos, el derrumbe de varias edificaciones en la delegación Cuauhtémoc. El primero es un colapso en la Roma. En redes sociales se capta el sismo desde la Torre Mayor: en diversas ubicaciones se levantan grandes nubes de polvo que inundan varias calles a la redonda. El sentido común sugiere caída de edificios. Ante las noticias, crece la incertidumbre, el asombro, el miedo. No hay líneas telefónicas. Funciona por algunas horas el servicio de whatsapp; luego, nada.
Los autos se detienen en todas las avenidas y calles. Cientos de miles de personas inician el peregrinaje hacia todos los puntos de la capital. Los programas de noticias detallan cientos de afectaciones, fugas de gas, escenas de pánico, desmayos y solicitudes de ayuda. Las sirenas de cientos de ambulancias inundan las arterias principales. Se pide calma a la población. Los rostros avanzan pálidos por las aceras. Algunos lloran.
Los conductores de autos se solidarizan y se llevan a las personas, pero avanzan nada más unos metros y se suman al mar de congestionamiento. En las zonas siniestradas —así lo constatan los videos anónimos que pasarán a la historia— se detallan los inmuebles colapsados y numerosos trabajadores de la construcción, vecinos y desconocidos que inician, prácticamente en minutos, las primeras brigadas improvisadas de rescate.
La respuesta de la ciudadanía es súbita. Quienes no ayudan a retirar restos de cemento y varillas, se acomiden a repartir botes para labores, material médico, cubrebocas, agua y alimentos para quienes acuden a los cientos de rescates a lo largo de la ciudad. Otros, abren las puertas de sus casas y negocios para que la gente pase al baño o recargue las baterías del celular. Todo, en cuestión de horas.
“Pasan de regreso decenas de personas, hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, de todos los estratos sociales con cubrebocas porque vienen de ayudar. Había estado triste por todas las situaciones horribles que han sucedido en el país. Había perdido la esperanza en la gente (la confianza en las instituciones desde hace mucho es nula). Después de ver todo lo que he podido en estas horas de angustia, me doy cuenta que la gente buena es muchísima. Y que así como vamos a salir de esta, saldremos de muchas otras. Ánimo, ayudemos en lo que se pueda”, escribió Carmen Castañeda, en una de las primeras crónicas.
Queda prohibido rendirse
Las escenas de incertidumbre y ataques de pánico se opacan ante los aplausos que animan el hallazgo de habitantes con vida y ante cientos de proezas como el retiro de grandes bloques de cemento con varillas retorcidas entre cientos de brazos. Eduardo Zárate, quién había sufrido una lesión en la médula espinal que lo había obligado a moverse en silla de ruedas, viaja desde Morelia a la Ciudad de México para ayudar a remover escombros en la Colonia del Valle y buscar a un amigo suyo atrapado.
Hombres y mujeres de la tercera edad, de condición humilde, reparten café y galletas a los topos y a los que han perdido sus departamentos en la Condesa. Jóvenes reparten tortas en diversas partes donde se detectan los colapsos; otros ofrecen tamales. Junto a las improvisadas tiendas de almacenaje de víveres alguien coloca un cartel: “Queda prohibido rendirse”.
Las noticias de las afectaciones en provincia llegan poco a poco. Al día siguiente, el presidente municipal de Jojutla, Morelos, Alfonso Sotelo, con dolor, reporta el fallecimiento de 14 personas y 1,550 inmuebles dañados. Ahí mismo se toma la imagen del soldado Moctezuma Luis Hernández llorando desconsoladamente y que da la vuelta al mundo, luego que Marco Gil Vela la difundiera en su cuenta de Facebook con palabras de agradecimiento, en medio de su propio dolor: “A este soldado: Gracias, por que sin saberlo, me regalaste la oportunidad de despedirme de mi esposa e hija; gracias, porque arriesgaste tu vida bajo los escombros y junto con los demás, diste hasta el último esfuerzo para rescatarle”.
Otra poderosa imagen fue el puño arriba —que significa silencio— y que se esparcía en un concierto en silencio de héroes solidarios, anónimos, para apagar todo ruido y ubicar a los atrapados, quienes pedían auxilio a gritos, haciendo ruido con lo que tenían a la mano o hasta por celular. Hubo testimonios de rescates por tener el smartphone prendido.
La noche del 19 cubrió a la ciudad con incertidumbre, ruido, penumbras, olor a gas y el sudor de los voluntarios en medio del polvo. Helicópteros sobrevolaban las zonas con derrumbes y las sirenas de policías, bomberos y servicios de emergencia no dieron tregua. Los rostros desencajados no quisieron regresar a sus casas y miles optaron por instalarse en improvisados campamentos al aire libre acompañados de víveres y radios de pilas. Abriéndose paso en medio del temor, un grupo de personas cantó el “Cielito lindo” y lo culminaban con un “¡Viva México!” para dar ánimos a los voluntarios en las zonas de colapso.
Memorial de Colapsos en la CDMX* |
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Dirección |
Status |
1 |
Calle Antillas Portales Norte |
Colapso Total |
2 |
Conjunto urbano Tlalpan |
Colapso total |
3 |
Escocia 4 esquina Gabriel Mancera |
Colapso Total |
4 |
Edimburgo 4 esquina Escocia |
Colapso Total |
5 |
Saratoga 714 Portales Sur |
Colapso |
6 |
Bolívar 168 Colonia Obrera |
Colapso Total |
7 |
Balsas 18 Colonia Miravalle |
Colapso |
8 |
Ámsterdam 25 Colonia Hipódromo Condesa |
Colapso Total |
9 |
Medellín 176 Colonia Roma |
Colapso |
10 |
Alvaro Obregón 286 Colonia Roma |
Colapso |
11 |
Rebsamen 241 Colonia Narvarte |
Colapso |
12 |
Patricio Sanz 37 Colonia Del Valle |
Colapso |
13 |
Viaducto Miguel Alemán 106 Colonia Piedad Narvarte |
Colapso Total |
14 |
Ámsterdam 107 Colonia Hipódromo Condesa |
Colapso Total |
15 |
Calzada del Hueso 480 esquina Miramontes, Fraccionamiento Los Girasoles |
Colapso Total |
16 |
Coquimbo, entre Sierra Vista y Ticomán Colonia Lindavista |
Colapso Total |
17 |
Concepción Beistegui esquina Yácatas Colonia Narvarte Poniente |
Colapso |
18 |
Niños Héroes 173 esquina Galicia Colonia Niños Héroes |
Colapso Total |
19 |
Puebla 282 Colonia Roma Norte |
Colapso |
20 |
Rancho Los Arcos 32 Colonia Los Girasoles |
Colapso Total |
21 |
Calzada de Tlalpan 2050 Colonia Campestre Churubusco |
Colapso |
22 |
Prolongación Petén 91 esquina Zapata Colonia Residencial Emperadores |
Colapso Total |
23 |
Calzada San Antonio Abad 122 esquina Alfredo Chavero Colonia Tránsito |
Daños |
24 |
Bretaña 90 Colonia Zacahuitzco |
Colapso Total |
25 |
Avenida Sonora 149 Colonia Hipódromo |
Colapso |
26 |
Calle 323 esquina Calle 314 Colonia Nueva Atzacoalco |
Colapso Total |
27 |
Paseo de las Galias 47 Colonia Lomas Estrella |
Colapso |
28 |
Coahuila 21 Colonia Roma Norte |
Colapso Total |
29 |
Mina 16 esquina Plaza 2 de Abril Colonia Guerrero |
Colapso |
30 |
Magnolia esquina Lerdo Colonia Guerrero |
Colapso |
31 |
Díaz Mirón esquina Sabino Colonia Santa María La Ribera |
Colapso |
32 |
Rancho Tamboreo esquina Calzada de Las Brujas Colonia Nueva Oriental Coapa |
Colapso |
33 |
Avenida Santa Ana y Ejido Santa Cruz |
Colapso Total |
34 |
Tecnológico de Monterrey San Bartolo El Chico |
Colapso |
35 |
Cuauhtémoc 75 Colonia del Carmen |
Colapso |
36 |
Avenida México Poniente San Gregorio Atlapulco |
Colapso |
37 |
Escocia 33 Parque San Andrés Colonia Parque San Andrés |
Colapso Total |
38 |
Escocia 29 Parque San Andrés |
Colapso |
39 |
Tokio 518 Colonia Portales |
Colapso |
40 |
Génova 33 Colonia Juárez |
Daños |
41 |
Lázaro Cárdenas 13 San Gregorio Atlapulco |
Colapso |
42 |
Calle Orizaba y Chihuahua Colonia Roma |
Colapso |
43 |
Lerdo 178 Colonia Guerrero |
Colapso |
44 |
20 de Noviembre Santa Cruz Acalpixca |
Colapso Parcial |
45 |
Bretaña 96 Colonia Zacahuitzco |
Colapso Total |
46 |
Anaxágoras 429 Unidad Habitacional Narvarte Poniente |
Daños en la estructura |
47 |
Coahuila 14 Colonia Roma Norte |
Colapso Total |
48 |
Eje 2 Poniente 723-733 Colonia Del Valle |
Colapso Total |
49 |
Antigua Taxqueña 80 Parque San Andrés |
Daños en la estructura |
50 |
Manuel Villalongín 180 Cuauhtémoc |
Daños en la estructura |
Solidaridad millennial
Los rezagados todavía estaban intentando contactar vía telefónica a los últimos familiares con quienes no habían podido hablar.
En San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, muchos desbordaron la entrada ante el llamado en redes sociales: “acá hacen falta manos” se leyó en twitter; todos corrieron y en consecuencia obstruyeron el arribo de víveres. “Ya no vengan, ya somos muchos”, “no traigan comida hecha porque ya se está echando a perder”, se leyó en el mismo sitio horas después. Todo mundo buscaba en Internet dónde hacían falta materiales, comida, manos. Todos corrían y pasaban la voz.
La entrada de las fuerzas federales y capitalinas en las zonas de riesgo se fue ordenando, pero aun así, ahí estaban los jóvenes y miles de voluntarios de todas las edades haciendo fila, recogiendo escombros, levantando el puño para guardar silencio y escuchar si había vida.
Los capitalinos se organizaron a través de distintos medios. En especial, hubo un papel relevante de los jóvenes cuando habilitaron páginas para canalizar y solicitar ayuda a través de diversas aplicaciones y detener rumores falsos.
El hashtag #FuerzaMéxico fue la respuesta de sociedad civil a los temblores; la fuerza ciudadana tomó así diversas formas y espacios, integrando redes físicas y virtuales, ocupando las calles. La solidaridad se volcó en datos, mapas, centros de acopio, cadenas para rescate y apoyo.
En ese momento, todo sumó: las líneas de código, bases de datos, mapas colaborativos, wi-fi abierto, llamadas y mensajes de verificación, difusión y los tweets compartidos. Se logró una gran difusión en tiempo real a través de las cuentas @JustosSismoCDMX, @comoayudarmx @Brigadas19S, @horizontalmx, @Verificado19S y @Verificado19Sestados, etcétera.
Facebook apoyó a la ciudadanía con la herramienta safety check y Google con un localizador de personas; por su parte, twitter facilitó seguir información del sismo en forma cronológica. Telmex y Telcel abren sus líneas para apoyar desde el primer momento.
Aparecieron diversas cuentas, como Blooders, con una lista de hospitales para donar sangre; InfoSismoMX y rebuildingmexico.com, directorio que enlistó organizaciones para donar a favor de comunidades en Oaxaca y Chiapas.
Para vigilar que la ayuda llegara adecuadamente, se creó el hashtag #Verificado19s, que se valieron de datos abiertos vía datos.gob.mx para mapeo colaborativo e información sobre daños, albergues, centros de acopio, hospitales y puntos con conexión wi-fi. Se elaboró un mapa de zonas sísmicas y daños realizado por brigadistas de la UNAM y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
En Puebla, el hashtag #DóndeAyudoPue y el mapa de necesidades y zonas lograron canalizar apoyos importantes. También Gobierno Fácil habilitó una herramienta para mapear las comunidades afectadas.
Desde Mexicanos Contra la Corrupción y #MiEdificio se trabajó a través de la investigación periodística sobre irregularidades en la construcción de inmuebles. Además de la plataforma web BanFakeNews reportó noticias falsas en internet, entre otras aportaciones.
Para la memoria quedan las 49 personas que perdieron la vida en Álvaro Obregón 286 y en el Colegio Enrique Rébsamen, donde 21 pequeños y 4 adultos dijeron adiós, en medio del despliegue extraordinario de ayuda nacional e internacional.
Días después, después de rescatar el cuerpo de una mujer que estuvo bajo los escombros de un edificio en las calles de Ámsterdam y Laredo, rescatistas y voluntarios se quitaron los cascos, y entonaron el Himno Nacional. Un militar realizó un saludo marcial con respeto y firmeza.
En diferentes partes del mundo, como el Obelisco de Buenos Aires, Argentina; el Edificio Empire State, en Nueva York; y la Torre Eiffel, se proyectan con luces los colores de la bandera de México. Testimonios fotográficos destacan el rescate del símbolo patrio entre los escombros los días 7 y 19. El simbolismo de la imagen fue más allá del mensaje político frívolo. Fue el de una nación que acude al llamado del hermano necesitado y que sabe abrazar con gesto fraternal.
¿Cuánto costaron las afectaciones?
Seguros nacionales. Según datos del presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Recaredo Arias, solamente 6.5% de las viviendas en México están aseguradas: “6.5% de las viviendas de todo el país tiene seguro voluntariamente adquirido por los dueños. Tenemos 20 puntos porcentuales, para llegar a 26.5%, que son seguros dados por bancos y sofomes (Sociedad Financiera de Objeto Múltiple) en el caso de hipotecas”, explicó en un programa radial. Detalló además que se han recibido 800 solicitudes por automóviles siniestrados.
Tras los sismos, el sector asegurador recibió 10,658 solicitudes al 3 de octubre, de las cuales, 8,617 corresponden al 19 de septiembre; de éstas, 30% de la cobertura está concentrada en la Ciudad de México, lo que equivale a 11 billones de pesos y 8.4% al Estado de México, con tres billones 202,000 millones de pesos, mientras que Guerrero, Oaxaca y Chiapas no aparecen en la lista de las entidades con mayor nivel de cobertura. En el caso de las hipotecas, se evalúa, junto con la banca, la manera de proceder, dado que en algunos casos la suma asegurada difiere mucho del valor comercial, por lo que no alcanzaría para cubrir el adeudo.
El 8 de noviembre, el sector asegurador informó que desembolsará 16,449 millones de pesos para cubrir los daños que dejaron los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre. Recaredo Arias, precisó que las solicitudes por indemnizaciones derivadas del 7 de septiembre ascendieron a 7,570 millones, lo que representa una estimación de pérdidas hasta este momento de 6,338 millones de pesos.
En tanto que el sismo del 19 de septiembre que arrasó con decenas de edificios y casas en la Ciudad de México y otros estados, hubo un total de 31,091 solicitudes de indemnización con una estimación de 10,111 millones de pesos. Al sumar los dos eventos, hay 38,861 casos con 16,449 millones de pesos de estimación de pérdida, de los cuales que hay 36,453 casos con reporte de daños y 16,352 millones de pesos en pérdidas estimadas.
Seguros internacionales. El día 23 octubre, la firma Swiss Re informó que el estimado de reclamos combinados estaría tasado en 3,600 millones de dólares, netos y antes de impuestos, señaló en un comunicado. Por su parte, AIR Worldwide estimó pérdidas de hasta 2,100 millones de dólares, no obstante RMS dijo que el saldo negativo para la industria aseguradora y de reaseguros podrían no exceder los 1,200 millones de dólares. Sin embargo, ERN International calculó la pérdida asegurada hasta en 4,800 millones de dólares, según publicó el sitio especializado artemis.bm.
Montos para reconstrucción
El presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer que el costo de reconstrucción de las zonas destruidas en México por los dos terremotos que golpearon el centro y suroeste del país ascendería a 48,000 millones de pesos (aproximadamente 2,556 millones de dólares).
Por su parte, el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Alejandro Kuri, dijo que derivado de los sismos, hay un déficit de 10,000 viviendas en la capital, siendo las colonias Roma, Condesa e Hipódromo las que presentan mayor demanda de renta o venta de departamentos.
OCT 26
Cemento Mexicanos (Cemex) afirma que la reconstrucción tras los sismos de septiembre, que derribaron cientos de edificios y causaron daños en miles de viviendas en el centro y suroeste del país, requerirá al menos de 500,000 toneladas de cemento en los próximos 12 a 18 meses.
OCT 27
El Presidente Enrique Peña Nieto anuncia que se destinarán apoyos económicos para 6,000 viviendas que resultaron afectadas en los sismos en la CDMX.
Según la página https://plataforma.cdmx.gob.mx/fonaden, para los trabajos de reconstrucción, GCDMX tiene comprometidos hasta el momento 1,616 millones de pesos. En temas inmobiliarios se detalla además que 800 millones serían para créditos hipotecarios; 260 millones para demolición y retiro de escombros; 100 millones de apoyos para rentas; 100 millones para mejoramientos de vivienda; y 10 millones, para la contratación de ingenieros constructivistas, entre otros.
OCT 28
Diversos medios informan que más de 471 personas perdieron la vida durante los sismos en el país.
OCT 31
Felipe Gutiérrez Gutiérrez, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), informa que posterior al 19S, se revisaron 17,000 inmuebles, 9,000 escuelas, hospitales, mercados y edificios públicos en 800 colonias. Hasta el momento, 9,249 no sufrieron daños importantes, mientras que 2,800 están en proceso de reparación. En total, afirma, 1% de los inmuebles en la CDMX tuvieron afectaciones.
Según la encuesta “Búsqueda de vivienda tras las afectaciones del sismo 19S” arrojó que en la CDMX, 51% de los inmuebles sufrieron cuarteaduras pero son habitables; 27% tuvieron daños superficiales y 22% fueron pérdida total. De los inmuebles dañados, 59% fueron departamentos y 41% casas, destacó el portal Vivanuncios.
¿Por qué cayeron ciertas edificaciones?
En entrevista exclusiva con Real Estate Market & Lifestyle, el arquitecto Jorge Gamboa de Buen, Director de Desarrollo de Negocios de Grupo Danhos explica las diferentes vertientes de las afectaciones inmobiliarias y ante las cifras que dio el Gobierno de la CDMX sobre los inmuebles que serían demolidos.
“Hay que poner estadísticas para las ingiera la gente. Dicen que en la CDMX hay 8 millones de personas, sí pero a la 13:14 horas de la tarde hay 14 millones, con población del Estado de México, inclusive. Ahora, los edificios altos no se dañaron por varias causas; se dañaron más los de ocho pisos por sus características. En 1985 se dañaron más las edificaciones de hasta 12 pisos y se cayeron porque la expansión de las ondas fue distinta”.
Estas ondas tienen un periodo y una secuencia. Por su parte, los edificios tienen una característica que se llama periodo también. Es como si varios ejércitos cruzaran un puente, se les pide que rompan el paso y que no marchen para no alterar ese periodo. Es similar en los estadios, ya que es peligroso es que la gente haga danza rítmica, porque comprometes la resonancia con este periodo.
“Cuando un edificio entra en periodo con el suelo, el edificio se va hacia un lado, y el temblor lo empuja hacia el lado opuesto, luego el edificio regresa el movimiento y el temblor lo vuelve a empujar: como si fuera un efecto columpio. En un temblor los periodos son diferentes, nunca se acomodan. La onda viene por un lado y el edificio está en lado contrario, la onda de regreso lo toma a la mitad y se anulan las dos fuerzas. De hecho, hay aparatos o técnicas para sacar a un edificio de periodo. Cuando por altura tienes que levantar mucho el periodo, le pones un amortiguador como de coche o unos cables, por ejemplo, como los de la Torre Mayor; y con eso rompes el efecto del periodo. Hay maneras”, explica.
El también arquitecto por la Universidad Iberoamericana refiere que por otro lado, las grandes edificaciones nuevas en la capital cuidan también el aspecto de la flexibilidad interna: “Si a una edificación le dieras más flexibilidad, afectas a la gente. Al edificio no le pasa nada pero se pueden caer los libreros en la cabeza, o tú mismo te caes y te golpeas. Tienes que combinar ambas cosas. De hecho, una empresa seria en la CDMX diseña un edificio privilegiado seguridad y flexibilidad. Por ello, los muy altos nunca entran en resonancia o en periodo”.
“Ahí está como decía, la Torre Mayor y los hoteles de Polanco. Un edificio alto es muy caro, que puede ser realizado por una institución, una Fibra o una empresa muy sólida y nadie le va a meter el dinero malo. Siempre contratas a los mejores ingenieros; no escatimas en eso”.
Elemento corrupción
Argumentó además que a las edificaciones nuevas, en su mayoría, no tuvieron afectaciones, y las que lo presentaron, hubo elementos de cohecho: “A lo nuevo, prácticamente no le pasó nada. Pero sí cuando hubo corrupción. Fueron dos edificios. De uno de ellos, el delegado en Benito Juárez dijo que nunca supo de su existencia. En esa delegación apareció un edificio con los cimientos de una casa, que le sumaron cuatro pisos encima, remodelaron la fachada para que pareciera nueva y el delegado dice que ‘nunca se enteró’ cómo pasó”.
Sentenció que “se regresa al fenómeno que siempre se ha querido omitir: lo ilegal en el uso del suelo, la construcción, el funcionamiento y los establecimientos. Ahora, referente a los edificios que se dañaron mucho en este sismo en la Ciudad de México se dañaron dos tipos básicamente, algunos de oficinas; como un edificio viejo de Álvaro Obregón que le habían echado dos pisos. Una cosa anómala. Pero lo que más se afectó fueron edificios residenciales de departamentos en la Del Valle, Roma, Condesa, Lindavista y en la Miguel Hidalgo”, afirmó.
El inmueble afectado del cruce de la Avenida Reforma 155 esquina con Insurgentes da cuenta de ello. No se sabe qué pasará con él. Solamente las personas que pasan junto bajan a la banqueta por precaución. “En cualquier momento podría caer —afirma un vecino—, pero aquí estamos para apoyar, si se requiere”, dice, y se aleja caminando hacia lo que quedó del Monumento a la Madre.
Texto Mario Vázquez Foto: RDF / CDN 3 / VOCES DEL PERIODISTA DIARIO / MAXRESDEFAULT / STCA / FUERZA MEXICANA / AOLCL2 / CDMX PRO. / AP / UECDN / ADA / S3 / APOYO CIUDADANO/ HLV / ENLACE / RESCATE CDMX / LOUIS FT / NRS / DR / CDMX GOB / AHORA NOTICIAS / LA SILLA / ANIMAL POLICO / TLR / POSTA / VICE / HERALDO DE MEXICO / GETTY IMAGES / TELEMUINDO / CCESPAÑOL / CHLY / PRESIDENCIA / UNIVISION / WP / SYM / EFE