La nueva ola de contagios obligó la suspensión de la actividad en una fábrica de iPhone y además, obliga a resguardo en la ciudad de Shanghái.
Shenzhen ordenó el nuevo confinamiento, al aparecer brotes relacionados con la vecina Hong Kong, donde el virus causa una alta ola de contagios.
El gigante electrónico de Taiwán, Foxconn, principal proveedor de Apple, anunció el cierre en Shenzhen por el confinamiento, ya que emplea a decenas de miles de trabajadores, por lo que cambiará su producción a otros centros.
Además de Shenzhen hay otras ciudades que suman en total diez confinadas, como Dalian, Nanjing y Tianjin, cerca de Pekín.
Las autoridades informaron de 2,300 nuevos casos, y el día anterior (domingo) se habían notificado casi 3.400, la cifra más alta desde los casos de Wuhan.
También la política local se cimbra, ya que al menos 26 funcionarios de tres provincias fueron despedidos por su mala gestión ante la epidemia.
Un funcionario de sanidad, Lei Zhenglong, declaró a la cadena CCTV que en marzo se habían registrado más de 10,000 infecciones en una decena de provincias y advirtió que la situación "sigue evolucionando".
Además de Shenzhen hay otras ciudades que suman en total diez confinadas, como Dalian, Nanjing y Tianjin, cerca de Pekín.
En la metrópolis más poblada de China, Shanghái, donde se reportaron 170 casos, se confinaron zonas residenciales.
En Jilin, cinco ciudades están confinadas desde marzo, entre ellas el gran centro industrial de Changchun, donde nueve millones de habitantes están confinados en sus casas desde el viernes, sumando en total 26 millones de personas confinadas.
Con información de CNN y AFP.