Cinco de cada diez ciudadanos a nivel mundial esperan que los servicios públicos digitales mejoren en el corto plazo; además, los gobiernos incrementaron el número de servicios que se realizar digitalmente en el último año y, como consecuencia, la cantidad de datos que se comparten.
En este sentido, más del 53% de los entrevistados reveló que los riesgos de privacidad y seguridad alrededor de sus datos y cómo son manejados, son menores a los beneficios y un 46% considera que la información no debería compartirse con la iniciativa privada, frente a un 29% que considera que sí.
Además, un 72% se opone a que los gobiernos proporcionen su información a una empresa del sector privado, sin importar que el objetivo sea financiar mejores servicios públicos o recortes de impuestos. En México, un 42% considera que el gobierno hace un uso efectivo de la tecnología para responder a la pandemia.
El reporte Ciudadanos Conectados, de EY e Ipsos MORI, también reveló que un 52% de los ciudadanos globalmente apoya el uso de sus datos para ayudar a rastrear y prevenir una enfermedad. En este sentido, un 64% espera que mejoren los servicios de salud de médicos u hospitales.
Otras mejoras que esperan los ciudadanos de países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Brasil, se refieren a que la tecnología optimice la forma en que usan la banca (70%), un progreso en la forma en la que compran (67%) y que progresen los servicios de gobierno u otros servicios públicos (57%).
Al respecto, el reporte indica que un riesgo de la digitalización es dejar sin protección a los grupos más vulnerables y que no tienen acceso a las nuevas tecnologías y carecen de los conocimientos digitales necesarios para utilizarla.
“A nivel global, casi un tercio de los ciudadanos (32%) piensa que los beneficios de la tecnología no se repartirán por igual entre los distintos grupos de la sociedad y el 34% cree que la tecnología da más poder a los que ya son ricos y poderosos”, compartieron las firmas en un comunicado.
En este contexto, los gobiernos tendrán que aprovechar el potencial de los datos y la tecnología; donde los bajos índices de adopción de la tecnología debilitarían las economías de los países, capacidad para competir a nivel internacional y la prosperidad futura.
El dato:
Un 71% de los encuestados manifestó estar satisfecho con su calidad de vida antes de la pandemia, contra el 48% actual. En México, la proporción es de un 75% frente a un 40% actualmente.