Aunque los fundamentales del mercado continúan manteniéndose, tenemos que comprender que la manera de hacer negocios ha cambiado.
Por ejemplo, las condiciones de mercado ya no son tan agresivas en cuanto a la demanda para comprar suelo. Tenemos que saber que la gente ya no quiere hacer los negocios solo, quieren ir acompañados para entender esas nuevas circunstancias. Es parte de ese ajuste.
Actualmente tenemos un régimen que quiere hacer las cosas bien; ciertamente tiene grandes retos. Ya no se vale quejarnos, nos queda comprender ese entorno y ver hacia adelante.
Los fundamentales ahí están, pero debemos hacer mejor las cosas. Tenemos que darle más a la gente que confía e invierte en nosotros; cuidar a nuestros inversionistas, clientes y a los clientes de nuestros clientes, quienes finalmente, van a ser los habitantes de ese suelo. Tenemos que ajustarnos y adecuarnos, generar valor y caminar hacia delante.
Hay mucho dinero en el país, pero corremos el riesgo de que se vaya. Tenemos que ser listos y actuar inteligentemente para que esos inversionistas vean que sabemos adaptarnos.
Como empresa, siempre estamos viendo para adelante, nunca para atrás, en ningún proyecto. La visión que tenemos sobre México es la de un país que tiene mucho por hacer, con una gran cantidad de gente joven que requerirá espacios para todas sus áreas sociales y profesionales.
Algo que hemos aprendido en estos 30 años de experiencia en el quehacer del mercado inmobiliario, es que tanto el inversionista grande —el que busca una gran reserva de suelo— como el que busca un terreno para hacer la casa de su familia, lo que necesitan es certeza; que el día de mañana no pongan junto a su propiedad algo que genere daño a su patrimonio o calidad de vida.
Gonzalo Espejel, Managing Partner en Umana Cities.
Texto Gonzalo Espejel Lozoya
Foto: umana
