Las elevadas estructuras que definen a toda gran ciudad son sinónimo de progreso y modernidad. Edificarlas con seguridad, calidad y eficiencia constituye un reto importante para desarrolladores y constructores.
Este reto aumenta significativamente en ciudades como la nuestra, en la que el riesgo de sismo —siendo muy elevado— representa un problema menor que el del subsuelo. Sin embargo, la ingeniería mexicana está preparada para enfrentar estos desafíos.
La construcción y el diseño de estructuras deben cumplir con reglamentos y normas que han sido revisadas y ajustadas continuamente desde la década de 1940. Estas normas contemplan una síntesis de las experiencias, nuevos materiales, diseños sofisticados, procesos constructivos innovadores y, por supuesto, contempla las fuerzas extraordinarias de la naturaleza, como los sismos, huracanes y el comportamiento del subsuelo.
Quienes se ocupan del diseño, deben ser no solamente profesionales expertos en la aplicación de la norma, sino personas que antepongan la ética a cualquier otra consideración.
Con la ayuda de las investigaciones y el uso de nuevos sistemas constructivos, la ingeniería abre un abanico de posibilidades para ir cada vez más alto, pero también para crear espacios que ofrezcan mayor calidad de vida a sus habitantes. Este es el caso del presfuerzo, técnica cuyo uso se ha ido extendiendo y perfeccionando desde los años 50. Este sistema permite generar entrepisos mucho más ligeros que los de concreto reforzado.
El ahorro en peso de la estructura incide directamente en la cimentación y en la disminución de las fuerzas sísmicas; el costo de la estructura y cimentación se disminuye con el ahorro del concreto y el acero de refuerzo. La estructura se construye más rápidamente, porque el descimbrado se inicia a los tres días de haber colado, inmediatamente después del tensado del presfuerzo.
Tecnología de vanguardia
Los nuevos sistemas constructivos son favorecidos por la utilización de equipos de última generación y el empleo de softwares sofisticados que abren el camino a un análisis más avanzado de las estructuras. Su velocidad permite llegar al diseño más exacto y eficiente.
Adicional a esto, el diseño de estructuras ya puede valerse de una nueva tecnología que, al atenuar los esfuerzos horizontales de los sismos, nos permite diseñar estructuras más ligeras. Se trata del uso de los llamados disipadores y aisladores —que si bien ya son empleados en Japón y oeste de Estados Unidos— son virtualmente desconocidos todavía en nuestro país.
En resumen, el diseño y construcción de estructuras de alta eficiencia y seguridad debe estar basado en un cumplimiento puntual de las normas, en empleo de tecnologías, equipos y softwares en manos de profesionales que, a través de la ética y experiencia, puedan hacer realidad las torres que darán testimonio.
Texto Ing. Pablo Cortina Ortega*
Foto: F. AXEL CARRANZA / POSTENSA