Gumaro Lizárraga Martínez, Socio-Fundador de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI)
Hicimos el viaje a París en los primeros años de la década de los 90, ya conformada la ADI, se trataba de una ciudad que se concentrabaen desarrollo urbano. Era el tiempo de Manuel Camacho Solís como regente de la Ciudad de México y en su gobierno había una mesa de Desarrollo Urbano, en la que recuerdo que, en aquel tiempo, Roberto Campa comentó: El desarrollo está poniendo la pauta en aquel país.
París estaba haciendo el modelo de cuatro ciudades, para que en ellas las personas se pudieran desplazar en bicicleta y no se tuvieran que transportar entre una y una. Lo que se hizo en la capital de Francia, fue que la gente tuviera su trabajo cerca de su domicilio, en cambio, esa pretensión se perdió en la CDMX, desde entonces, porque estamos actuando en una ciudad sin planeación.
En ese viaje, vimos que París jamás ha abandonado un plan, que es algo que no sucede en nuestro país y no es cosa del presidente en turno, sino del sistema que tenemos en donde la planeación pasa a segundo término, además, debemos recurrir a la infraestructura, donde los impuestos deben estar ligados al desarrollo. Sin infraestructura no hay nada, sin ella estamos perdidos, es la semilla de todo.
Por ejemplo, Santa Fe nació bajo un concepto similar a lo aprendido en el viaje descrito, pero entre otras cosas, las personas que habían ocupado los primeros edificios no quisieron voltear a ver viviendas de interés social junto a ellos, y esa es la gran diferencia con París.
Abandonar el proyecto original de Santa Fe con vivienda de diferentes segmentos socioeconómicos mezclada, propició una zona impenetrable, porque a las 9 de la mañana está llegando todo mundo a trabajar, pero en la tarde salen todos.
En cambio, París está desarrollando otro proyecto de 30 años, ligando con el metro cuatro ciudades.
Como parte de la historia naciente de la ADI, puedo describir que originalmente se nombra a un subsecretario de Comunicaciones y Transportes como presidente; sin embargo, no había satisfacción con el nombramiento y su desempeño, que parecía contrario a todos los principios del gremio, por lo que en una de las juntas de los asociados me nombran propiamente como primer presidente de la Asociación.
París, Francia.
Importancia de la ADI
Parte del trabajo de la ADI es el tema de las licencias, que a veces se llegan a tardar hasta cinco años para que pueda iniciar un proyecto. Como Asociación ha tenido sus defectos, pero también virtudes, por ejemplo, trabajar con los cambios de reglas que llevan a cabo las autoridades en turno, esa es una de las grandes batallas de los presidentes de ADI y que trabajan para adaptarse muy bien a las condiciones que le imponen cada nuevo gobierno.
Hay diversos logros como una ventanilla única, pero de todos modos hay agendas pendientes y creo que puede haber mejor organización. Para mí, es una Asociación modelo y ojalá siga por ese camino, van haciendo las cosas muy bien, y esto se refleja en que veo que la inversión existe y está ejecutada de la manera correcta.
Ver que los socios de la ADI invierten en proyectos que van a generar desarrollo a la ciudad, es lo más satisfactorio que se puede encontrar en la Asociación.
En mi opinión, para evolucionar se deberían concentrar en políticas de cómo debemos desarrollar la ciudad y cómo cooperamos para lograrlo, ello haría que la ADI fuera mucho más importante de lo que ya es.
Texto Gumaro Lizárraga Martínez, Socio-Fundador de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI)
Foto: Real Estate Market & Lifestyle
