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ADI y McKinsey & Company destacan que americanos ya se aburrieron de estar en casa.

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Hay interés el sector Real Estate en México por entender las implicaciones y acciones que se están tomando en el país y en otras partes del mundo, para definir las mejores alternativas que tiene esta industria para salir de la crisis.

Tomando en cuenta lo anterior, el sector no va a regresar a la “antigua normalidad”, pues esta pandemia está modificando la estructura de los mercados, ya que “las ganancias y márgenes están cambiando dramáticamente al Real Estate, por lo que las compañías deben actuar, y como parte de esto, es esencial apuntalar la colaboración entre el sector público y el privado. “En tiempos de crisis es cuando las empresas que son realmente líderes, se diferencian de las demás”, destacó Pablo Ordorica, Socio Senior de McKinsey & Company.

Sobre el impacto del Covid-19 en la cadena de valor de la industria, Ordorica, durante el seminario “¿Cómo navegar la nueva normalidad? Implicaciones post Covid-19 en el Real Estate: sector comercial y oficinas”, reconoció que, si bien algunas áreas han sido muy afectadas, hay otras que presentan amplias oportunidades para su recuperación, debido a que las desarrolladoras se están adaptando y han tomado acciones para asegurar aspectos de salud e higiene.

¿Volver o no?

En su oportunidad, Rob Palter, Socio Senior de McKinsey en Toronto y líder global de la práctica de bienes raíces de McKinsey, explicó que en cuanto a las oficinas en México, aunque ven una evaluación más racional respecto al dilema de no regresar a ellas o volver al 100%, todavía persiste nerviosismo entre los mexicanos por salir de casa.

Palter agregó que al tercer trimestre del año (3T20) hubo una reducción en la demanda de casi 200 mil m2 de oficinas en la Ciudad de México, por lo que el reto estará ahora en ver qué tan rápido se pueden adaptar estos espacios para ofrecer confianza y flexibilidad.

 Sobre el fenómeno que vive el segmento corporativo, habló de la percepción sobre la nueva forma de trabajar y las tendencias en Estados Unidos, donde más del 66% de los estadounidenses creían ser más productivos trabajando desde casa, lo cual ha ido cayendo, entre otras cosas, porque la gente se está cansando y aburriendo en el hogar, aseguró.

Interacción, necesaria

Reiteró que la interacción es fundamental para las negociaciones, la inducción para nuevos empleados y la adopción de la cultura organizacional de las empresas, entre otras necesidades, por lo que la tendencia apunta a convertirse en un modelo híbrido y flexible de trabajo: físico en oficinas y tecnológico desde el hogar.

Aunque lo anterior podría causar reducción de demanda en espacio, aseguró se requerirán nuevos espacios de “colaboración” -no oficinas privadas- cuando la gente esté dispuesta a regresar a las oficinas.

En el caso de comercios minoristas y centros comerciales, Palter dijo que no obstante el escenario para este rubro en México actualmente se ve complejo -en tanto la gente busca más cercanía y facilidad de las tiendas-, está la tendencia registrada en otros países, donde una vez que la gente empezó a sentirse más segura, regresó a los espacios comerciales, por ser parte de las actividades de entretenimiento de la población.

En el encuentro virtual que organizó la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) junto a la consultora estratégica global McKinsey & Company, participaron directivos y socios de la Asociación, así como su el presidente, Enrique Téllez Kuenzler.

El evento arrojó un análisis sobre el estado actual y perspectivas de esta industria inmobiliaria en México, a partir de los efectos generados por la pandemia del coronavirus en los segmentos de retail y oficinas en el país.