México evitó entrar en recesión técnica durante el primer semestre de 2019; sin embargo, su economía continuó desacelerándose, hasta obtener un balance de estancamiento en los seis primeros meses del año. Ante ello, lo más relevante ahora, es concretar la posibilidad de un ligero repunte lo que resta del 2019.
Cifras comparativas muestran que durante el periodo enero-junio de 2019 la economía del país creció 0.2% a tasa anual, por abajo del 1.9% obtenido en el mismo periodo del 2018.
Por su parte, en el primer trimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.2% a tasa anual; no obstante, en el segundo retrocedió -0.7% anual (cifra preliminar). Tanto el desempeño trimestral como el del semestre, nos indican una profunda desaceleración que atraviesa la economía mexicana, además de que el 2T19 presentó su primera contracción desde el 4T09.
Lo más importante es que la economía del país evitó entrar en una recesión técnica, y de que existen algunos elementos, que pueden impulsar una ligera recuperación en el segundo semestre.
La opinión de los analistas de Banorte, es que “el resultado se dio en un entorno en el que prevaleció una fuerte incertidumbre doméstica y externa, así como una serie de choques temporales y en el primer año de una nueva administración”, combinación que está detrás de las revisiones a la baja en las perspectivas de crecimiento.
Al respecto, un análisis de la calificadora mexicana HR Ratings, consideró que “el estancamiento de la economía se atribuye a la debilidad de la demanda interna y no así de la demanda externa, ya que ésta se comportó favorable en el 2T19”.
Aunque las perspectivas de crecimiento económico de los analistas del sector privado se han seguido corrigiendo a la baja— hasta el cierre de esta edición—, ninguna marca el riesgo de una tasa de crecimiento negativa para todo el año.
Mientras tanto, la encuesta que publicó el Banco de México (Banxico) el primer día hábil de agosto, indicó que el consenso de analistas prevé un crecimiento de 0.79% para todo el presente año. Esto significa que, en general se prevé un mejor desempeño entre julio y diciembre , a diferencia de lo reportado de enero a junio. Por su parte, la más reciente encuesta de Citibanamex ajustó de 0.9 a 0.6% la perspectiva de crecimiento para este año.
Algunos de los elementos que deben contribuir para mejorar la actividad económica son:
- La normalización del gasto público.
- El programa de apoyo para darle un “empujoncito” a la economía por 485 mil millones de pesos.
- Posible baja en las tasas de interés del Banco de México.
HR Ratings considera que para poder revertir esta tendencia negativa, “será necesario aplicar políticas contracíclicas, ya que tanto la política monetaria como la fiscal han tenido un enfoque restrictivo, sobre todo la última, ya que ésta tiene un efecto más inmediato sobre la economía. En este sentido, consideramos acertadas las declaraciones del Secretario de Hacienda y el anuncio de las medidas para apoyar la economía, ya que son un primer paso para enfrentar la desaceleración, tomando en consideración el subejercicio del gasto observado durante el primer semestre del 2019”.
Balance de riesgos
Un análisis de la dirección de análisis económico y financiero de Banco Base afirmó que la coyuntura actual indica que el balance de riesgos para la actividad económica se mantiene sesgado a la baja en un contexto de elevada incertidumbre, tanto interna como externa, entre los que se destacan:
- La implementación de políticas públicas y su efecto sobre la confianza de los inversionistas, particularmente aquellas relacionadas con el sector energético.
- El riesgo latente de un recorte en la calificación crediticia de Pemex y México, lo cual incrementaría el costo de financiamiento para ambos.
- Las implicaciones de los factores anteriores sobre las finanzas públicas, principalmente sobre los ingresos tributarios.
- Las implicaciones de los factores anteriores sobre la inversión extranjera de cartera en México; misma que de darse un recorte en la calificación crediticia, podría generar una salida moderada de capitales, que ocasionaría un desbalance en el interior de la economía.
- La disminución de la demanda externa ante una desaceleración de la economía de Estados Unidos.
- Un posible mandato dual para el Banco de México, que podría poner en riesgo que la inflación regrese a su objetivo.
- La aplicación de políticas económicas no ortodoxas, que generan mayor incertidumbre.
- Adicionalmente, no se puede descartar el surgimiento de nuevas amenazas por parte de Estados Unidos a México ante el inicio de su ciclo electoral, ya que en 2020 se llevarán a cabo elecciones presidenciales en ese país.
En este mismo sentido, en BX+ prevén “que la incertidumbre se extenderá en el 2S19, lo que afectaría a la confianza, la inversión, la generación de empleos e, incluso, la política monetaria y el acceso al financiamiento. Consideramos posible el surgimiento de nuevas amenazas por parte de Estados Unidos en materia comercial, incluso si se ratifica el T-MEC, ante el inicio de las campañas electorales en ese país; además, un menor ritmo de crecimiento en Estados Unidos y las disputas que sostiene con otros países podrían alterar la demanda externa. Por otro lado, es probable que, internamente, la falta de claridad en la política económica, la lenta ejecución del gasto público y el riesgo de una baja en la calificación del soberano y/o Pemex, exijan una política monetaria restrictiva que, en conjunto, desaliente adicionalmente a la inversión”, concluyeron.
Texto Ricardo Vázquez
Foto: bm / marco saenz / fcb