Desde su concepto, el Tren Maya mejorará la calidad de vida de las personas en el sureste de México, cuidará el ambiente y detonará el desarrollo sustentable de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. En el cuidado al medio ambiente, precisamente, el turismo es una parte clave del proyecto, sobre todo en este último estado.
Su importancia se ve con un ejemplo: De enero a agosto de 2019, el Caribe Mexicano registró casi 9 millones de visitantes extranjeros, mientras que en 2020 recibió solo 3.8 millones a causa de la pandemia derivada del Covid-19, una caída del 57.7%, según las últimas cifras del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ).
En este sentido y aún sin sospechar la duración del virus, el proyecto ferroviario, con planes de inaugurarse en el 2023, ya buscaba aumentar el tiempo de estancia del turismo nacional e internacional en el estado, así como facilitar la interconectividad con terminales aéreas y transportar a trabajadores y mercancías a lo largo de la Riviera Maya.
Asimismo, comunicar a las microrregiones del estado mediante cinco estaciones, de las cuales la construcción de una se planea en Tulum. Otra de las metas es evitar la sobrecarga vehicular de la carretera, en el tramo Cancún-Tulum –que recibía alrededor de 10 millones de turistas anualmente–, y disminuir las emisiones contaminantes al reducir el número de viajes de los camiones que transportan diversos bienes y alimentos.
DATOS RELEVANTES:
El Tren Maya pasará por:
50 zonas arqueológicas abiertas
al público.
42 cenotes.
10 museos.
5 monumentos inscritos como patrimonio mundial.
2 zonas de monumentos históricos.
En los trabajos se han encontrado alrededor de mil 773 sitios arqueológicos.
El beneficio para Tulum
Tulum, considerada la ciudad centro de la actividad turística en la Riviera Maya, se divide en la zona hotelera, el pueblo y la zona arqueológica. Y de acuerdo con el Plan Municipal de Desarrollo 2018-2021 del ayuntamiento de esta entidad, la población económicamente activa (PEA) es del 59.7%, de la cual 29.7% son mujeres y 70.3% son hombres.
“De la población ocupada, el 28% se dedica al comercio, el 10% se ubica en el mercado laboral turístico, el 9% en la construcción, el 7% en el transporte y el resto se dedica a otras actividades de gobierno, educación, salud y comercio informal, pero la gran mayoría se asocia con el turismo directa o indirectamente”, refiere el documento.
Con estas cifras, se deduce que el Tren Maya supondrá un nuevo modelo de turismo incluyente en Tulum, en el que la riqueza se “distribuirá en la comunidad”, con la creación de empleos relacionados a la construcción del ferrocarril, además de la atención a los turistas y con las nuevas actividades que se desarrollen en torno a los servicios.
¿Qué dice Fonatur de la estación del tren en Tulum?
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) refiere que la estación del tren en Tulum se ubicará en la base aeronaval militar, al noreste de la mancha urbana, en donde el acceso vial “es adecuado desde la carretera Chetumal-Cancún”, mientras que la demanda de pasajeros estimada es alta y de carácter turístico.
Agrega que para esta estación se considera un esquema de cinco vías y dos andenes, con un diseño conceptual, un tejido arquitectónico de forma orgánica, en la cual se ubicarán el acceso, las zonas públicas, los andadores con locales de servicio, técnicos y comerciales, igualmente de los andenes; y tendrá grandes aberturas para provocar cruce de ventilación.
Y se incluye esta obra en Tulum porque la ciudad es “la actual puerta de entrada a una de las zonas arqueológicas más bellas de las ciudades mayas con una vocación turística y cultural. Es uno de los principales atractivos turísticos de la región derivado de su riqueza natural y sus vistas imponentes hacia el mar del Caribe”.
Cabe destacar que esta obra forma parte del Tramo 5 del Tren Maya, de Tulum a Cancún, trecho que mayor interés ha generado en el mundo turístico y que constará de dos partes: La obra ferroviaria y la electrificación. Este tramo será licitado próximamente y tendrá una inversión aproximada de 30 mil millones de pesos (mdp).
Si bien todavía no se ajusta el número de carriles a los que se ampliará la carretera Cancún-Tulum, ya se considera la construcción de un libramiento. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) considera una consulta pública para su edificación, que comprenderá 26 kilómetros de largo y una inversión que ya sobrepasa los 972 millones de pesos.
Impacto social
Ante la polémica que aún causan los sectores ambientalistas, Rogelio Jiménez Pons, titular de Fonatur, ha reiterado en varias ocasiones que el tren pasará por vías ya existentes, las cuales datan del proyecto de tren que se hizo en la administración del presidente oaxaqueño Porfirio Díaz; también se crearán pasos bióticos para el beneficio de los animales de la región.
Desde hace más de un año, Jiménez Pons ha declarado que el tren, con una inversión estimada de 5 mil millones de dólares, es una obra social y de reordenamiento territorial que combatirá el rezago social de la zona con viviendas en el espacio rehabilitado para la población de escasos recursos, además de que será una fuente de capacitación y empleos.
A su vez, lo anterior impedirá que continúen las invasiones que están acabando con las reservas de la biósfera en el país. Asimismo, expuso que en cada una de las estaciones se tiene previsto desarrollar pequeñas ciudades a partir de un reordenamiento territorial, en donde el 70% serán áreas verdes y el 30% zonas urbanizadas.
Al respecto, especialistas indican que para que una obra de esta magnitud genere desarrollo en las comunidades a su alrededor, tiene que existir un proyecto integral enfocado en las estaciones de servicio, donde exista la posibilidad de desarrollar vivienda, centros de entretenimiento, hotelería y servicio hacia otras comunidades.
Según los documentos de ingeniería básica del Fondo, el Tramo 5 concentrará el 52% de los ingresos estimados por pasajero. Incluso, en dos años, el tren trasladará hasta 5.5 millones de toneladas anuales de carga agroalimentaria, seca y refrigerada, movilizadas en 450 y 950 contenedores semanalmente para dar valor agregado a la producción del sector primario en el sureste de México.
En julio de este año, el Programa Agroalimentario del Tren Maya puntualizó que del potencial estimado en carga: 40% corresponderá a un flujo intrarregional, 21% a uno de salida y 39% a uno de entrada. En donde se considera la transportación de maíz, caña, plátano, cacao, limón, palma de aceite, chile verde, papaya, carne de res y de cerdo, miel, mojarra, pulpo y camarón.
Para esta movilización extraordinaria se prevé el desarrollo de infraestructura frigorífica y centros de acopio a lo largo de la ruta ferroviaria, que quizá alcancen un mayor desarrollo cuando el tren esté en plena operación en el 2024, según los propósitos del gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador a través de Fonatur.
Finalmente, el tren en la región ofrecerá otros beneficios que representarán áreas de oportunidad muy interesantes, como facilidades fiscales para los inversionistas, pasaje más barato para los habitantes de los cinco estados, desarrollo en el ámbito de servicios, comercialización de productos de la región y atracción de inversiones para la zona turística.
Texto Rocío Alavez
Foto: FONATUR