Museo Franz Mayer
En una de las plazas más bellas de la caótica Ciudad de México, la Plaza de la Santa Veracruz, a un costado de la Alameda Central, en el Museo Franz Mayer, un grupo de arquitectos y ambientalistas muestran las opciones de las ciudades futuristas con maquetas, dibujos y elementos interactivos en una exposición denominada: "Nuestras ciudades, nuestro futuro". En la exposición, las diez ciudades más pobladas y caóticas del mundo, como Nueva York, Río de Janeiro, Ciudad de México o Johannesburgo, son parte de un ambicioso proyecto sustentable que podrían convertirlas en "lugares amigables para vivir, trabajar y jugar" a partir de 2030.
Reducir la dependencia de automóviles, promover sistemas de transporte público eficientes e incrementar el uso de la bicicleta o la movilidad peatonal son algunas de las sugerencias o reflexiones de dicha muestra. El objetivo de la exposición es "poner de manifiesto todo el potencial que tienen los sistemas de movilidad y los proyectos de desarrollo urbano enfocados en las personas para redefinir una ciudad y hacerla más agradable y respetuosa con el medioambiente", explicó Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por su sigla en inglés). Señaló que todos los proyectos muestran calles seguras y "llenas de vida", que promueven la equidad económica y social; donde se privilegia a los peatones, las bicicletas y el transporte público, y donde es posible reducir drásticamente las emisiones de carbono.
En la exposición se detallan los diez "principios" para cambiar los esquemas actuales en el transporte y movimiento de personas, y promover una nueva cultura para el movimiento de personas en las ciudades para disminuir el uso de combustibles. Se incluye una serie de fotografías, planos, maquetas, diagramas y dibujos, actuales y con proyecciones a unos veinte años, sobre cómo son y serían las ciudades de Ahmedabad (India), Budapest (Hungría), Buenos Aires (Argentina), Cantón (China), Ciudad de México (México), Dar es Salam (Tanzania), Madrid (España), Johannesburgo (Sudáfrica), Nueva York (Estados Unidos) y Río de Janeiro (Brasil).
Bernardo Baranda precisó que cada uno de los arquitectos y ambientalistas del proyecto conocen cada una de estas ciudades y sus necesidades, y están al tanto de las innovaciones en diseño urbano, además de que cuentan con un fuerte compromiso para convertir las urbes en sustentables: "Existe un gran potencial para dar el salto que creemos necesario en planeación urbana", expresó. Los arquitectos utilizaron como soporte de sus proyectos los diez principios desarrollados por el ITDP y el urbanista danés Jan Ghel.
Casi todas esas ciudades están en países en desarrollo, por lo que se considera que durante los próximos años serán gran parte del crecimiento urbano. La exposición estará abierta a partir del 2 de febrero y hasta la primera quincena de marzo.
SOBRE LA PLAZA DE LA SANTA VERACRUZ
El Museo Franz Mayer se ubica en la Plaza de la Santa Veracruz, a un costado de la Alameda Central; se encuentra flanqueado por dos parroquias de gran belleza, las iglesias de la Santa Veracruz y la de San Miguel. Además, a unos pasos del Franz Mayer, en la misma plaza, se encuentra el Museo de la Estampa. Cuenta con áreas verdes y con tres fuentes que adornan el lugar. Justo en el centro nace un corredor que termina en la calle Pensador Mexicano.
HISTORIA
La iglesia de la Santa Veracruz fue edificada en 1586, demolida dos siglos después, y construida posteriormente en 1764. Esta iglesia alberga las imágenes del Cristo de los Siete Velos y la Virgen de los Remedios. Según los expertos en arquitectura, el templo es uno de los mejores ejemplos del estilo churrigueresco en la Ciudad de México, aunque otros especialistas se inclinan en llamarlo "barroco mexicano". La fachada principal ostenta una bella portada, elaborada en tezontle y cantera; consta de acceso con arco de medio punto almohadillado, flanqueado por dos pilastras ricamente decoradas con elementos vegetales, querubines y rostros de santos. En su interior se encuentran los restos del brillante escultor español Manuel Tolsá Sarrio.
Texto:Oscar A. Medina
Foto: Guerra Castellanos y Asociados