Es el arquitecto de mil rostros, el de los proyectos con escala global y que ahora busca un equilibrio entre la tecnología, el espacio, la luz y un mayor trabajo con la naturaleza. Es Norman Foster, el premio Pritzker 1999 y también el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el 2009.
En su último galardón el jurado le consideró el “arquitecto de la era global”, justo por el equilibrio y la sustentabilidad de su propuesta arquitectónica. En esa propuesta, anticipó la única metrópolis posible del siglo XXI.
Para este arquitecto británico nacido en Manchester en una escala global, el futuro de la ciudad es el futuro de la sociedad. En este contexto, dice se ven dos tipos de escenarios urbanos, y juntos tienen el potencial de crear una nueva clase de arquitectura.
Es un tema sensible en tiempos en que el crecimiento explosivo de las ciudades ha hecho eco en la evolución de escala de los proyectos y la ubicación de los mismos, ante el surgimiento de nuevas economías.
Estas conclusiones han sido obtenidas de sus recorridos aéreos, el esquí a campo traviesa y andar en bicicleta.
“En muchos países, el ritmo del cambio es extraordinario. Lo que le tomó a Europa 200 años, está sucediendo ahora en 20 años en China e India. La urbanización se ha acelerado en un factor de 10”, ha explicado al referirse a la última mención.
Así, las ciudades europeas han sido sobrepasadas por megaciudades alrededor del mundo con poblaciones que superan los 15 millones. Por tanto, los modelos para estas nuevas ciudades han modificado elementos como el ahorro de energía, proyectos sustentables con sistemas enteros escalados a los edificios, urbes completas e, incluso, a escala regional.
Es la combinación de un modelo sustentable que no podría existir sin la incorporación de infraestructura. Por ende, ha dicho: “las tendencias arquitectónicas probablemente se verán influidas por la ambición global de desarrollar una forma sustentable de vivir y de encarar los retos futuros que enfrentamos”.
Fundó en 1967 Foster + Partners, firma que ha registrado 482 premios internacionales, 301 de ellos entre 2000 y 2009.
Otro atributo de este genio de la arquitectura, ha sido la rentabilidad de la firma. Sólo generó en 2009 ingresos por más de $234 millones de dólares.
El High Tech
Porque el tamaño sí importa, y para llevar a cabo diferentes proyectos, han desarrollado de manera sistemática proyectos en 22 países a través de una red de más de 870 arquitectos sólo en el Reino Unido y 120 a nivel internacional.
Es así que hoy día opera en Londres, Hong Kong, Beijing, Abu Dhabi, Madrid y Nueva York desde donde se diseñan muebles, yates y jets, rascacielos y edificaciones de infraestructura.
Desde las unidades de trabajo de Foster + Partners cada proyecto ha estado impulsado por la búsqueda de la calidad, sustentado en la creencia de que el entorno influye en la calidad de vida del lugar de trabajo, casa o espacios públicos.
Es por ello que en su portafolios de proyectos, esas prioridades se han instrumentado incluso a infraestructura pública: aeropuertos, estaciones de trenes, metro, puentes, torres de comunicación, planes regionales y centros de ciudad.
Así, el también considerado filósofo del diseño, ha apoyado amparado en el High-Tech, el reencuentro de las edificaciones con el medio ambiente, y el arte con la funcionalidad.
Para el reconocido arquitecto mezclar a partir de investigación, las tecnologías disponibles ha sido parte de ubicarse a la vanguardia en la era digital.
En su despacho existen grupos de investigación interna enfocados a modelado ambiental, sustentabilidad, materiales, y especialistas en modelaje.
Durante 4 décadas, su apellido ha cambiado proyectos que han dejado la espectacularidad para transformarse en inversiones significativas, lujo en su diseño e incluso una influencia aristrocrática al ser miembro de la realeza británica.
En 2007, innovó con el diseño del Masdar Development, en Abu Dhabi. La primera ciudad totalmente autosustentable del mundo, que combina la alta tecnología con los principios tradicionales de la planeación de una ciudad amurallada, elementos que la convertirán en una comunidad libre de emisiones de carbono y desperdicios. Será inaugurado en 2013.
México, bioclimática de Foster
A finales del 2009 Foster + Partners anunció el diseño del proyecto denominado Biometrópolis, un desarrollo de 71 hectáreas entre la Ciudad Universitaria y el área de hospitales de Tlalpan, en el sur de la Ciudad de México.
De la mano de la firma mexicana Grupo de Diseño Urbano (GDU), con Norman Foster inició el trabajo para determinar la escala del desarrollo y la sensibilidad del ambiente natural.
A su vez, la desarrolladora FRISA, propietario del terreno, eligió a Foster para diseñar el plan maestro que aloje las instalaciones médicas y de investigación globales, con una dinámica de respeto y protección al medio ambiente.
Lo que se conoce sobre Biometró-polis hasta el momento es la investigación detallada del sitio y sus alrededores, así como del clima local y las condiciones geológicas y ambientales. En ese diagnóstico se está determinando aspectos como la la infiltración de los mantos acuíferos a través del sitio, y de preservar el entorno natural con la creación de una gran reserva natural.
Pero ésta no es la única apuesta del arquitecto británico en México, explora desde hace 2 años nuevas incursiones a través de su firma Foster + Partners. La conclusión de una propuesta adicional para el mercado local, suena lógica si se atiende la explosión de nuevos edificios que se plantean en corredores inmobiliarios como Reforma y la generación de proyectos ciudad en diferentes regiones del país.
Texto:Claudia Olguín
Foto: AREIMAGEN, FOSTER AND PARTNERS