El crecimiento del mercado de los centros comerciales en la Ciudad de México y en las ciudades medias y grandes del país, ha sido un detonador del desarrollo inmobiliario, urbano y social.
Actualmente, los centros comerciales son espacios de convivencia, esparcimiento, reunión y deporte, donde se realizan una variedad de actividades que van mucho más allá de las compras.
Hay espacio para todo tipo de proyectos inmobiliarios en un país tan dinámico como México, siempre y cuando esté bien analizado el mercado al que está dirigido. La creatividad y la originalidad son premisas fundamentales para desarrollar conceptos exitosos.
Aunque vemos una tendencia hacia usos mixtos y proyectos complejos con diversas tendencias, los llamados fashion malls todavía tienen actividad en nuestro país cuando se adaptan creativamente a los nuevos entornos urbanos y sociedades de jóvenes.
En lo particular, nosotros les llamamos Encuentros, y se basan en un tipo de inmueble que los norteamericanos denominan lifestyle centers.
Acudir a ellos es una experiencia positiva. Son divertidos, dinámicos y creativos para pasar un día completo sin aburrirse, creando comunidades —más que centros comerciales— para que tanto la gente que vive o trabaja en la zona, como las personas que laboran ahí, puedan convivir desde una hora temprana en uno de los gimnasios más grandes y espectaculares, hasta convivir a altas horas de la noche en los restaurantes, bares y boliche que ofrecen.
También podemos realizar diversos eventos musicales o culturales que se unen en el mismo espacio para convivir y disfrutar con la familia o amigos. Todo esto se traduce en mayor afluencia.
Convertir un concepto tradicional a uno comunitario no es un tema fácil, pero hemos visto ejemplos interesantes, donde al concepto tradicional se le anexa un hotel o una zona de restaurantes, o bien una torre de oficinas.
En nuestro caso, Encuentro Fortuna es nuestro primer concepto comercial y lleva más de dos años abierto; posteriormente realizamos el centro comercial de la Torre Manacar, desde hace más de un año, donde aparte de la icónica torre de oficinas, se combinan conceptos de entretenimiento, como cines (Cinemex), boliche, juegos, actividades culturales y deportivas, así como exposiciones de arte junto a restaurantes, food court, bares, cafeterías con tiendas, quioscos y boutiques de todo tipo.
Lo más importante es implementar amplias zonas de entretenimiento. Aquí está la clave. Por eso hicimos un ajuste a Manacar ya operando, donde convertimos un piso de estacionamiento en una pista de go-carts eléctricos, la cual está experimentando mucho éxito. Otro ejemplo fueron las canchas de fútbol que instalamos en las azoteas de Encuentro Fortuna, y que ahora son un referente de la localidad. Creativamente, lo importante es seguir creando momentos y experiencias para los visitantes.
Referente a nuestra penetración, Encuentro Fortuna cuenta con 46,000 metros cuadrados (m²) rentables y Centro Comercial Manacar, con 27,000 m², y tenemos otro más en construcción que se llamará Encuentro Oceanía, con 81,000 m², todos en la CDMX.
Texto Enrique Villanueva Schoenfelder, Director de Desarrollo en Pulso Inmobiliario
Foto: ENTREPEUR