Desde 2008, el mercado inmobiliario en Europa no había enfrentado tantos retos. En el caso de Dinamarca actualmente hay una gran brecha entre la oferta y la demanda como la que se vive actualmente ahora, según un estudio de la Unidad de Financiamiento Inmobiliario de Nordea Bank Abp.
Prueba de ello es que el número de propiedades residenciales a la venta tuvo la caída más alta en 10 años, citando nuevas cifras del portal de vivienda boligsiden.dk.
Sin embargo, el Covid-19 provocó un alza en la búsqueda de nuevas viviendas en un escenario de tipos de interés bajos que apuntalan a la demanda.
En Copenhague, según la analista de Nordea, Lise Bergmann, el número de casas en venta en Copenhague cayó 40% durante 2020, en contraparte, la demanda de otras viviendas más accesibles sí presentó repunte.
Los últimos registros de poca venta de propiedades fue en 2005 y 2006 y los precios comenzaron a caer en 2007 y los años siguientes, Dinamarca se encontró en una movilización en el mercado de la vivienda que desembocó también en una caída histórica de precios.
En contraparte, para noviembre de 2020 las ventas de villas y casas establecieron un récord para la década, y aunque al mismo tiempo se pusieron a la venta más inmuebles que la media de años anteriores, esto no cubrió el aumento que se presentó en la demanda.
“El resultado de esto en las nuevas cifras récord a la baja en la oferta", diagnostica, a su vez, Birgit Daetz, economista especialista en vivienda y directora de comunicación de Boligsiden, y agrega: "La escasa oferta actual es una expresión de la alta velocidad a la que se comercializan las viviendas. Las casas nuevas en el mercado se están vendiendo más rápido que antes.
/Con información de El Economista de España. /