Visión a 20 años
Todas las cosas que hacen los empresarios de Nuevo León no tienen como objetivo tener reconocimiento alguno, sino como parte del altruismo o filantropía; es algo que se ha hecho a través de las décadas. Son miembros de diferentes etapas de la historia del estado que se involucraron por ejemplo, en la fundación del Tecnológico de Monterrey, de la Universidad de Monterrey, de la Compañía Estatal de Agua y Drenaje.
Los empresarios no persiguen reconocimiento ni popularidad, realmente lo que hacen siempre ha sido la respuesta al cariño por la tierra, así como el interés por desarrollar a la comunidad regiomontana. Esta participación se remonta hasta la época de don Eugenio Garza Sada y los industriales que le acompañaron. Pero hoy en día hay grandes consorcios inmobiliarios, constructoras y diversas empresas que no son netamente de la rama industrial, pero que participan activamente.
Los empresarios comprometidos tienen como objetivo lograr intervenciones o proyectos que fortalezcan a las instituciones. Sobre todo, heredar instituciones sólidas a la entidad.
Hay que verlo de esta forma: aunque don Eugenio Garza Sada tiene poco más de 44 años de haber fallecido, ahí está el Tec de Monterrey como parte de su legado. Una manera de parafrasearlo es “intervenciones puntuales que fortalezcan instituciones y que hagan en nuestra convivencia una democracia más eficiente y eficaz”.
La tradición de servicio por la comunidad a la fecha sigue muy presente; es el mismo espíritu también de los fundadores de la Universidad de Monterrey, que sigue vivo en las reuniones de los empresarios, donde únicamente se aborden temas que tienen que ver con mejorar a Nuevo León y Monterrey.
Profundidad en la planeación
Diversos empresarios no solo son benefactores de ciertos proyectos, sino que promueven la participación de forma importante. El fundamento por ejemplo de reformar la Ley de Planeación del Nuevo León, fue para darle forma a la creación de un consejo encargado de dos ejes: uno, elaborar un plan de largo plazo; y dos, evaluar el progreso de cada uno de los indicadores de ese plan durante cada año.
Este plan ahora se fortalece a través de una Ley en la que participan varios empresarios regiomontanos quiénes se sientan en las distintas comisiones a participar. Lo interesante es que la Reforma de Ley da atribución y obliga a cada gobierno local en la entidad a circunscribir su plan particular al Plan Estatal de Desarrollo que se debe realizar cada seis años, con una visión a largo plazo e institucionalizada.
Se trata de una visión a 20 años que se hizo en conjunto con McKenzie, con las mejores prácticas a nivel mundial, siguiendo los ejemplos del Reino Unido, Malasia y Singapur, por ejemplo, que lo han implementado en su país.
La Ley se aprobó a finales de 2014, y la publicación del Plan fue a principios del 2016. Ya se hizo la primera evaluación que se publicó y evaluó.
Sociedad civil organizada
Hay 60 indicadores en este Plan Estratégico y 47 prioridades. Fue un ejercicio inmenso porque captura la nueva forma de actuar como sociedad civil organizada para tener injerencia —no solamente en el reclamo para una eficacia en la provisión de bienes públicos—, sino en el involucramiento sobre cuáles son las preguntas importantes y dar respuestas concretas. Se trata de ser propositivos. Este proyecto da la oportunidad de alinear objetivos estratégicos para que no se tengan en la entidad las típicas oscilaciones sexenales que sufren los objetivos estratégicos de una entidad, por ejemplo.
También brinda la posibilidad de realizar mesas de trabajo específicas por área y permanentes de colaboración con el gobierno. Entonces hay un sinnúmero de proyectos en los que hay colaboración. La visión de los empresarios es colaborar en estudios, planes, hacer doble click y realizar deep dive (buceo profundo) en algún tema en específico, por ejemplo, como el plan hídrico de largo plazo de la ciudad que generaron. Además, los empresarios han estado muy involucrados en la Ley de Desarrollo Urbano, y en cuestiones de diseño de soluciones para movilidad y transporte, entre otros temas.
Colaboración conjunta
Por ejemplo, los empresarios han realizado diversos convenios de colaboración con el gobernador Jaime Rodríguez Calderón (hoy con licencia). Se conjugó lo que la iniciativa privada quería aportar con la entrada del gobernador, quien al ser un candidato independiente, que al no estar acompañado con una campaña tradicional con un partido político que estuviera muy articulado a través de una plataforma, ayudó mucho.
Cuando vio el Plan, lo hizo suyo, fue una importante simbiosis que sentó un precedente de trabajo conjunto entre la sociedad civil organizada y el gobierno. Esto es sólo un ejemplo, toda vez que han llevado a cabo muchas otras cosas en conjunto.
Realmente han tenido una introspección muy profunda y rigurosa entre los empresarios de cómo organizarse para tener un mayor impacto en beneficio de la comunidad en la que están inmersos.
También participaron en la creación de la Unidad Especializada Antisecuestros de Nuevo León. La manera en que el sector privado se involucra en los problemas públicos en Monterrey es un distintivo muy especial de los regiomontanos.
Los temas que se discuten entre empresarios no tienen que ver con política partidista, más bien con política pública y con solución de problemas, aunque cada individuo tiene absoluta libertad de tener la preferencia política que quiera.
Visión protectora
Por otro lado, ante la evolución de la economía de Nuevo León, los empresarios mantienen compromiso y pasión. Se puede ver lo que la ciudad ha crecido junto con las compañías. Aunque muchas se han hecho globales, la economía ha crecido más rápido que las empresas.
Ahí está el ejemplo de Máximo Vedoya de la firma Ternium, quién es uno de los empleadores más grandes del estado. Lo que es de destacarse es que las empresas desde hace décadas conservan un compromiso social; una gran corresponsabilidad en ese sentido.
Fue aquí en Monterrey donde la Cervecería Cuauhtémoc, la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa, fueron precursores de un sistema de seguridad social para sus empleados, incluso antes que existiera la red de Seguridad Social del Estado mexicano. Ese tipo de solidaridad y subsidiaridad de los patrones hacia los empleados, justo ese compromiso con la comunidad es lo que hay que destacar.
Visión de exportadores
Toda la parte de desarrollo económico viene muy bien descrita en la vocación manufacturera y exportadora de los empresarios de Nuevo León. Los sectores clave hacen recomendaciones muy puntuales a los gobiernos estatal y municipales de cómo —por ejemplo— ser factores importantes para propiciar aumento en la productividad y la competitividad. Hay muchas recomendaciones de mejora regulatoria, cómo agilizar permisos, reducir regulaciones, mejorar infraestructura vial y logística para llevar productos a la frontera, porque ese tipo de proyectos surgirían precisamente ahí.
Empresarios de todo el país los visitan para investigar precisamente sobre esa receta. Pero si se ve a fondo, la clave para que funcione este concepto es conjugar el apoyo decidido de un sector privado comprometido.
Por ejemplo, por Ley se pide que la mitad de un proyecto se fondee de forma privada —que son esencialmente los emprendedores— y la mitad se haga con recursos públicos.
Esos son los elementos claves para que detone un sector empresarial comprometido y con voluntad política. Y no solo está comprometido, sino que es talentoso también, porque los políticos aceptan las recomendaciones en la medida que se acerquen verdaderas soluciones, no solamente reclamos. Son propuestas concretas que agregan valor.
Cambiar de visión
Es un gran reto organizar a la sociedad civil mexicana. Comúnmente solo nos quejamos, pero hay que ser más propositivos, entrar al estudio de los problemas y diseñar soluciones. Debemos dejar de quejarnos, hay que involucrarnos.
El empresariado del estado persiste en la tradición de juntarse a pensar qué hacer por los demás y por el futuro de las próximas generaciones.
La competencia es buena para todos
El modelo de la competencia es bueno para todos. Realmente el mundo ya no tiene fronteras, aunque Trump lleve la contraria a los emprendedores mexicanos.
El mundo y las tecnologías están evolucionando a tal grado que si se piensa estar en un sector dominante, una economía puede cambiar todo a una mayor velocidad que en el pasado. El gran reto para Nuevo León, es que si quiere mantenerse a la vanguardia, debe saberse reinventar ante la nueva revolución industrial. Actualmente se habla mucho del concepto manufactura 4.0, robótica y del Internet de las Cosas, que hay que tomar en cuenta.
Si ese es el futuro, las universidades, industrias y empresarios tienen que estar pensando qué parte van a jugar en ese juego. Realmente eso es lo que va a determinar que Nuevo León siga creciendo por encima del ritmo del que crece la economía en México.O
Texto Real Estate Market & Lifestyle
Foto: MADALIN NECULAI / BUSINESS NUEVO LEÓN / GOB NLALFA / GOB NL / ELEVENTY / ALFA / MAXRESDEFAULT / MUÑOZ ARQUITECTOS